También podemos arruinarnos abriendo hospitales o colegios

Quienes defienden la sanidad pública argumentan con frecuencia que el motor de la sanidad privada es el afán de lucro. En consecuencia, las empresas recortan el tratamiento al enfermo para ganar más. Por consiguiente, la sanidad debe ser pública.

Curiosamente lo mismo podría decirse de los coches y en realidad de cualquier empresa de cualquier sector para sostener la primacía de lo público.

Si sólo existiera una carnicería en toda Navarra, todos tendríamos que ir allí a comprar aunque vendiera carne de rata. Al dueño le daría lo mismo porque no habría otra carnicería a la que ir por mala que fuera la calidad de sus productos o por desagradablemente que tratara a sus clientes. No tendría competencia y su cuota de mercado sería del 100%. En realidad, para el único carnicero de Navarra, salvo por amor al prójimo (y siempre conviene tener un plan B por si falta) esforzarse no tendría sentido.

Si Ford coloca airbags en sus coches es porque, si no lo hiciera, compraríamos un Renault. A Ford seguramente le encantaría vendernos un coche sin ruedas, sin motor y sin garantía, pero entonces todo el mundo compraría un Opel. La libertad de elección, el libre mercado, garantiza no sólo los precios más bajos sino también la calidad más alta. Todas las empresas que existen en el libre mercado tratan de conseguir el máximo beneficio, pero con dos límites consustanciales al libre mercado: calidad y precio.

Quienes creen que una empresa privada puede prosperar poniendo los precios que quiera u ofreciendo productos de mala calidad seguramente nunca han tratado de satisfacer a una clientela en el libre mercado. Un hospital privado no puede ofrecer malos cuidados a los pacientes por la misma razón por la que no puede ofrecerlos cualquier otro negocio que aspire a seguir existiendo.

En realidad, si reflexionamos un momento sobre ello, sí que existen empresas que no dependen de sus ventas, que no necesitan competir y que no pasa nada si su servicio es mediocre. Nos referimos evidentemente a las empresas públicas. La carnicería a la que nos referíamos unas líneas antes describe perfectamente el funcionamiento de cualquier empresa, sociedad o servicio público.

Evidentemente alguien puede gestionar muy bien un servicio público o ser un profesional excelente y un funcionario o empleado público competente, abnegado y eficiente. Pero no pasa nada si no lo es.

Decíamos al principio que construir demasiados hospitales puede ser malo para la sanidad. La idea de que la sanidad pública es mejor que la privada descansa sobre la creencia de que los recursos de la pública son ilimitados. Al paciente de la sanidad pública se le pueden hacer infinitas pruebas, al de la privada sólo hasta que la empresa se quede sin beneficios. Pero es falso.

En realidad, la sanidad pública no puede hacer infinitas pruebas a cada paciente, aunque no hacer infinitas pruebas significa que haya pacientes que mueran. Al final la sanidad pública, la educación pública o cualquier otro servicio público sólo puede ofrecer prestaciones hasta donde lleguen los recursos y los recursos del país, públicos y privados, al final son unos. Servicios públicos ilimitados igual a quiebra del estado. No hace falta insistir mucho ahora mismo en que quienes creían que los estados no podían quebrar estaban equivocados. Si de lo que se trata por tanto es de sacar el mayor partido de los recursos disponibles entonces casi seguro que lo hará mejor el sector privado. Porque el dueño del único pozo de la isla no tiene que esmerarse tanto para vender agua como los dueños de pozos en islas donde hay cinco pozos.

Hay quien cree que no ha vivido por encima de sus posibilidades porque no se ha comprado un Mercedes o un apartamento en la playa. Pero el centro de salud, la guardería, el polideportivo o el colegio público que podíamos pagar a lo mejor estaba a 20 minutos de nuestra casa en vez de a 10, o en nuestro pueblo en vez de en el de al lado. Eso también es vivir por encima de nuestras posibilidades aunque sean gastos en cosas buenas y aunque a menudo no seamos conscientes de que también podemos arruinarnos gastando en todo ello además de en aeropuertos, trenes, museos y estadios.

