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Retrospectivamente contemplado el asunto, alguien podría preguntarse cómo demonios el Gobierno de Navarra se planteó jamás meter el dinero de los contribuyentes en el semi-casino de la inversión bursátil.
El caso es que allá por 2005 se barajaron diversos argumentos. Por un lado, ¡qué tiempos!, se tenía el dinero.
Por otra parte, la inversión en Iberdrola podría calificarse como estratégica.
En teoría, la compra de un 1% de Iberdrola podría posibilitar la ocupación de un asiento en el consejo de administración de la eléctrica desde el cual, a su vez, se podrían garantizar las inversiones y desarrollo de infraestructuras, así como la compra de energía renovable a Navarra.
Naturalmente el puesto en consejo de administración de Iberdrola era de por sí una auténtica golosina. No sólo por el relumbrón inherente a figurar en el núcleo de poder de una de las empresas importantes del IBEX 35, sino porque el puesto venía acompañado de una más que jugosa retribución en metálico para el afortunado que ocupara el asiento. Un afortunado que, al parecer, se barajó que pudiera ser el propio Miguel Sanz o el entonces consejero de Economía y Hacienda, Francisco Iribarren. Se hablaba entonces de que el sueldo como consejero de Iberdrola podría alcanzar los 180.000 euros, pero las cifras publicadas en años posteriores invitan a pensar en retribuciones mucho más altas todavía. Al reducirse los puestos en el consejo y subirse los sueldos, en 2008 los 15 consejeros se repartieron 11,18 millones de euros. Ignacio Sánchez Galán, por su parte, cobró ese año 17 millones de euros.
Sánchez Galán merece capítulo aparte en esta historia, ya que por la época en la que SODENA entró en Iberdrola llevó a cabo un auténtico “road show” por toda España para convertir a todas las cajas de ahorros que pudo en accionistas de Iberdrola. Galán buscaba apoyo político y a cambio, hábilmente, prometió a todos más o menos lo mismo. Que invirtiendo en Iberdrola se podía tener un puesto en el consejo, que con un puesto en el consejo se podían garantizar las inversiones energético-estratégicas en la comunidad de la caja de turno, etc, etc, etc. El resultado fue que Iberdrola pasó a ser de facto una eléctrica semipública en la que estaban BBK, Caja Vital, Unicaja, Caja Castilla la Mancha, Bancaja, las cajas de Castilla-León, Caja Murcia, Caja Extremadura… y evidentemente SODENA y a través de ella también Caja Navarra.
Dicen las malas lenguas que cuando Galán iba a Bilbao era para recordar al PNV que él era uno de ellos y a vender un porcentaje de Iberdrola a la BBK, que luego iba a la Comunidad Valenciana a asegurar a Camps que era pepero de toda la vida y ofrecerle otro porcentaje a Bancaja, que luego aterrizaba en Extremadura señalando al PSOE que tan rojo era su corazón como verde su corbata. Mal resultado no le dio a Galán la estrategia, con la que por otro lado se consiguió el respaldo de un potente grupo de accionistas que posteriormente le vino de perlas en su pugna con ACS por el control del poder dentro de Iberdrola.
Eso si, con tanta promesa a tanta gente sucedió que, después de que SODENA hiciera su inversión multimillonaria, a los pocos meses hubo una vacante en el consejo y quien la ocupó no fue nadie de Navarra, sino un hijo del último presidente de una de las empresas que confluyeron en Iberdrola. Ocho años después, habiendo desaprovechado diversas ocasiones para vender las acciones con plusvalías de más de 100 milllones, la pregunta es si salir pitando o aguantar en un sitio en el que conceptual y filosóficamente nunca debiéramos haber siquiera entrado, sin haber olido ni de lejos en los ocho años, por otro lado, un asiento en el consejo.
3 respuestas
Entre pillos anda el juego, y va y resulta que a los Quesiteros se la dieron con queso. El colmo del Quesito, engañdos por otro ratón más listo. No es que Miguel Sanz se hubiera leído el libro «¿Dónde está mi queso?»…es que lloraba porque se lo habían birlado y con él, el puesto de consejero. Ahora tiene que conformarse «solo» con Audenasa, MGO y Bodegas Sarría (que se sepa).
Desde luego con gente así, los Orkos tienen medio camino hecho.
– No se lo tengan en cuenta… eran los tiempos del Imperio. De las conferencias en Washington, de la Semana Navarra en Nueva York, de las grandes obras faraónicas, de la administración elefantiásica, de las alfombras rojas al paso de los próceres, de que el pueblo que se joda y que hubiera votado otra cosa…
– Pero esos tiempos ya no volverán.
– Los tiempos de Antonio trayendo camisas italianas…
– OH WAIT!! Que esos tiempos están volviendo….
Del irsen, irsen, si me queréis, irsen, voy a tener que pasar al «no hemos aprendido nada». Me dio lástima veros en el Muga de Beloso arropando al sistema. Lástima. Lo dicho, no hemos aprendido nada.
Y todo este montaje para que finalmente Miguel Sanz acabe en Audenasa.Grave error de cálculo.