Antes de SKOLAE, seguramente de forma no casual, tuvo lugar como elemento preparatorio la famosa campaña de Chrysallis Euskal Herria afirmando que había niñas con pene y niños con vulva. Esta campaña declarada por el poder establecido como indiscutible sirvió, entre otras cosas, para señalar que había unos niños padeciendo un sufrimiento terrible, y que ese sufrimiento terrible venía dado por todas las personas que creen que existe alguna relación entre la identidad sexual y el sexo biológico. Así pues, el que no aceptaba esta premisa era prácticamente un torturador de niños. Para poner freno al sufrimiento de estos niños y a la mentalidad que generaba este sufrimiento o el genocidio del género femenino por parte del género masculino, había que poner con urgencia en marcha un programa como SKOLAE, que frente al riesgo de dejar la educación de los niños en manos de sus padres formara a la juventud desde la niñez en las verdades incontestables de la ideología de género.
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¿Arreglar el problema o multiplicarlo?
Hay un pequeño porcentaje de niños que se sienten niños siendo niñas o viceversa, con el consiguiente trauma. Aunque está prohibido cestionarla, la discutible premisa del discurso dominante es que hay niños atrapados en los cuerpos de niñas aunque, por otro lado, el discurso dominante nos dice que los niños y las niñas son iguales salvo en el cuerpo, con lo que no queda muy claro cómo alguien puede estar en un cuerpo equivocado si aparte del cuerpo en lo demás somos iguales, ni cómo se puede solucionar totalmente eso llegado el caso. Obviamente no hay debate respecto a que estos niños merecen cariño y respeto. La pregunta es si la manera de arreglar el problema es convertir la excepción en norma. Es decir, si la normalización de estos niños consiste en que no sólo ellos, sino que todos los niños se cuestionen si son niños encerrados en cuerpos de niñas o viceversa. ¿Quieren los padres navarros que los colegios se dediquen a generar deliberadamente la confusión de los niños sobre su identidad sexual? ¿Estamos arreglando el sufrimiento de unos poco niños o realmente estamos multiplicándolo de una manera totalmente irresponsable?
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El boom de los niños transgénero
En cualquier caso, pero mucho más si partimos de la base de que la identidad sexual es una mera construcción social, deberíamos tener mucho cuidado con llevar a los niños a una confusión inducida sobre su identidad sexual. No existen muchas estadísticas al respecto y no todas las estadísticas, según lo que indiquen, ocupan un hueco destacado en los medios. Tampoco pensemos que SKOLAE y la campaña de las niñas con pene y los niños con vulva es un fenómeno meramente local, sino que nos encontramos ante una ofensiva global perfectamente orquestada. El año pasado en Gran Bretaña, por ejemplo, produjo una cierta conmoción la noticia de que en los últimos años se había producido un aumento del 4.000% en el número de niños que pedían un cambio de género.
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Esta otra noticia, también del año pasado, también de gran bretaña, señalaba el caso de 17 niños de una sóla escuela, buena parte de ellos autistas, pedían un cambio de género. Naturalmente no se podía esquivar la pregunta de si hay escuelas, programas y profesores que pueden llevar a los niños a una auténtica confusión sexual inducida.
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Todo lo anterior nos devuelve a Navarra, a SKOLAE y a la pregunta de si no es muy distinto respetar a los niños que liar la cabeza a todos los niños, y si no es esto segundo lo que realmente se puede acabar consiguiendo. No es por alarmar gratuitamente, pero en relación a todo ello este es el tipo de cosas que encontramos en las famosas fichas de SKOLAE.
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