Por lo demás, el médico o la enfermera que le atiende en el sector público (donde a menudo cobra más) trabaja por afán de lucro y/o por vocación en la misma medida que cualquier enfermera o médico del sector privado. De hecho mucho personal sanitario que es público por las mañanas trabaja en el sector privado por las tardes. Pruebe usted a recortar el salario del personal sanitario público o amplíe su horario a ver si trabaja o no trabaja también para ganar dinero.

Téngase en cuenta además que desde las batas hasta los aparatos de rayos X, pasando por los estetoscopios, las jeringuillas y las medicinas que maneja el sector público, procede todo ello del sector privado. Aunque a nadie parezca preocuparle mucho. porque de hecho no tiene motivo para ello, la producción de todos los utensilios sanitarios está externalizada (como el yogur que le traían en la Virgen del Camino antes de externalizar el servicio). Obviamente a nadie se le ocurre cuando le van a hacer un electrocardiograma reclamar que se lo hagan con una máquina fabricada por el estado.

Finalmente, casi todos los políticos progresistas que sostienen que la sanidad privada gana a costa de recortar el tratamiento del paciente, resulta que cuando ellos están enfermos, en vez de acudir a la sanidad pública, van a la privada a que los maten. Y hasta los propios funcionarios que gozan de la capacidad de elegir entre sanidad pública y privada, escogen el 80% de las veces la privada según los datos del MUFACE. Si no es tan malo para ellos, no se entiende por qué sería malo para el resto de ciudadanos.

No queremos ser dogmáticos. A lo mejor no podemos privatizarlo todo. Pero tampoco aceptamos un tabú o un dogma en sentido contrario por el cual, para hacer más con menos, no podamos repensarlo todo.

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11 respuestas

  1. Este barullo viene de que hay políticos, y amigos de políicos, que ganan dinero fácil de manera digital, gracias no a la informática, sino al dedo que desde el BON-BOE concede el monopolio del suministros de materiales o de construcción de infraestructuras, todo ello a mayor coste para el ciudadano y seguro menor calidad de la posible.
    Como siempre, se llega al mismo punto. Si hay más estado hay posibilidad de mayor corrupción. Y al revés.

  2. Toda una lección para entender de forma sencilla algunos aspectos de la economía. Se lo pasaré a mi hija, para que no se deje comer el coco en el instituto (aunque ya de por sí no se deja).

  3. Evidentemente,la libertad está por encima de todo y lo público y lo privado no tienen que ser enemigos sino cohabitar aunque ocupen idénticos nichos de mercado. En el caso de la sanidad, hay varios modelos:
    a) La puramente privada.
    b) La pública de gestión privada (que no es el modelo de Madrid exactamente, puesto que este externaliza todo en seis hospitales salvo los médicos y enfermeras que son funcionarios).
    c) La pública de gestión privada modelo 2 de Madrid; donde una empresa (generalmente constructora) construye el edificio, y gestiona el hospital mediante una concesión de 30 años (el personal sanitario sigue siendo funcionario). Es una especie de peaje en la sombra sanitario. Puesto que la empresa privada aspira a obtener beneficios (es su sentido de existir) el problema para las arcas públicas consiste en examinar la diferencia entre la construcción pública y el pago de la concesión (corregido por el diferimiento en el tiempo).
    d) El modelo británico, de privatizacion total que acabó en un absoluto fracaso, teniendo que ser los hospitales «rescatados» cual bancos por el Gobierno de su Graciosa Majestad.
    e) El modelo americano donde prácticamente la sanidad pública no existe (al menos en el sentido que la entendemos desde Europa); en este sentido, la reforma Obama va dirigida a establecer una «pseudo sanidad pública» para 40 millones de personas que no pueden pagarse el seguro sanitario (que, en comparación con España, es bastante caro)
    f) La privada concertada, que funciona de un modo similar a los colegios, que en España también funcina.
    En fin, no aburro con modelos, pero desde la privada pura hasta la pública pura hay una gama de matices bastante notable.
    Vea, elija, comparece y tenga en cuenta el mejor precio; ¿que pasó de aquella idea ya no me acuerdo de quien de que en la sanidad pública te darían una factura (que no había que pagar) para que te enteraras del coste?

