El problema de la Real, no obstante, es de índole fundamentalmente económico. Badiola explicaba a Expansión que, desde el descenso a segunda, “los derechos de televisión han caído de los 10 millones de euros a 1,5 millones, y los de merchandising de 7,8 millones a 4,5”. Las ventas de entradas y abonos también se han visto afectadas.
La solución para Badiola, presidente de la empresa Lighthouse especializada en sacar a bolsa empresas chinas en los mercados asiáticos, sería una inyección de capital por parte de sus socios empresariales chinos. Uno de ellos, Feng Bai Ye, controla los duty free de los aeropuertos de Pekín y Shangai, donde se empezarían a vender camisetas y otros artículos de la Real Sociedad made in China.
El equipo que aspira a dirigir la Real durante los próximos años pretende que el club vasco se convierta “en el segundo equipo de una parte importante de chinos”. Para ello, el candidato tiene prevista la celebración de partidos amistosos entre la Real Sociedad y la selección china. China sería, además, una futura cantera de jugadores para la Real. Badiola no duda en prever, “en el futuro”, un boom de jugadores chinos comparable al de “los jugadores africanos”.
Una primera medida, si triunfa su candidatura, será el cambio inmediato del nombre del estadio. De Anoeta, pasaría a denominarse Beijing 2008 Arena. Una vez concluidos los Juegos Olímpicos, volvería a ser rebautizado otra vez como Expo Shangai 2010.
Suerte también que, aparentemente, pueda darse por finiquitado el proceso-trampa iniciado con la propuesta etarra de Anoeta, que en caso contrario habría que pasar a denominar como propuesta etarra de Expo Shangai 2010.