Teresa Jaurrieta: “Esto no ha hecho más que empezar”.

· Mucho se ha comentado ya la sentencia del Tribunal Supremo, pero, ¿podría resumirnos lo que destacan ustedes de ella?

No resulta fácil sintetizar una sentencia tan farragosa pero muy esquemáticamente podemos resumirla en tres puntos.
Primero: niegan el derecho a la objeción de conciencia con alcance general, aunque dejan la puerta abierta a su reconocimiento en determinadas circunstancias que, considera, no se dan en los recursos juzgados.
Segundo: distingue entre dos tipos de valores, los que constituyen el sustrato del sistema constitucional y los que son objeto de discusión en la sociedad. Esta diferencia marcaría, según el TS, los límites al papel del Estado en la educación. Por último: establece el artículo 27.3, el derecho de los padres a educar a los hijos conforme a sus convicciones, como límite a la acción educativa del Estado y afirma que las materias obligatorias no deben ser excusa para intentar inculcar valores morales y doctrinas sobre los que no existe consenso en la sociedad.

· Me ha resumido lo que dice la sentencia pero, ¿cuál es la valoración que Navarra Educa en Libertad hace de ella?

En primer lugar, los jueces hacen una interpretación del derecho a la objeción de conciencia muy restrictiva que, al decir de numerosos juristas, choca con la interpretación del Tribunal Constitucional y, nos parece que también con el sentido común y los derechos naturales de las personas. Creemos que es un retroceso pues la historia nos demuestra que la limitación de la objeción de conciencia lleva implícita la limitación de la libertad.
En segundo lugar, esa distinción entre valores públicos –en los que el Estado estaría legitimado para educar a nuestros hijos- y valores privados nos devuelve a las cuestiones planteadas por el movimiento objetor al comienzo del debate sobre la EpC: ¿cuáles son los valores morales públicos? ¿Quién los define, el propio Estado, el Gobierno de turno? ¿Dónde se encuentran interpretados? ¿Los valores son privados o públicos? o ¿los valores de la persona, debe ésta vivirlos sólo en privado y en público debe vivir otros diferentes, los de la mayoría aunque sean contrarios a los suyos?
Y por último, creemos que la misión de los tribunales es tutelar los derechos ciudadanos y no la de hacer recomendaciones a los poderes políticos. Nos he dejado cierta indefensión y por mucho que haga recomendaciones al gobierno, si sus decretos son utilizados para imponer contenidos adoctrinadores, ¿qué hacemos? El Supremo ha nadado y ha guardado la ropa

· Tras la sentencia del Supremo, ¿en qué situación se encuentran ahora mismo los padres objetores navarros y cuáles son los pasos que esperan en los próximos meses?

De mucha tranquilidad. Ya sabíamos que la lucha por la libertad de educación era y es una carrera de fondo; ni siquiera termina con la EpC y siempre hemos manifestado nuestra intención de agotar todos los recursos a nuestro alcance, también en la vía judicial. Actualmente, tenemos un recurso de padres navarros alentado por Navarra Educa en Libertad admitido y presentado ante el Supremo que tendremos que ver cómo se resuelve. Además existen otros recursos, de
otras comunidades ante el TS y el Constitucional cuyas sentencias habrá que ver cómo nos afectan.
Entre tanto, trabajamos en la vía abierta por el Supremo en el sentido de presentar vulneraciones concretas de los artículos 27.3 y 16.1 de la CE en el desarrollo de los contenidos de la EpC o de cualquier otra asignatura, tanto en libros como en desarrollo curriculares, materiales de clase, etc. Y además de esta vía jurídica, tenemos abiertas otras de sensibilización, información, contactos políticos etc…

· El Supremo remite los posible contenidos adoctrinadores de la asignatura a la vía contencioso-administrativa. ¿Han detectado algún posible contenido de este tipo en Navarra?

Como le digo, estamos trabajando a nivel nacional en el análisis de materiales y en un procedimiento que nos permita a los padres acreditar vulneraciones concretas de nuestros derechos y los de nuestros hijos
Corresponde, ahora, a los padres, a los centros, a la inspección, y a las administraciones educativas, cuidar de que ni las normas de desarrollo, ni las explicaciones de clase, ni los libros de texto, ni otras herramientas pedagógicas vulneren ese deber de neutralidad y objetividad que debe presidir el sistema educativo

· Por cierto, ¿cómo se les quedó el cuerpo al saber que la ministra de Educación había colgado un video premonitorio en Youtube celebrando la sentencia antes de que ésta se produjera?

La reacción del Gobierno y los sectores favorables a la EpC nos pareció triunfalista en exceso. Parece que, poco a poco, se van dando cuenta de que esto no ha hecho más que empezar.
En cuanto al vídeo de la ministra, ¡parecía como si hubiese ganado las elecciones a Presidente del Gobierno¡ ¡qué vergüenza ajena¡
En cualquier caso, con el año que le hemos dado a la pobre, es comprensible que se conceda algún privilegio. Pero vamos, esos temas son más propios de políticos; nosotros a lo nuestro que es la libertad en la educación.

