Los incidentes se produjeron ante el edificio del Parlamento, cuando un grupo de taxistas en huelga cortó el tráfico, comenzó a encadenarse y a tratar de entrar por la fuerza en el edificio. Cuando la Policía Foral intervino, acudió raudo el ahora parlamentario de Nabai para enfrentarse a los agentes e impedir la detención de uno de los taxistas, que había recibido un golpe en la cabeza. No sólo evitó la detención del taxista forcejeando con los agentes, sino que él mismo se amparó en el tumulto para evitar su propia detención. Toda la secuencia de los hechos quedó grabada por las cámaras de seguridad del Parlamento. Según el testimonio de los agentes, el diputado y coordinador de Aralar ahora acusado de resistencia a la autoridad, se habría resistido de forma activa a la detención además de haberse dedicado a “golpear de forma reiterada a los agentes”. No parece fácil que pase un solo día sin que algún miembro de Nafarroa bai protagonice algún tipo de conducta impropia de su cargo. Normal que algunos líderes socialistas estén preocupados por la imagen del partido, aunque uno de sus compañeros ascienda a presidente.