Recesión en V.
Es aquella en que el crecimiento económico cae abruptamente hasta alcanzar niveles negativos, caracterizándose porque la recuperación tras tocar fondo la economía es asimismo rápida, lineal y abrupta.
Recesión en U.
En este caso la desacelaración es más suave y progresiva. No se produce una reacción abrupta al alza al tocar fondo, sino que éste se va formando poco a poco en forma de cuenco. La recuperación también es más lenta y progresiva.
Recesión en W.
Llegamos por fin al modelo de recesión en boga. Prepárese usted para oír hablar de la “recesión en W”, en ingles “double dip”. El esquema de esta recesión es de caída abrupta y principio de recuperación en V que fracasa. Se vuelve a producir un retroceso en la actividad económica y un regreso a los mínimos anteriores de actividad del que no se sale hasta una segunda tentativa, formándose un doble fondo o “double dip”.
La posibilidad de conocer si estamos ante una recesión en V o en W es básicamente retrospectiva. En tiempo real, los optimistas tienden a pensar que la salida de la crisis será en V. Los pesimistas, por el contrario, ante cualquier retroceso vaticinan un regreso a mínimos de actividad y el consiguiente alargamiento de la salida de la crisis.
En este momento del ciclo de la economía USA, se está dilucidando precisamente si nos encontramos ante una recesión en V o una en forma de W. Las fuertes caídas de la bolsa americana la semana pasada han propiciado, al menos temporalmente, la revalorización de los partidarios del escenario W. Lo cierto es que la suerte no está echada ni en un sentido ni en otro. Nunca se sale de una recesión en V sin que previamente alguien augure la posibilidad de la formación de una W. Ni se entra en una recesión con forma de W sin que, previamente, alguien haya augurado una salida en V. En medio del proceso de formación, los partidarios de lo primero o lo segundo siempre tienen su momento de gloria. Esta semana, es el momento de los partidarios de la W. Por si sirve de indicador, incluimos a la derecha una gráfica del índice bursátil S&P 500 en los últimos 6 meses, que no parece avalar –al menos de momento- un empeoramiento intenso de las perspectivas económicas en las últimas semanas. De hecho, el índice ha venido subiendo con fuerza desde los mínimos de enero-febrero. Con demasiada fuerza, comentan algunos.
Desplome del indicador del Clima Industrial en Navarra.
Mientras allende los mares deciden si salen o aún no salen de la crisis, aquí en Navarra se van amontonando los síntomas de que estamos entrando en ella y queda tiempo antes de que podamos ponernos a discutir si ya hemos tocado fondo.
La última Encuesta de Coyuntura económica muestra una clara caída del indicador de Clima Industrial, que continúa cayendo de forma abrupta por cuarto mes consecutivo. El deterioro, como puede apreciarse en la gráfica, viene acumulándose no obstante desde comienzos del año pasado. Mientras no se aprecien claros signos de recuperación en la economía de los EEUU, que como hemos señalado son todavía discutibles, es difícil pensar siquiera en cuándo pueda producirse esa recuperación en la nuestra.