4 meses de vacaciones al año y 50.000 euros de sueldo, para ir tirando.
A su regreso a Navarra, Txentxo Jiménez ha hecho alusión mediante un escrito a algunos de los argumentos que se han utilizado para criticar sus vacaciones. En dicho escrito, Txentxo trata de convencer a propios y extraños de que si está de vacaciones cuando se supone que debería estar trabajando, es porque se dedica a trabajar cuando se supone que está de vacaciones. Es de este modo como justifica sus ausencias y que a sus 3 meses de inactividad parlamentaria añada un mes de vacaciones extra durante los períodos de sesiones del Parlamento.
Lo más sorprendente, sin embargo, ha sido la referencia a los 50.000 euros que cobra como parlamentario: “les puedo asegurar que descontados los gastos que supone estar todo el día en la calle queda para vivir, bien, pero para vivir”.
Una campaña contra él debido a su talla política.
Declará también Txentxo que le resulta “de difícil comprensión entender que las vacaciones de un parlamentario sean el principal asunto de Navarra durante diez días”. No concibe que el escándalo tenga nada que ver con el vascuence ni que las críticas provengan de sus propios votantes. Es por ello que añade: “Sin ninguna duda veo una clara campaña contra mi persona”. Y entonces se pregunta: “¿Por qué tan grande?” Tras insistir en la insignificancia de su falta, y en la enormidad de la campaña en su contra, Txentxo tiene muy clara la respuesta: “Alguien decía que, el nivel de uno lo marca la reacción de sus enemigos, me sorprende y casi me halaga comprobar tal derroche de esfuerzos y medios”.
La decisión en manos de Aralar y Nabai.
Txentxo termina su discurso declarando ponerse “a disposición de ambas organizaciones para que resuelvan esta desafortunada situación pensando la solución más conveniente para el bien del proyecto de cambio para la sociedad Navarra defendemos”.
Lo cierto es que pocos personajes de la vida política navarra pueden darnos tantas satisfacciones como Txentxo en términos mediáticos. Es por ello que, aún conociendo la vida de trabajo y privaciones a la que Txentxo se vería abocado en caso de seguir en su mismo puesto y con su humilde sueldo, su continuidad sería la mejor noticia para nosotros. Naturalmente puede que nuestros lectores tengan otra opinión respecto a este hombre que el pasado verano estuvo a punto de convertirse en vicepresidente del Gobierno de Navarra, así que hemos habilitado una encuesta para saberlo.