Puede parecer que de lo que se trata es de hablar de Pablo Iglesias o del bareto de Pablo Iglesias, pero como casi siempre en este confidencial de lo que se trata en el fondo es de hablar de ideas. El punto de partido es que el ex-líder de Podemos, o líder ahora en la sombra, pide dinero a sus simpatizantes mediante un crowdfunding para trasladar su establecimiento, el Garibaldi, a un local más grande, alegando que se le ha quedado pequeño. El objetivo es conseguir 146.000 euros. Por cierto, Iglesias escribe crowfunding en vez de crowdfunding. Crowd en inglés es multitud, crow es cuervo, por precisar.
Cada vez más cerca de la Nueva Taberna Garibaldi. Gracias a las casi 700 personas que ya habéis participado en el crowfunding ✊ pic.twitter.com/o7k6X8ihv5
— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) April 10, 2025
¿Qué es lo que sabemos del Garibaldi? Pues que ofrece más o menos los mismos productos y servicios que cualquier otro bar o restaurante similar de Madrid, a los mismos precios o similares, pagando los mismos salarios o similares, aunque por lo que se ha publicado en un local bastante más sucio que otro local similar.
🔻 La ruina de Pablo Iglesias con su taberna un año después de su apertura: vacía un viernes y con graves problemas de higiene
— El Debate (@eldebate_com) March 22, 2025
No convence como político, menos como empresario… La decadencia de Podemos discurre en paralelo a la del restaurante
https://t.co/fKLntQ7AE8
Que el local de Pablo Iglesias esté más sucio, sea más caro u ofrezca peores productos que la competencia en realidad tiene su lógica. El que va a un bar cualquiera a tomar algo, se va al bar de al lado si el bar de al lado es más barato, el camarero es más amable, la comida es mejor o el local está más limpio, porque todo eso es lo que valora y lo mismo le da un bar que el de al lado. El dueño del bar, por consiguiente, procura tener el mejor producto posible, el mejor servicio posible y el mejor precio posible. Si no lo procura, ya lo procurará el del bar de al lado. Al final en un libre mercado en un régimen de competencia el destino es que haya negocios haciendo las cosas bien o negocios cerrados. Lo que sucede con el bar de Pablo Iglesias es que funciona en otra liga con otras normas. La gente no va al bar de Pablo Iglesias, o por lo menos una buena parte, a disfrutar de la comida o las tapas, o del local y el servicio, sino a luchar contra el antifascismo. Por consiguiente no le importa que el local esté sucio, o que la comida sea peor o más cara. No se va a ir al bar de al lado porque el bar de al lado no lucha contra el fascismo, sea lo que sea eso. Si no tienes que tener limpio el local porque el cliente no se va a ir al bar de al lado, desaparece la motivación para limpiar. A la vista están los resultados.


En un régimen de mercado, si a un empresario el local se le queda pequeño es porque acude mucho cliente, tiene muchas ventas y genera un beneficio. En este sentido es raro que un empresario que se tiene que mudar a un local más grande por el éxito que está teniendo su negocio lo tenga que pagar con un crowfunding. ¿Por qué no lo paga con sus beneficios? ¿Por qué le traslada ese coste a la gente? ¿Es mejor tratada la gente en un local “socialista” si el “empresario” no tiene que pagar el local con el dinero de sus beneficios sino con el dinero que le pagan una serie de personas sólo por devoción?
Pagadme el bar por el bien de la izquierda verdadera. pic.twitter.com/2ViCfVJ3wf
— Edu Galán (@edugalan) April 9, 2025
En un sistema capitalista, para comprar un local más grande el empresario tendría que tirar de sus beneficios, o pedir un crédito (que acabaría pagando a costa de sus beneficios), o podría hacerlo también ampliando capital. Esta opción de ampliar capital podría parecerse a un crowdfunding, pero tratando a los participantes mucho mejor que Pablo Iglesias trata a su gente. Es decir, en una ampliación de capital la gente puede poner dinero para ampliar un negocio, pero lo hace a cambio de acciones y, por tanto, de una participación en el negocio y sus beneficios. Por el contrario, Pablo Iglesias le pide a su gente que le pague el nuevo local por la cara y a cambio de nada. ¿No se dan cuenta todos los participantes en el crowfunding que serían mucho mejor tratados en un esquema capitalista? Naturalmente puede ser que no haya beneficios en el negocio de Pablo Iglesias, ¿pero entonces no aporta más al bienestar general cualquier otro bar que sí tenga beneficios y pague impuestos sobre esos beneficios? ¿Cómo va a sufragar entonces un local más grande en el futuro y esto siempre pensando bien y sin suponer ninguna entrada de fondos extraña? ¿Con un crowdfunding más grande?
Una ensalada en la taberna Garibaldi: 11 euros
— Lucia Etxebarria (@LaEtxebarria) March 19, 2024
Un menú completo con pan fino y postre en "el 29" alias "La taberna de Eulogio" :11 euros.
EN EL MISMO BARRIO
Si la taberna de Pablo Iglesias es el bastión del proletariado, yo soy Miss Valladolid pic.twitter.com/CiTbSEtCM2
Queda por dudar si ya teniendo problemas para mantener limpio y en buen estado un local pequeño podrá Iglesias mantener limpio y en buen estado un local más grande. ¿O tendrá que mudarse llegado el momento a otro local en vez de limpiarlo? Por otro lado, ¿en qué sentido ha presentado Pablo Iglesias un modelo alternativo de ser empresario? ¿Paga salarios mucho más altos que el resto de bares? ¿Trabajan muchas menos horas sus empleados? ¿Son los precios a los clientes mucho más bajos ofreciendo además una calidad superior a los bares de al lado? Si ni pagando salarios iguales, cobrando precios iguales (o mayores), y ofreciendo productos iguales (o peores) tiene beneficios, Pablo Iglesias seria un ejemplo de que las cosas se pueden hacer mejor, pero no peor que en su caso. Si todos los empresarios son unos hijos de perra, ¿en que se diferencia Pablo Iglesias de los demás empresarios? ¿En que al parecer tiene el local menos aseado (sucialismo o muerte) de todo su entorno? Desde luego en jabón o pintura no parece que se le vayan los beneficios. Y eso que la propaganda la tiene gratis.