  4. En el listado de Fernando de la Hucha falta el modelo suizo: Seguro obligatorio de enfermedad. Funciona de manera parecida a nuestro seguro obligatorio del automóvil. En Suiza todo el mundo está obligado a tener un seguro sanitario con una empresa privada (sí, una de esas que se lucran con la salud de la gente y tanta guerra dan al rojerío) y al ciudadano que no puede pagárselo por su situación económica se lo paga el estado.

    Y los suizos están encantados, la izquierda helvética ya ha perdido, por goleada, tres referéndums en los que proponía cambiar a un sistema como el nuestro.

  5. Nichos de mercado, nichos de empleo (o yacimientos) D. Fernando, no me diga que ha caído tambien Vd. en las garras del vocabulario «de progreso» donde se cree que las oportunidades de mercado, el empleo (la riqueza), están enterrados o escondidos en algún sitio, cuando en realidad hay que crearlos, y quienes lo crean son toda esa gente emprendedora que, generalmente, cree más en el esfuerzo personal y en la iniciativa privada que en ayuda y la tutela del «papá» estado.

    Por lo demás, totalmente de acuerdo con el apunte de Librestador.

  6. La lucha en España, y por ende en Navarra, entre lo público y lo privado en la sanidad y también en la enseñanza es en gran parte mendaz ya que en ambos casos la mayoría de centros viven o «sobreviven» con dinero público.

    Si yo creo un hospital privado estoy en mi derecho de hacerlo pero lo que no puedo es exigir que, si no tengo pacientes particulares, ne los mande el Servicio de Salud y salve mi negocio.

    Por supuesto que si dicho hospital privado hace una oferta al servicio de salud para el tratamiento de sus pacientes, y entra en precio y calidad y es beneficioso para los pacientes y evita o disminuye listas de espera, nada que objetar a dicho concierto. Que pueda y deba haber colaboración entre hospitales públicos y privados, ni falta hace decirlo. Pero de ahí a que la Sanidad Pública deba mantener, además de a sus propios hospitales, los privados. No veo el porqué, como tampoco mantiene a la carnicería o carnicerías de que nos habla Navarra Confidencial, que si no dan buen servicio, deberán cerrar.

  7. No trato de liarla, pero el modelo francés es ilustrativo aunque nunca me ha gustado un pelo, sólo apto para franceses (estos días: cfr. exceso de cobro sobre rembolso).
    El sistema catalán, el del Clinic me parece bien; si alguien piensa que es el del Francisco Franco de antaño, … pues sí; o el de la Concepción de entonces, … pues sí; pero es que eran rebuenos.
    Si un hospital privado está bien gestionado, nunca permitirá (digo) que la facturación a los pacientes procedentes del sistema público supere el 50% de sus ingresos por asistencia. Este límite la servirá también a la Administración para ver el grado de atractividad, de restigio, de solvencia del hospital privado con el que contrata. Es un a modo de CV -haber trabajado fuera del partido- que ahora se pide a los políticos,

