Si el discurso de Sánchez respecto a los medios empieza a parecerse al de Chávez, ¿tenemos que preocuparnos?

Establecer paralelismos siempre resulta arriesgado, pero igual que puede ser arriesgado hacerlos puede ser arriesgado no hacerlos. O sea, que como siempre juzguen ustedes mismos. El caso es que los tiranos nunca se llevan bien con los medios. Allá donde hay un tirano, sólo hay medios cacareando las virtudes y logros del tirano. Así que cuando, como ahora, un gobierno empieza a sentirse muy incómodo con los medios críticos, a señalar medios, a verbalizar su descontento, a amenazar a medios, a descalificar a medios, e incluso a preparar leyes contra los medios, conviene ponerse en guardia porque eso es lo que pasa cuando empieza a asomar un tirano.

Es por ello que en momentos como estos resulta inevitable acordarse de Venezuela y en cómo un gobierno legítimo salido de las urnas, incluso con gran apoyo popular inicial, poco a poco se fue convirtiendo en un régimen tiránico que iba subvirtiendo el estado de derecho desde dentro del propio estado de derecho, aprobando leyes habilitantes, recortando el derecho a la crítica, adueñándose de los tribunales… lo mismo que empezamos a ver aquí por momentos.

Naturalmente Hugo Chávez no se ponía delante de un micrófono a largar sus interminables peroratas al estilo castrista diciendo que quería terminar con la democracia, que le molestaba mucho la libertad de expresión y que le gustaba poder mandar sin limitaciones. Por el contrario, todos sus recortes a la libertad de expresión y toda su persecución a los críticos se revestía de un discurso muy parecido al que estamos empezando a ver ahora en España. Que los medios privados mienten constantemente, que ocultan los logros del gobierno, que están vendidos a oscuros intereses, que no aceptan la voluntad del pueblo…

En definitiva, ningún dictador que se precie llama abiertamente por su nombre a sus intentos por hacerse con el control absoluto, por el contrario, a las disposiciones que va tomando poco a poco para convertir el sistema en una dictadura las llama medidas para mejorar la libertad y regenerar la democracia. Al final de todas estas medidas democratizadoras todo el que no apoya al tirano acaba en la cárcel o en el exilio, y por supuesto amordazado.

No es necesario decir que el tirano, desde que llega al poder, se apropia de todos los medios públicos. Estos son los primeros en caer. El discurso de los medios públicos y el del gobierno es el mismo. El enemigo a batir son por tanto los medios privados. Los medios públicos son meros altavoces del gobierno y los comunicadores afines al gobierno son generosamente recompensados, mientras el resto son escarnecidos y señalados.

Goebbels es siempre el otro. Los medios que o no son públicos o no son afines se dedican a mentir y alimentar el discurso del odio. Si se produce un hecho violento, obra de un exaltado, aunque la violencia siempre la suelen padecer los opositores al gobierno, se les imputa a la oposición y a los medios críticos. De este modo ya se puede dar un salto cualitativo y acusar a los medios críticos de terrorismo y golpismo.

Llegados a este punto, nunca sobra algo así como un Sindicato Nacional de Medios Públicos apoyando al presidente y denunciando la desinformación de los medios privados críticos. A partir de cierto momento hasta la CNN alimenta el discurso del odio. Porque cuando el gobierno ya tiene todos los medios controlados dentro del país, arremete hasta contra los extranjeros.

Por si ya de por sí todos estos paralelismos en el discurso no fueran lo bastante inquietantes, recordemos que tenemos ya instaladas en el Gobierno de España, o apoyándolo, fuerzas que a los dictadores como Chávez o Castro los consideran uno de los suyos, un modelo, un ejemplo. Son gentes que consideran muy imperfecta a la democracia española, pero que cuando piensan en mejorarla en lo que se fijan es en países como Venezuela. Su respuesta a la imperfección es mucha más imperfección democrática todavía. Mucha más tiranía.

Compartir este artículo

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín