A veces resulta difícil de entender la lógica de los políticos. Es el caso del extraño artículo de Roberto Jiménez subido a su blog y publicado ayer en Diario de Navarra. A lo largo del escrito, el líder del PSN reprochaba a la derecha que se hubiera pronunciado sobre si Sortu es Batasuna antes de que lo hicieran los tribunales, reprochaba todas las declaraciones al respecto anteriores a la sentencia, realizaba una encendida defensa de la autonomía judicial en relación a los políticos y, emulando a Eguiguren, aseguraba que “si Sortu pasa el filtro de la ley de partidos y puede presentarse a las elecciones, lo celebraré como lo que supondría: una victoria en toda regla del Estado de Derecho y de los valores democráticos y constitucionales”.
Independencia del poder judicial
En cuanto a la presión sobre los jueces, pocas veces habremos visto mayor presión para influir sobre el sentido de una sentencia que en el caso del Estatuto de Cataluña, en buena medida alentada por los socialistas. Por otra parte, parece que Roberto Jiménez o sus asesores pretenden que las sentencias judiciales sustituyan a las propias opiniones. Evidentemente se trata de ámbitos diferentes. Lo que nos lleva al siguiente punto, que es el de que si alguien realmente quiere independencia de los jueces respecto a los políticos, lo lógico es que propugne un sistema en el que, a diferencia del que rige en España en la actualidad, los jueces no los nombren los políticos u órganos cuyos miembros previamente los designen los políticos. Sobre todo si, retrocediendo ahora al punto anterior, alguien pretende que las sentencias judiciales sustituyan a nuestras propias opiniones.
También ETA lo hubiera celebrado
No se trata de hacer navegar a ETA y Roberto Jiménez en el mismo barco, pero sí de subrayar que Roberto Jiménez se ha equivocado. Si Sortu hubiera pasado el filtro del Supremo, no sólo lo hubiera celebrado Roberto Jiménez. Sin duda ETA también lo habría celebrado. Porque hubiera significado una victoria y no una derrota de ETA. Hubiera significado que Roberto Jiménez habría tenido que subirse a la tribuna del Parlamento a discutir con el miembro de una organización dentro de la cual, por llevarle la contraria, otro miembro encapuchado habría puesto al líder socialista navarro en su punto de mira. Todos sabemos, y en este caso tenemos además el refrendo de los tribunales, que ETA y Batasuna forman parte de un entramado común en el que existe un reaparto de papeles. La sentencia del Supremo es una victoria de los demócratas porque ETA, pese a su lema bietan jarrai, tendrá que elegir entre la política y la violencia.
La alegre presencia de ANV en las instituciones
No está claro, siguiendo su propia lógica, qué alegría le tuvo que producir a Roberto Jiménezla presencia de ANV, por poner un ejemplo, en el Ayuntamiento de Pamplona, pasando el «listón» democrático de la legalidad al que alude en su artículo. Eso sí, 13 personas han muerto desde que Batasuna, a través de ANV, logró colarse la última vez en las instituciones. La pregunta es si al terrorismo nacionalista vasco aún le queda otra carta para simultanear las pistolas y las bombas, y si el descarte de Sortu ya lo daban por descontado.
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3 respuestas
Que no se entristezca Robertico. Cuando ETA BATASUNASORTU se meta en el parlamento via EA, ni el fiscal gral del gobierno, ni Rub-Al-Kaaba, ni Zetaparo, ni nadie en el PSOE haran NADA por evitarlo. Seguro que se pone de un contento…
Creo que esa victoria es patente también ahora Roberto.
A ver si se os mete en la cabeza de una vez por todas y dejáis las medias tintas. PARA QUE ESTOS INDIVIDUOS TENGAN DERECHO A ESTAR EN LAS INSTITUCIONES, ETA TIENE QUE DEJAR LAS ARMAS Y DESAPARECER. Entonces y solo entonces, todos los ciudadanos tendrán los mismos derechos y las mismas oportunidades. Oportunidad de vivir pensando diferente a los demás. Mientras tanto nos alegramos no de que el tribunal dictamine contra Sortu (aparecer en euskera)sino de que en democracia ellos también puedan convivir respetando las mismas reglas que los demás.
No señor, Sortu no ha pasado el filtro porque de los informes entregados por la Fiscalía a la «sala del 61» se desprende que Sortu es Batasuna con otro nombre, es decir, un partido ya ilegalizado y conforme a la Ley de Partidos no puede acceder al registro. ETA no tiene que desaparecer para que Sortu sea legal, para nada. Sortu será legal cuando no siga por la línea continuista de Batasuna y cuando sus miembros se aparten sin medias tintas del terrorismo y las asociaciones ilícitas.No mezclemos txurras con merinas, exigir que ETA desaparezca para la inscripción de Sortu sería una aberración desde el puto de vista jurídico constitucional y una patada en la entrepierna al estado de derecho.