“Son precisamente los elementos más reaccionarios los que con más ahínco abogan por la concesión inmediata del voto femenino”. Tal es la cita de Margarita Nelken que hoy toca recuperar de la memoria histórica. Margarita Nelken, única diputada del PSOE, se opuso al voto femenino en 1931. El recuerdo viene a cuento de una polémica, en la cual se ha visto envuelto el líder de Ciudadanos, tras un tuit con ocasión del aniversario del fallecimiento de Clara Campoamor. Rivera recordó que el voto femenino en España se aprobó en 1931 con el voto en contra de socialistas y conservadores, lo que ha soliviantado al PSOE. Más debería soliviantar quizá a los conservadores.
x
x
El PSOE se dividió
Para ser rigurosos con la historia, sería incorrecto decir que el voto femenino se aprobó con el voto en contra del PSOE. En la votación determinante el PSOE se dividió y alrededor de un tercio del partido no participó en la votación. Así lo cuenta en su libro “Mi pecado mortal. El voto femenino y yo” (la izquierda nunca le perdonó este hecho) la propia Clara Campoamor: “Votaron en favor los socialistas, con algunas notorias abstenciones por abandono del salón del señor Prieto, que arrastró tras de sí algunos diputados”. Indalecio Prieto, según sigue la crónica de Clara Campoamor, “no osando oponerse en el salón, abandonó éste, seguido de unos cuantos, el día de la votación, para afirmar después a gritos en los pasillos que se había dado una puñalada trapera a la República”. De los 115 diputados socialistas, sólo 80 participaron en la votación aunque lo hicieron votando a favor.
x
Además de Prieto, una de las figuras más relevantes del PSOE en contra del voto femenino fue la citada diputada socialista Margarita Nelken. En el parlamento republicana de 1931 sólo había 3 mujeres y, paradójicamente, sólo una votó a favor del voto femenino: Clara Campoamor. Las otras dos, izquierdistas ambas, votaron en contra, o decidieron ausentarse de la votación para no votar en contra. En cuanto a Margarita Nelken, la explicación de su oposición aparece expresada muy claramente en una entrevista publicada por el diario El Socialista (periódico oficial del PSOE) el 4 de septiembre de 1931. La diputada socialista, temiendo que las mujeres votaran mayoritariamente a la derecha, propuso imitar la constitución de Uruguay y postergar la aprobación del voto femenino “para dentro de unos años” (condicionando el derecho al voto al sentido del voto). La diputada socialista, además, deja testimonio para la historia de que donde era mayoritario el apoyo al voto femenino era entre la derecha: “Son precisamente los elementos más reaccionarios los que con más ahínco abogan por la concesión inmediata del voto femenino”. Interesa recordar este tipo de citas ahora que tan a menudo se trata de reescribir la historia.
x
x
Un comentario
El primer político que pidió el sufragio femenino fue el carlista Vázquez de Mella, unos 20 años antes que Clara Campoamor.