Hace sólo unos días el Gobierno de Navarra anunciaba orgullosamente que 4.000 docentes navarros están participando en las actividades formativas del programa SKOLAE. En realidad, están siendo instruidos en las verdades indiscutibles de la ideología de género y el feminismo radical ultraizquierdista para a su vez instruir en ellas a los alumnos de todos los centros navarros.
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Es posible que lo último que recuerden de SKOLAE muchos lectores sea la noticia en junio de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra fue declarado nulo de pleno derecho por los defectos formales en su gestación. La resolución del director general de Educación por la que se aprobó la implantación de Skolae en 2017, según sentenció el tribunal, prescindió “total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido”, puesto que debió tramitarse como una disposición general (un reglamento), y no mediante un acto administrativo, al integrarse el citado programa en el currículum como materia transversal. A diferencia del acto administrativo, la disposición general o reglamento exige un proceso más participado y una exposición pública previa. Todo eso, el gobierno del cambio se lo saltó. O dicho de otra forma, SKOLAE era una cloaca en el fondo, pero también un despropósito en la forma.
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A pesar de todo, parece que el poder absoluto de la izquierda no va a detener su maquinaria por una insignificante ilegalidad, por lo que cerca de 4000 docentes de la Comunidad Foral, según denuncia Familiae, están siendo obligados a recibir formación en Skolae, “un programa de coeducación que no es neutro, sino que se fundamenta en la ideología de género”.
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Familiae denuncia que “todos esos docentes están siendo obligados a realizar esta formación”. Además, afirmando haber tenido acceso a una de las charlas de las que se están impartiendo a los docentes, denuncia que la ponente afirmaba cosas como que «los seres humanos no son aquello que quieren, sino que están determinados socialmente por aquello que dijo la institución médica cuando nacieron: niña o niño». O sea, que las maternidades de los hospitales en realidad son siniestros tentáculos del patriarcado, dedicadas a la opresión de los niñas y niñas con vulva.
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En esa misma charla, según sigue exponiendo Familiae, la ponente también aseguraba que «uno nace con un sexo, niño o niña, y que después se le asigna socialmente a cada uno la manera en que tiene que comportarse». Este dogma de la ideología de género, ahora convertido en obligatorio e indiscutible, niega por completo el papel de la biología y la genética en la conformación de la persona, en sintonía con la doctrina marxista clásica. La genética, por ejemplo, estaba prohibida en la URSS. Los viejos postulados del idealismo y la tábula rasa, de este modo, por obra y gracia del neocomunismo vienen a convertirse en verdades filosóficas indiscutibles cuyo cuestionamiento puede conllevar hasta una sanción. Por otro lado, la ideología de género es un galimatías argumental que, lo mismo que nos dice que no existe el género y todo es educación, hay niñas encerradas en el cuerpo de niños que se sienten niñas pese a todo el condicionamiento y toda la educación recibida , porque son lo que son al margen de la normatividad. O sea, ningún ser humano tiene realmente un género previo a la educación o al margen de ella salvo los transexuales.
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Familiae tiende una vez más la mano al Consejero de Educación, Carlos Gimeno, para que se reúna con esta plataforma y el resto de actores educativos haciendo un esfuerzo para consensuar y despolitizar los contenidos. Es de temer, sin embargo, que el objeto de SKOLAE es precisamente politizar la educación e imponer la uniformidad de pensamiento.
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Por lo demás, nos llegan noticias de que en estos cursos de formación se llega al extremo de evaluar las creencias de los profesores, negándose cualquier posibilidad de discrepancia y exigiéndoseles una asimilación total de las ideas que el gobierno pretende universalizar a los alumnos a través de SKOLAE.
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Para apoyar SKOLAE, por consiguiente, no basta con estar de acuerdo con todo el discurso ideológico que vertebra el programa, sino que también hay que estar de acuerdo en que este discurso no se pueda discutir, las familias no tengan derecho a la libertad educativa y las formaciones que están en el gobierno puedan utilizar los colegios para imponer su ideología partidista.
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La pregunta es si van a estar también a favor de esto cuando gobiernen otros y legítimamente quieran hacer lo mismo con sus hijos o si sólo lo apoyan mientras gobiernen los suyos.
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