  8. No trato de liarla, pero el modelo francés es ilustrativo aunque nunca me ha gustado un pelo, sólo apto para franceses (estos días: cfr. exceso de cobro sobre rembolso).
    El sistema del Clinic de Barcelona me parece bien; si alguien piensa que es el del Francisco Franco de antaño, … pues sí; o el de la Concepción de entonces, … pues sí; pero es que eran buenos.
    Si un hospital privado está bien gestionado, nunca permitirá (digo) que la facturación a los pacientes procedentes del sistema público supere el 50% de sus ingresos por asistencia. Este límite la servirá también a la Administración para ver el grado de atractividad, de prestigio, de solvencia del hospital privado con el que contrata. Es un a modo de CV -haber trabajado fuera del partido- que ahora se pide a los políticos,

  9. Me apunto al pragmatismo de NC. Es lógico que en España lo privado, al basarse en el lucro, suene a asalto a mano armada. La experiencia histórica en España desde la instauración del Estado constitucional allá por 1840 ha sido la existencia de un grupo de capitalistas depredadores. Sin ir más lejos una estafa masiva como las preferentes de la Banca es buen ejemplo de lo que entienden por lucro o ganar dinero: robar a los pobres que son muchos y no se quejan como los ricos. Y por supuesto todo ello con el aparato estatal mirando a otra parte y unos jueces encorsetados por unas normas rígidas.

    Por ello tiene buena prensa lo público ya que parece que es altruista. Sin embargo si tenemos en cuenta que quien manda en lo público es un político que de altruista no tiene nada y lo que prima es su ambición de poder pues tampoco me da mucha confianza.

    Por eso quizas habría que convertir el coto cerrado de ciertas empresas en un mercado de verdad y hacer el aparato estatal eficiente antes de meternos a debates nominales.

  10. Artículo interesante.
    El adelgazamiento del estado es necesario. Los progres se equivocan y los conservadores también: tenemos ejemplos faraónicos en Valencia y en Los Arcos de despilfarro. No estoy de acuerdo con que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. En mi caso, de haberlo hecho sería por culpa de una clase política a todas luces, corrupta o ignorante, cuando no ambas.
    Los servicios públicos imprescindibles son: seguridad, justicia, defensa. La sanidad y educación son más cuestionables, pero en una verdadera democracia tiene que existir la igualdad de oportunidades y la educación y sanidad públicas de calidad, lo garantizan. Y en concreto la sanidad pública española, comparando presupuestos internacionalmente no es tan cara para los resultados que parece obtener.

    Sanidad y educación públicas son perfectamente cuestionables. Pero antes me cuestionaría muchos otros. He aquí algunos ejemplos: jacuzzis, centros de convenciones, teatros, clubs de fútbol, circuitos (también en Valencia), pistas de esqúí, grandes infraestructuras, etc. Un centro de salud cada 2 km es claramente un despilfarro. Pero ¿Y dos pabellones deportivos a menos de 200m como el Navarra Arena y pabellón de deportes UPNA? Y por no hablar de inversiones en bolsa con el dinero de todos. Lo dicho. Tijera grande dónde absolutamente nadie pidió servicios públicos.

  11. Para librestador .
    El modelo Suizo es como dice ,
    De barato no tiene nada .
    El minimo es unos 250 euros al mes
    aproximadamente con una franquicia de
    2500-3000 euros .
    Las coberturas esas son minimas ,
    un seguro completo sube bastante ,
    otra cuestion es que las empresas ,
    te lo superan , pero el seguro se paga
    igualmente porque es personal , trabajes o no trabajes .
    Por lo demas aconsejo ver que se considera CIUDADANO en Suiza , que ni siquiera considera ciudadanos solamente por nacer y vivir alli .
    Para unos nosotros si emigrasemos alli necesitariamos unos 20 años , minimo
    y depende Cantones .
    la ventaja del Modelo suizo , pais donde trabajan muchos extranjeros en empresas ( bancos y multinacionales sobre todo )y organismos internacionales
    Es que evite el aprovecharse , el engaño al que son
    muy contrarios los Suizos .
    Son contrarios en pabellones deportivos ,
    circuitos, baluartes , sendas vivas y similares igualmente

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