El Papa ha designado 13 nuevos cardenales, entre los cuales uno de ellos es el navarro Celestino Aós Braco, capuchino, arzobispo de Santiago de Chile y natural de Artáiz.
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El nuevo cardenal navarro se suma a Mons. José Luis Lacunza, designado cardenal en 2015 y natural de Pamplona. De este modo hay dos navarros entre los actuales cardenales de la Iglesia Católica.
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Aunque podría parece que la presencia de dos cardenales navarros no tiene una gran relevancia estadística, el hecho es que sólo hay 9 cardenales españoles activos con derecho a voto. Que 2 de los 9 cardenales españoles sean navarros no es por tanto un hecho desdeñable.
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El colegio cardenalicio cuenta con 223 cardenales, pero sólo 124 tienen menos de 80 años y por lo tanto sólo estos tienen derecho a voto en un cónclave para elegir Papa. Los dos cardenales navarros tienen menos de 80 años, por lo que ambos participarían en la elección de un nuevo Papa.
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Desde luego el Papa no se elige por sorteo. En la elección del Papa juega un papel nada menos que el Espíritu Santo, aunque por otro lado nadie sabe cuál es el criterio del Espíritu Santo para elegir Papa. En realidad nadie puede tener la certeza de que no utilice el azar como criterio. En cualquier caso, al menos por estadística, se da la rara circunstancia de que exista casi un 2% de posibilidades, concretamente un 1,61%, de que hubiera un papa navarro. Las posibilidades de que en generan hubiera un Papa español, también son significativas. Desde luego si alguien no tiene ningún cardenal en el cónclave tiene un 0% de posibilidades de que haya un Papa de su tierra.
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Aunque un 1,61% puede seguir pareciendo una cifra menor, en realidad es difícil que Navarra pudiera tener en otro momento más posibilidades que ahora de ver un futuro Papa navarro. O sea, un 1,61% parece poco, y lo es, pero hay que tener en cuenta que la población navarra representa el 0,008% de la población mundial. Por consiguiente, tener un 1,61% del cónclave que elegirá el Papa supone para Navarra una extraordinaria sobre-representación. Desde luego que ser navarro no es una condición suficiente, ni siquiera necesaria para ser Papa, pero si por alguna extraña circunstancia el Espíritu Santo considera que el próximo Papa debiera ser navarro, tampoco seríamos nadie nosotros para ponerle pegas al Espíritu Santo.
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Un comentario
Los navarros sobrevalorados… 🙂