El pasado jueves Patxi San Juan, secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Confederal de la UGT, acudía a cenar acompañado por varios amigos – también navarros- al exclusivo restaurante de Ferrán Adriá en la Cala Montjoi (Gerona). El Bulli, con tres estrellas en la Guía Michelín, ha sido escogido en 2009 por cuarto año consecutivo como el mejor restaurante del mundo, en la gala anualmente organizada por la reputada revista gastronómica The Restaurant en la que más de 800 chefs, críticos y expertos del sector eligen por votación al ganador.
El sindicalista, según reveló La Gaceta, restó importancia a la cena y comentó que quedó muy satisfecho con la cata de los 35 platos que conforman el menú degustación de la carta de El Bulli: “Me tomé un menú degustación que es lo que normalmente se come allí y me gustó la calidad”. El menú degustación de El Bulli tiene un precio de 300 euros.
El dirigente de la UGT, para muchos mano derecha de Cándido Méndez, asegura que pagó religiosamente la cena de su bosillo, y confiesa que “uno tiene sus pequeños placeres y se va por ahí con sus amigos mientras que otros tienen aviones, coches, casa, etcétera”.
Sin duda siempre que sea así, y aunque los sindicatos se financian casi en exclusiva con el dinero de los contribuyentes, no es un delito cenar en El Bulli con el sueldo honradamente ganado con el sudor de la frente. No obstante alguien podría pensar que, si algún sentido tiene el presumir de ser de izquierdas, es precisamente rebelarse contra el hecho de que muchas personas pasen penuria y hambre mientras otros se gastan 300 euros cenando en una sóla noche.