Sorpresa en el Parlamento de Navarra. Aunque el PSN inicialmente se había negado a tomar en consideración la proposición de la Ley de Símbolos de Navarra Suma, ahora de repente cambia de criterio y decide impulsarla. Según Alzórriz, con esta nueva pirueta «el señor Esparza y su formación están descolocados, no saben cómo actuar”, y se “desmonta la campaña de descréditos y de mentiras que Navarra Suma lleva ejerciendo durante toda la legislatura», ya que «se ha conformado un Gobierno en el que los miembros que los sustentan respetan los símbolos de Navarra, con una presidenta a la cabeza que los respeta, los dignifica y los defiende«, el PSN adelanta que si lo que pretende Navarra Suma es “realizar una ley para confrontar y buscar las sanciones, nuestro partido no estará a su lado”, pero que “si lo que quieren es respetar y hacer respetar los símbolos y unir en convivencia, nos tendrán a su lado».
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A la vista de este aparente cambio de actitud, el análisis de Esparza fue que «me suena a que hay elecciones», ya que efectivamente todo el mundo tiene la impresión de que “el PSN, por tener el Gobierno, se ha vendido al nacionalismo vasco». Se trataría por tanto de dar una de cal por tantas de arena debido a la mala imagen y al período electoral en el que estamos.
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Otra interpretación más inquietante, sin embargo, podría ser la de que Chivite se plantea ceder una vez más ante el nacionalismo y recurrir la sentencia del TSJN contra el decreto del euskera en la administración, ya que se trata de una cuestión nuclear e irrenunciable para Geroa y Bildu. En tal caso podría ser que el PSN se hubiera resignado a presentar el recurso contra sus propios planteamientos (los diseñadores del recurso para la UGT han sido Lizarbe y Roberto Jiménez) y, a la vista del escándalo que se formaría ante una cesión de semejante calibre, podría haberse decidido apoyar en cambio la Ley de Símbolos de Navarra Suma para equilibrar el balancín y poder presentar a la sociedad navarra un desmarque respecto al nacionalismo. Llamativamente, Geroa Bai, Podemos e IE permanecieron ayer sospechosamente tranquilos y acríticos en el Parlamento ante este nuevo e inesperado viraje del PSN.
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El balancín, no obstante, quedaría bastante desequilibrado si efectivamente se verificara este movimiento, ya que una vez más el nacionalismo cedería ante el PSN en lo simbólico (siendo importante lo simbólico) pero manteniendo el control sobre las políticas reales. A fin de cuentas el nacionalismo es consciente de que ciertas manzanas no pueden caer al principio o en las etapas intermedias del proceso de abertzalización en el que estamos.
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Apuntando hacia los peores presagios, Chivite ayer volvió a negarse a descartar el recurso y, por el contrario, comenzó a agitar el espantajo previamente ofrecido por los nacionalistas de que es una decisión que puede afectar a más de 1.500 personas, que ocupan una plaza en función de una OPE cuyos criterios podrían resultar ahora cuestionables. Obviamente llegados a un escenario extremo podría haber personas perjudicadas, más que nada por el estropicio generado por el cuatripartito, pero los perjudicados no serían absoluto sólo personas que obtuvieron una plaza, sino también y acaso sobre todo lo que, por haber sido discriminados, no la obtuvieron. Y desde luego hay que impedir semejante discriminación a futuro.
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4 respuestas
O sea, que les preocupa una sentencia (que tumba un infame Decreto) porque afecta a 1500 personas, pero no el propio Decreto que perjudica a muchísimas más. Trileros sinvergüenzas, o sea, socialistas cogidos por los …
No os dais cuenta, estimados amigos de NC, de que en estos vaivenes quien se ahoga es el nacionalismo, inserto en un Gobierno con un partido al que detestan. Dije tras las elecciones forales que la llegada del PSN a la presidencia sería veneno para el nacionalismo. Que se cocerían en su propio jugo, poco a poco. Y esto me da la razón. Cuatro años de Chivite dejarán el nacionalismo vasco en sus escurrajas.
Y nosotros sin darnos cuenta Obabatarra. Claro, para que se cuezan mejor la cocinera Chivite riega el guiso nacionalista con la alcaldía de Huarte y con la presidencia de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, un puesto mejor pagado que la presidencia del Gobierno.
¡Por Dios, Obabatarra, cómo no se nos ocurrió antes! Si en 2007 hubiera dejado Pepiño Blanco gobernar a los «puristas» con los «aberlaches» el nacionalismo vasco ya no existiría en Navarra. Me dan ganas de votar a Snchz el 10N para ver si gobierna con Oteguis y Puigdemones y los deja bien cocidicos. Claro que igual se cocían ellos solos con tanto brindis por llegar al gobierno. ¡Menuda cogorza!. Buen finde, Obabatarra, siga Vd. celebrando la ascensión al trono de Chivite en brazos de nacionalistas y comunistas.