Tenemos un problema de… orden público

Lo de que el nacionalismo catalán, los lazos amarillos y todo esto era un movimiento pacífico lo olvidamos ya, ¿no? No se puede plantar cara al nacionalismo y depender al mismo tiempo del nacionalismo para gobernar. Por si quedaba alguna duda. Mucho menos se puede sofocar un golpe de estado separatista tratando al mismo tiempo de formar un gobierno apoyado por los separatistas. Hay dos cosas que el PSOE tenía a tiro, por no decir a huevo, aprovechando lo que pasa en Cataluña. La primera intervenir la Generalidad, la segunda plantear un acuerdo de estado con PP y Ciudadanos. La debilidad e inacción del gobierno, sin embargo, solo se entiende si sigue tratando de aliarse con los separatistas.

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Torra piensa: ¿puedo liar todo esto y mantener el poder? ¿Sí? Pues la sigo liando. Págame al menos cada día de tregua si no quieres fuego. Es el mensaje que está recibiendo el golpismo catalán. Es el mismo mensaje que recibió la izquierda abertzale durante mucho tiempo. Es un mensaje que no obliga a repensar su estrategia, sino que la hace buena. Permite jugar con dos barajas. A estar en las instituciones por un lado y en la violencia por otro. La experiencia con la violencia nacionalista vasca indica, como por otra parte es lógico, que no renunciarán a la violencia hasta que no se vean obligados a tener que elegir entre la violencia o estar en las instituciones. Violencia o votos. Violencia o presupuestos. Mientras no tengan que elegir, los que tenemos el problema somos nosotros.

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Camiones de agua con colorante. Escohotado, viejo guerrillero antifranquista, señalaba este fin de semana en un artículo de Libertad Digital algo tan obvio como que el fuego se combate con el agua. Más miedo que a las porras de los grises les tenían los estudiantes antifranquistas al agua con colorante de los camiones, que aparte de chirriar al personal echaba a perder todas sus prendas y sus zapatos, preciadas zapatillas pijoteras en el caso de los CDR. Lanzar agua coloreada es menos lesivo y más efectivo. Sería muy grave que no se utilizara el camión de agua sólo para no evidenciar su necesidad ya que el PSOE se opuso a su compra cuando estaba en la oposición, como si dejar una vez más en evidencia la inutilidad del PSOE valiera más que la integridad de los agentes sobre el terreno bajo la lluvia de cascotes.

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Nadie se ve forzado a intentar desmarcarse de lo inexistente. El esfuerzo de los líderes separatistas en los últimos días por desmarcarse de los manifestantes violentos evidencia que había manifestantes violentos y que ellos mismos lo reconocen, aunque fuera una evidencia que trataban de negar miles de mensajes en Twitter.

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Es totalmente mentira que las manifestaciones fueran pacíficas hasta que intervino la policía. No sólo es mentira sino que es justo lo contrario. La policía intervino cuando dejaron de ser pacíficas. En realidad, dejaron de ser pacíficas y la policía aún aguantó mucho y se contuvo lo indecible antes de intervenir. Nadie además va a manifestarse pacificamente con pasamontañas, sudaderas del mismo color para dificultar las identificaciones, mochilas con tornillos, cochetes, cocteles molotov, tirachinas, botellas de camping gas y hasta manuales de kale borroka. La imagen de los policías rodeados de todas las piedras que han llovido sobre ellos habla por sí misma. Y aun tienen cuajo para hablar de actuación policial desmedida. En toda situación de semejante tensión seguramente hay cuatro porrazos mal dados. Con los videos de los cuatro porrazos mal dados, o bien dados pero cortados, manipulados y descontextualizados, miles de tuits empiezan a viralizar que no hay porrazos justos, que ni un manifestante ha merecido un porrazo, que habiendo tanto violento desgraciado merecedor de un porrazo mala suerte que todos los porrazos los recibe siempre algún santo de toda santidad que estaba por ahí paseando, buscando un trébol, observando los coleópteros.

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Es evidente que hay que tomar el control de los Mossos. Desde luego porque no puede haber 17.000 hombres armados a las ordenes de los golpistas, pero además por la dignidad de los Mossos, que como estamos viendo merecen algo mejor que ser mandados por una panda de golpistas chalados. El buen pueblo catalán también merece algo mejor que ser mandado por un grupo de alucinados. El pueblo catalán no es el 47% separatista. Nunca perdamos esto de vista.

