No deja de resultar curiosa la forma en que el gobierno del PSOE se presenta a veces como el baluarte de los ciudadanos de abajo frente a la prepotencia de las grandes empresas capitalistas, en manos de siniestros y avariciosos villanos de los que constantemente nos tiene que defender el gobierno. Hete aquí sin embargo que todo es una comedia. Las principales empresas del país resulta que están controladas por el propio gobierno y no por siniestros, oscuros y avariciosos villanos. En todo caso, los oscuros, siniestros y avariciosos villanos serían los propios miembros del gobierno o sus extensos tentáculos.
Hace unos días, por ejemplo, asistíamos a una operación en virtud de la cual se producía un cambio significativo al frente del accionariado de Talgo. Tras una serie de vaivenes, la puja para convertirse en primer accionista de la empresa favorecía al consorcio vasco de SIDENOR, gobierno vasco, BBK y Vital. Lo llamativo es que la puja aceptada no ha sido la más alta sino la más vasca, o como queramos llamar a la cuestión. Con el apoyo del gobierno central, se han desechado ofertas más altas provinientes de Bulgaria o Polonia apelando a la defensa de los intereses nacionales, lo que pasa es que de los intereses nacionales parece que el gobierno sólo se acuerda cuando sirven para favorecer los intereses particulares de algunos de sus socios parlamentarios.
En el vídeo que acabamos de citar, Julio Ariza detalla algunos detalles de toda esta operación recordando por lo demás, y volviendo al principio, una situación de lo más peculiar. En España la separación entre el gobierno y las grandes empresas cada vez es más difusa y comprometida. No sólo es que esto cuestione el capitalismo real o la libertad de mercado en España, sino que se presta por un lado a todo tipo de chanchullos y corruptelas y, por otro, a tener un gobierno que lo controla todo. Una democracia es un sistema en que la sociedad controla al gobierno. Un sistema en que es el gobierno quien lo controla todo es dictadura.
De este modo, como hace Ariza, no está de más recordar que TALGO a efectos prácticos cae en manos del PNV por motivos políticos. Que el gobierno se encuentra en plena batalla con PRISA. Que Oughourlian, además de principal accionista de PRISA, es uno de los accionistas de referencia de Indra, también controlada por el gobierno. Que el gobierno controla Telefónica tanto a través de su propia participación accionarial como a a través de la de la Caixa, de la que también es accionista el estado, y a través de la cual a su vez también puede controlar empresas de las que la Caixa es accionista de referencia como Repsol o Naturgy. Llamemos por tanto a las cosas por su nombre. El poder del gobierno en España es abrasador. Capitalismo de amiguetes sí tenemos, libre mercado y libre empresa en España no.
