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La agresión se desencadenó una vez concluida la comida, cuando se redujo el grupo de los populares al haberse marchado ya algunos de los miembros más destacados del partido. El grupo de proetarras, cada vez más orgnizado, rodeó entonces a los populares portando ikurriñas y los habituales carteles alusivos a los terroristas presos. A renglón seguido empezaron a llover botellas sobre los miembros del PPN, lo que obligó a los escoltas a sacar precipitadamente al grupo de la zona. Dos escoltas y una concejala de Burlada resultaron heridos. La policía municipal realizó un par de detenciones.
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El PPN ha redactado un comunicado en el que manifiesta su “enérgica condena y repulsa ante este nuevo acto de violencia callejera”, muestra además el apoyo a sus compañeros del grupo municipal de Burlada, y por último transmite a los navarros que su compromiso democrático con ellos “no se verá quebrantado por estos actos y que seguiremos trabajando incansablemente por la libertad y progreso de nuestra tierra”.