Entienden que los curas de Navarra son “vascos” y que están obligados a trabajar por una “ Euskal Herria libre, soberana e independiente”, si no a través de la política, sí con la religión y la cultura. Aprovechan la carta para pedirles que voten a los batasunos, “qué más da cómo nos llamen los fascistas”. Hemos constatado que la misiva, que no pasará a la historia como hito de la literatura epistolar, ha sido remitida en los últimos días a unos 23 sacerdotes de la zona vascófona de la Comunidad Foral. Además de confirmar la cuestionable conducta de estos peculiares ‘demócratas’, sus consecuencias no van más allá de lo anecdótico. La amplísima mayoría del clero en Navarra no contemporiza en absoluto con el nacionalismo, y menos con los radicales. Otra cosa ocurre con nuestros vecinos.