· ¿Cómo valora los numerosos votos particulares con los que contó la sentencia?

Es lógico que hayan existido numerosos votos particulares cuando es una sentencia de las que llaman interpretativas, cuando está describiendo lo que debería ser EpC y no entra en lo que realmente es, cuando fija criterios claramente positivistas en algunas cuestiones y cuando intenta dejar contentos a todos sin dar la razón del todo a nadie. Ha sido la mejor forma de alimentar el debate sin resolver el problema.
En cuanto a los votos particulares, nos parecen más clarificadores que la propia sentencia y, en la mayoría de los casos, se muestran diametralmente contrarios al sentido de la sentencia y favorables a las tesis de los objetores. ¡Y suponen un 30% de la sala¡, lo que demuestra una vez más que el asunto es complejo, y que que EpC, está desde luego, lejos de la aceptación general.

Brevemente, ¿Por qué no a EpC?

No se trata de no a EpC. Siempre hemos mantenido que EpC sí, pero no así. Lo que queremos es precisamente una EpC, por así decirlo, a la europea; algo que ésta no es. ¿Por qué en el resto de países no existe controversia? Porque, al contrario que en España, el objetivo no es formar la conciencia de los alumnos ni se busca que asuman valores de una ideología concreta.
Por tanto, sí al estudio objetivo de la Constitución, de los Derechos Humanos, del ordenamiento jurídico español y europeo, etc. pero no a que eso sirva para colar una determinada visión de la realidad que tiene en la ley, cualquiera que sea ésta, la norma superior de la conciencia moral, cuando la historia demuestra que hay leyes justas pero también injustas.

· Imagínese que la misma utilización de la EpC la practicara otro gobierno, pero persiguiendo un adoctrinamiento justo en sentido contrario del actual. ¿Cree que los actuales promotores de la asignatura la defenderían entonces con el mismo entusiasmo?

Prefiero no imaginarlo. Sería muy triste que los partidos políticos no fueran capaces de sacar ninguna conclusión positiva de todo este debate. No puede ser que hayamos tenido hasta seis leyes de educación en los últimos treinta años, es casi una por legislatura. Los representantes de los ciudadanos deberían ponerse las pilas, escuchar a los padres y llegar a un pacto en educación que dejara fuera de las aulas cualquier tipo de adoctrinamiento o interpretación ideológica de la realidad.
Pero, respondiendo a su pregunta, nosotros siempre hemos defendido que el problema real de EpC no son tanto los contenidos como los objetivos y criterios de evaluación que suponen una intromisión del Estado –por tanto, de la ideología del Gobierno de turno- en la formación de la conciencia de nuestros hijos. Por eso siempre hacemos la misma pregunta a los padres: ¿está dispuesto a que el Estado eduque moralmente a sus hijos? Si lo está, yo defenderé su derecho a elegir esta EpC. Quienes no lo estamos pedimos algo tan sencillo como tener la libertad de elegir. Nada más.

· Se supone que la EpC exalta valores como el respeto y la tolerancia, ¿se sienten respetados los padres objetores? ¿Existe algún precedente en el que los hijos hayan sido tomados como rehenes para violar las conciencias de los padres?

¿Se puede uno sentir respetado cuando le niegan el derecho a elegir la educación que quiere para sus seres más queridos? ¿Se vive el respeto cuando se afirma que muchos padres somos incapaces de educar a nuestros hijos? ¿Es tolerante no dignarse a recibir siquiera a las madres de los objetores, habiéndose pedido una reunión en 7 ocasiones? ¿Qué es más respetuoso con la libertad, imponer o permitir la elección de una asignatura cuyo objetivo es formar conciencias? Cabrían muchas más preguntas pero creo que con éstas respondo a su pregunta. Además, creo que son algunas de las preguntas que deberíamos hacernos todos los padres y, una vez respondidas, actuar en consecuencia.
Y en cuanto a los hijos como rehenes para violar la conciencia de los padres, es tan viejo como la misma humanidad. Hay historias muy hermosas de padres que han seguido pese a las dificultades, hasta el final fieles a su conciencia y esto en vez de repercutir negativamente en la formación de los hijos ha hecho de ellos personas integras, fuertes, virtuosas. Historias heroicas que vistas con la objetividad que da el tiempo, son testimonios indiscutibles del poder de la conciencia, testimonios de libertad.

· Por último una pregunta más institucional. Navarra Educa en Libertad, ¿termina cuando acabe el debate sobre EpC?

¡Ni mucho menos¡ Nos hemos constituido en Asociación porque no queremos ser flor de un día. Además, nuestro objetivo es fomentar y contribuir a la libertad de educación y eso es labor de toda una vida, que esperamos sea lo más larga posible no porque cada día haya más vulneraciones de la libertad y tengamos que pelear por ellas, sino porque cada día haya más padres que se sumen y quieran ser protagonistas de la educación de sus hijos y de las políticas educativas

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