No sabemos si se puede aprender economía en dos tardes, algo menos, o algo más, pero es de temer que siete años de crisis pueden pasar sobre los españoles dejándoles igual de ignorantes que antes sobre todo lo que ha sucedido. Con el peligro que eso supone para que otra crisis igual nos vuelva a golpear. O la crisis no ha servido para nada, o al menos hay cinco cosas sobre las que ya hubiéramos debido pensar y nos deberían de sonar.
La teoría del cristal roto
El Plan E. La idea de que si el estado contrata a 2,5 millones de parados y los pone a cavar agujeros, y contrata a otros 2,5 millones de parados y los pone a tapar agujeros, se acaba con la crisis y con el paro. ¿Por qué falla la teoría? ¿Por qué no se puede acabar con el paro desde el estado contratando a 5 millones más de empleados públicos? Incluso un afamado premio Nobel de Economía, Paul Krugman, ha asegurado en serio que para acabar con la crisis sería buena una invasión alienígena y los gastos de guerra (públicos) que generaría. Mucha más gente de la que parece, en virtud de la misma lógica, piensa que tirar un papel al suelo o romper un cristal genera riqueza. ¿Acaso no hay que contratar a un basurero o a un cristalero?
Evidentemente todas estas teorías fracasan porque no tienen en cuenta más que un lado de la balanza. Si el estado contratara 5 millones de empleados públicos para acabar con el paro, tendría que subir salvajemente los impuestos a todo el mundo para pagarles el sueldo. Al subir salvajemente los impuestos a todo el mundo, habría un desplome del consumo y un colapso de la economía que, con toda seguridad, provocaría inmediatamente la destrucción de 5 millones de empleos productivos para pagar a un ejército completamente improductivo dedicado a cavar y tapar agujeros..
La Curva de Laffer
Las subidas de impuestos pueden tener un efecto letal sobre la economía. Lo estamos padeciendo. No sólo es que subir impuestos equivale a bajar los sueldos o que dejándonos menos dinero en el bolsillo se enfría la economía. Es que además de recesión y paro cae la recaudación. No a pesar de haber subido los impuestos, sino precisamente a causa de haberlos subido. Laffer desarrolló la teoría de que subiendo los impuestos aumentaba la recaudación… hasta cierto punto. Pasado ese punto, las subidas de impuestos tenían un efecto devastador y caía la recaudación. ¿Usted ya se lo sabía? Pues la inmensa mayoría de nuestros políticos no.
Los abuelos de Valdegeña
¿Se acuerdan de ellos? Aquel par de abuelos de un pueblo soriano que ya en 2007 anticipaban que la crisis se nos iba a llevar por el sumidero. Isidro y Moisés ofrecían a Zapatero y Solbes las claves para evitar una crisis de deuda soberana con 3 años de antelación: “Economía no hace falta estudiar. El hombre que gane cinco duros que gaste uno, ya está la economía. Pero si el hombre que gana 5 duros se gasta 6, ya se ha jodido la economía”. ¿Consecuencias? La prima de riesgo de prestar a Isidro y Moisés es cero. Como a gente del tipo de Isidro y Moisés no les tiene que rescatar Angela Merkel, la presidenta de Alemania y los mercados tampoco les pueden decir lo que tienen que hacer a cambio de recibir el rescate.
Crowding out
Si te endeudas hoy para gastar más de lo que ingresas, mañana tendrás que gastar menos para devolver el crédito y pagar los intereses. Que ganar 5 y gastar 6 conduce a la ruina ya lo sabían Isidro y Moisés. Cualquier persona sensata lo sabría. Lo que pasa es que cuando el estado se endeuda de una manera desenfrenada (como cuando tiene un 10% de déficit) además sucede otra cosa. Todo el mundo se pregunta dónde está el dinero del rescate a los bancos. Que por qué ese dinero no les llega a las empresas y las familias. Que por qué no se recupera el crédito a pesar del rescate. Pues bien, en parte al menos eso sucede por el efecto llamado “crowding out”.
El crédito es limitado y es el dinero que tiene el banco para prestarlo. Si el banco tiene que elegir entre prestar el dinero al estado o al dueño de una frutería, el banco siempre se lo prestará al estado. Porque al dueño de la frutería nadie le va a ayudar si le va mal. Pero el estado puede subir los impuestos para pagar sus deudas. O en el peor de los casos puede ser rescatado. Por el contrario nadie rescata las fruterías. Es decir, que si el estado pide mucho crédito y los bancos tienen que elegir entre prestar al estado o prestar a las empresas y las familias, al final el estado acapara todo el crédito y no hay préstamos para las empresas y las familias. ¿Dónde está el dinero del rescate a los bancos? Invertido en deuda pública. Otro terrible efecto secundario devastador, aparte del hecho de tener que pagar intereses, que tiene el endeudamiento.
