El estado actual de las investigaciones permite al observador dos aproximaciones distintas en torno al debate acerca de la autenticidad de la Sábana Santa de Turín. O bien se trata de una falsificación medieval, como sugirieron una serie de pruebas de datación con el carbono 14, o bien es el sudario auténtico que envolvió el cuerpo de Cristo. Se trataría de un tejido con siglos de antigüedad en cualquier caso. La técnica utilizada para imprimir la tela, por tanto, debería ser una técnica rudimentaria al alcance de un falsificador de la Edad Media.
Sin embargo, un equipo de científicos de la Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías, la Energía y el Desarrollo de Italia (ENEA), anuncia que ha intentado durante cuatro años reproducir la imagen de la Sábana con todas las tecnologías disponibles hoy en día, sin conseguirlo. El director del equipo de científicos, Paolo Di Lazzaro, ha reconocido que “de momento, no ha sido posible reproducirla con ninguna técnica a contacto”, ya que “si bien macroscópicamente puede que no se notaran las diferencias, éstas resultan evidentes cuando se observa el tejido a nivel microscópico”.
Harían falta 14.000 láseres.
La singularidad de la imagen de la Sábana radica en la “profundidad de la coloración”, ya que la imagen contenida en el tejido quedó impresa “de modo muy superficial, únicamente en los estratos más externos del tejido”. Tras varios años experimentando, con técnicas que nada tienen que ver con la Edad Media, el equipo de científicos consiguió “colorear un tejido de lino con el mismo sutil espesor con que fue coloreada la Sábana Santa”, utilizando «impulsos de luz ultravioleta extremadamente breves pero muy intensos emitidos con un láser especial”. Sin embargo, los científicos admitieron que “para colorearla entera serían necesarios 14.000 láseres, algo que por el momento es imposible”.
La Sábana Santa, que se expone este año en Turín al público por primera vez en la década, es objeto de una antigua e intensa controversia respecto a su autenticidad por parte de los científicos de todo el mundo. La Iglesia da libertad a los católicos para creer o no en la autenticidad de la Sábana.