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Si, por otra parte, de los colegios salieran emprendedores en la cantidad en la que salen “txabales” seríamos el país más rico del mundo. ¿Por qué salen txabales en vez de empresarios? La respuesta no sólo la sabemos, la padecemos.

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Ayer algunos separatistas “pacíficos” arrojaron basura a la policía ante la Jefatura de Vía Laietana, pero no tanta como la que les arrojó el diario Público unos días antes, cuando la Jefatura era Fort Apache y a los agentes les llovían cascotes.

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Ir a echar tu mierda, literalmente, a nosequién al que culpas de todos tus males, de toda esa mierda que tienes en tu casa, en tu cerebro, en tu vida, es todo muy simbólico y muy de psiquiatra. Representativo también del nivel promedio del tontomatxaka indepe. Ir a echar tu basura a un edificio público es la respuesta que encuentra el que se pregunta qué están capacitados para hacer sus seguidores en este momento. La pregunta se la hace el que organiza la protesta y ninguno de los tontomatxakas se siente ofendido de que el organizador considere que ese es el nivel de acciones para las que están intelectualmente capacitados. Eso y ser bueno para recibir porrazos y pelotazos. De hecho a ver si hay suerte y a alguno le dan un porrazo, fotografiamos el hematoma y lo subimos a la red. #Spainisafascitestate #mytaylorisrich.

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Los sucesos de los últimos días han derribado también algún que otro mito. Abascal condena la cobarde agresión de los neonazis a un CDR. Salvini en cambio apoya a los separatistas catalanes. De funcionar algunos cerebros se habrían cortocircuitado. Estar en la defensa de España o con quienes intentan destruirla no es cuestión de derechas ni izquierdas. Todos los nacionalistas van juntos de la mano desde la CUP a la antigua Convergencia, desde el PNV hasta Bildu, ¿por qué la izquierda española es menos inteligente que la izquierda separatista? Todo el mundo condena con claridad la violencia neonazi, sin peros, ni aunques ni sin embargos, la de los CDR sólo la condenan con claridad los no nacionalistas.

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TVE cacarea desde ayer en todos sus noticieros que ya ha desaparecido la violencia. Que sólo hay algunos saqueos. Algunas calles y carreteras cortadas. Algunas hogueras. Gente tirando basura a la policía. Pero que no hay enfrentamientos porque la policía no interviene. Marlaska comparece para decir que lo único que enfrentamos es un problema de orden público. Sólo que si todo lo anterior fuera mero orden público y no los coletazos de un golpe de estado y una declaración de independencia, la policía intervendría. Interesa hablar de problemas de orden público porque la violencia política tiene buena fama entre los progresistas. Y porque si hay violencia política tienes que ir a por sus organizadores. Como hay que defender que lo de que los presus politics no fue rebelión sino ensoñación, pues ya se cansarán de tirar basura, de arruinar comercios, de destrozar coches. Obviamente no es a Marlaska al que le tiran basura. No es al comercio de Pedro Sánchez al que arruinan. No es el coche de Pablo Iglesias el que tiene la luna rota. Desde Galapagar se ve todo muy tranquilo. Como desde el jet de Sánchez. Como desde el yate de Mas.

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El nacionalismo catalán está siguiendo una deriva opuesta al vasco. Si el separatismo vasco ha ido de la violencia a las instituciones, el catalán este yendo de las instituciones a la violencia. Ahora ya sabemos por tanto que desde ninguno de los dos extremos nos pueden ganar. Hemos aguantado décadas y décadas de violencia nacionalista vasca, de barricadas y pelotazos todas las noches de casi todos los fines de semana en Navarra y la CAV. Y muertos. Y más muertos. Nos pueden hacer sufrir, pero no nos pueden vencer. Quemar Barcelona viviendo en Barcelona para presionar a los que están fuera de Barcelona es una idea extraordinariamente absurda hasta para un nacionalista. Casi tan absurda como la extrema izquierda que se manifiesta en Madrid a favor del separatismo catalán demostrando que todavía hay alguien más abajo que el tontomatxaka de los CDR catalanes: el CDR madrileño que vota a Podemos. Incluso haciendo las cosas bien no pueden ganar, pero es que las hacen terriblemente mal. La vertiente del problema que es de orden público, la que reconoce Marlaska, se arregla con una docena de camiones de agua. El problema político que niega Marlaska se puede arreglar más fácil aún. El día en que a los nacionalistas se les saque del presupuesto será su incruento, sencillo y definitivo punto final.

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