Los ricos son un recurso limitado
En Navarra sólo hay 98 personas (año 2011) con ingresos anuales superiores a los 300.000 euros. Sólo hay 784 que ganen más de 125.000. Es decir, que de 356.100 declarantes sólo hay 784 que sean “ricos”. Alguien pensará que esos 784 (entre los que se encuentran los 98 más ricos) quizá tengan más dinero que los otros 355.316 juntos. Pues resulta que no. Es más, ni remotamente. Esos 784 sólo ganan 166 millones (tienen una base liquidable de esa magnitud, para ser más precisos) frente a los 5.992 millones del total. Si les quitáramos a los navarros más ricos el 100% de sus ingresos, sólo recaudaríamos alrededor de 166 millones de euros, cuando el Presupuesto de Navarra ronda los 3.700 millones de euros, 4.400 sin los recortes. La buena noticia es que la riqueza se encuentra mucho mejor repartida de lo que los progres suponen. La mala noticia es que con lo que se puede recaudar de los ricos ni remotamente se pueden pagar los gastos elefantiásicos del estado. Por eso los demagogos nos hablan de subir los impuestos a los ricos, pero luego nos acribillan a todos.
Si, cuando acabe la crisis, a una parte importante de los españoles les suenan un poco estas cinco cosas, al menos la crisis habrá servido para que aprendamos a adquirir el conocimiento que nos puede ayudar a evitar que la próxima crisis sea tan profunda como esta. Y a elegir acaso mejor a nuestros políticos.
5 respuestas
La sexta: los políticos y los ciudadanos tenemos que aprender de esta crisis que no todo puede ser gratis. Deben existir mecanismos de solidaridad pero los abusos generalizados hacen cascar el sistema. Lo más insolidario es abusar de la solidaridad y lo más insolidario es no ver esos abusos o disculparlos.., por solidaridad.
Pues no. Después de todo esta dosis de información en vena, a algunos lo único que les queda en la cabeza son los eslóganes mitineros de la izquierda callejera y barricada al canto. Que si los recortes son malos (aumentando el presupuesto, toma ya), que si el gasto es bueno (de dónde creerán los tontos que sale el dinero sino de sus propios bolsillos), y para rematarlo todo, la Memoria Histérica y algún cantante o actor de la SGAE D’a Laceja haciendo el caldo gordo a la revolución desde su nuevo Lamborghini.
Y nos nos olvidemos del Nazionalneanderthalensis, ellos a lo suyo, a llevar la pasta de las subvenciones a sus euskomolino particular. Y que se hunda todo menos mi terruño.
Es un milagro que la economía siga en pie. Todo gracias a los redaños de los españoles, que un día si y otro también, en el ámbito que puedan, se esfuerzan por tirar para adelante. Esos son los Héroes.
Mi experiencia de la crisis es que ha afectado a la gente buena y a la buena gente.
A los ricos (a los ricos de verdad y a los que directivos con sueldos multimillonarios, no a los rentistas), no les ha hecho pupa. En todo caso les ha hecho bien.
A los niñatos que por tener un título bajo el brazo se creen con derecho a que les den trabajo, ganen bien y les den casa, tampoco.
Y señalo ambos colectivos: ricos y niñatos porque creo firmemente que son el cáncer incurable de nuestra sociedad.
¿La esperanza? Que los niñatos no tienen hijos. Son demasiado hedonistas.
Es una visión sesgada, lo admito.
Un libro publicado en 1998 que ya anunció la crisis económica.
Jesús Huerta de Soto; «Dinero, crédito bancario y ciclos económicos»
La crisis económica que azota la economía mundial desde el año 2006-2007 ha podido sorprender a muchos economistas pero no a aquellos curtidos en la tradición de la Escuela Austriaca de economía, de la que Huerta de Soto es su máximo exponente.
http://www.lebrelblanco.com/articulos/
http://www.lebrelblanco.com/pdf/articulos/Huerta%20de%20Soto,%20Jes_u_s;%20Crisis%20financiera%20y%20recesi_o_n%20econ_o_mica;2009;1.pdf
Ciertamente, me parece muy atinado por parte de don Carlos Sánchez-marco traer a colación a don Jesús Huerta de Soto, que ya hace tiempo que predica, desafortunadamente, en el desierto. Ciertamente, esta puñetera crisis no es más que el ejemplo evidente de una expansión monetaria y crediticia hecha a medida de políticos y banqueros para que, so pretexto de «activar la actividad económica en recesión», algunos se hayan puesto las botas a costa de la mayoría, que no hemos empobrecido, y no poco. Y cuando nuestras rentas y salarios han disminuido como para para poder bajar los precios, lo que ha dado pie a un sensible aumento de la demanda externa (nos hemos hecho más competitivos), llega el farsante Rajoy y dice que ve reverdecer la economía. De cajón. Lo que no dice es que, con semejante deuda alcanzada y paro y cada vez más pensiones, o toma medidas drásticas de reducción del gasto o, a seguir subiendo los impuestos y la deuda, lo que nos hará estancarnos. En todo caso, seguimos pagando los mismos. Y la ilustrada izquierda a seguir manteniendo su discurso, y a seguir con la cantinela de que los ricos son más ricos, como si los que menos tenemos no lo tuviéramos mucho más fácil para bajar por debajo del umbral de la pobreza.