El rector de la UPNA, Julio Lafuente, compareció ante la Comisión de Educación del Parlamento de Navarra dejando de lado cualquier atisbo de autocrítica. Calificó de “injusto” y “desproporcionado” todo lo debatido en los últimos días en relación a los actos vandálicos, aunque mostró su satisfacción por las “numerosísimas” muestras de apoyo frente a lo minoritario de las críticas. Lafuente pasó incluso a la ofensiva declarando que desde que inició su andadura como rector, por su “perfil académico”, ya esperaba el rechazo de “los polos más extremos”.
El PSN admitió la existencia de los hechos vandálicos e incluso reconoció que se trata de un “tema que no es menor”. Aún más allá, exigió que “la comunidad universitaria, con el rector al frente, debe utilizar todos los medios que le proporciona el estado de derecho” para erradicar estos hechos. A pesar de la aparente coincidencia de este planteamiento con el de los regionalistas, el PSN quiso hacer constar su más “severa crítica” a UPN. Román Felones trató de justificar esta paradoja declarando que no se justificaba la reiteración, el énfasis y los modos, aunque reconoció que “el motivo de la denuncia era razonable”.
Sergio Sayas, por su parte, incidió en la gravedad y abundancia de hechos denunciados. Sayas calificó de “sospechoso” que sucedan cosas como que 100 personas puedan entrar a manifestarse en la biblioteca, permanecer en ella 20 minutos y que nadie sea identificado. También mostró fotos tomadas por la mañana y por la tarde en la entrada de la UPNA de unos mismos carteles y elementos conteniendo consignas de apoyo al entorno radical, sin que nadie ordenara retirarlos.
Por último, más allá del cruce de acusaciones, el portavoz de UPN se convirtió en el único actor de la comparecencia que aportó alguna solución al problema suscitado, lanzando cuatro propuestas concretas en relación a la UPNA:
– El establecimiento de un protocolo de actuación para la retirada “inmediata” de carteles que hagan referencia a la violencia o a organizaciones ilegales.
– La retirada de subvenciones a quienes realizan actos vandálicos o de apoyo a organizaciones ilegales.
– La identificación y denuncia de quienes participen en manifestaciones ilegales, atenten contra el mobiliario de la UPNA o perturben la vida académica.
– Pidió al rector que lidere una reforma a escala nacional que permita expulsar de las universidades a quienes realicen actos en apoyo del entorno etarra.
5 respuestas
Bueno, parece que Sergio Sayas ha hecho el papel que se le encomendaba y le ha salido mal. Pobrecito, se le va a acabar su carrera política casi sin empezarla.
¿Pero alguien se cree realmente lo que estaba defendiendo este chico?
A los más populares y guapos siempre se nos ha tenido manía. Una vez trate de coger el movil en la biblio y casi me echan para siempre.
Sin embargo, aunque parezca injusto, entiendo que a los mas amargados y marginados se les aplique una regulación más laxa y por tanto puedan también disfrutar de su 20 minutos de gloria. Hay que tener en cuenta que su vida es suficientemente sombría y confusa, y quizás carezcan de afecto en su entorno. Considero que lo abrazos son el remedio más efectivo para promover un cambio en su conducta. Con amor, xtasio.
Si no es creer a Sayas… es creer a nuestros propios ojos. El problema lo tienen los demás, incluyendo «el intocable», que tienen que argumentar partiendo de hacer como que no pasan una serie de cosas que pasan, que todos sabemos que pasan y que además están perfectamente documentadas. Si hasta hemos visto las fotos: la banderola de segi en la biblioteca, el muñeco de segi en la fachada, los extintores, las bengalas y las puertas atrancadas en el aulario… Por lo demás, no se me ocurre ninguna razón para oponerme a las medidas propuestas por Sayas.
Yo me quedo con el titular del Diario de Navarra: «Derrota de UPN»
Pues seguro que entonces alguien se ha equivocado de pelea. Porque a quien había que derrotar era a los violentos.