Hay a quien le gusta la Navidad, hay a quien no le gusta la Navidad y hay quien lo que le gusta es fastidiar la Navidad a los que le gusta la Navidad. Tal vez por eso primero nos desayunamos un día con un “crismas” de IU en el que aparecía el árbol de Navidad ardiendo.
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A pesar de todo, de algún modo este hecho fue compensado por la respuesta a esta ocurrencia que publicó nada menos que Gaspar Llamazares, antiguo secretario general de IU. Digamos que la Navidad hizo que del mal brotara algo bueno.
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Naturalmente el separatismo catalán tampoco podía dejar de meter sus zarpas en la Navidad, de modo que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium preparan una cabalgata en Lérida en la que la llegada de los Reyes Magos, con sus correspondientes lazos amarillos, se convertirá en un acto popular de exaltación de “los jordis” y apoteosis separatista. Desde luego la TV3 ha elegido esta cabalgata como la más adecuada para que sea retransmitida por el canal público.
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Por si fuera poco, la Junta de Puente de Vallecas, del Ayuntamiento de Madrid, ha decidido incorporar a la cabalgata una “carroza de la diversidad”, la cual incluye una drag queen apodada “la prohibida”, paradójico nombre para alguien al que pretenden convertir en obligatoria y por conducto oficial. Diversidad, por otro lado, sería meter un anuncio de salchichas en el Ramadán, el autobús naranja en el Día del Orgullo Gay o en el Olentzero una escolta motorizada de la Guardia Civil. Por no mencionar lo adecuado y respetuoso que serían unas drgg bailando en tanga en un acto por los fusilados de la Guerra Civil. Diversidad (por no decir falta de respeto) para ti, pero no para mí.
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A todo esto habría que añadir la neocostumbre, en algunos ayuntamientos de progreso, de cambiar a los tres Reyes Magos por tres reinas magas republicanas, se coma como se coma eso. Mientras no se intente hacer pasar a un blanco por Baltasar todo vale en progresolandia.
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Obviamente todo el mundo tiene derecho a celebrar la Navidad o a no celebrarla, lo que ya no parece tan claro es que exista el derecho a reventarle la fiesta al vecino. En este sentido resulta indiscutible la proliferación de todos estos esperpentos con la llegada al poder de Podemos y sus marcas blancas a muchos ayuntamientos. Definitivamente el balance de la aportación de Podemos a la politica española es meter odio, sembrar cizaña, atacar al que no piensa como ellos, faltar al respeto y ayudar a la derecha nacionalista, ejemplos acabamos de dar de todo ello.
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Al margen de todo lo anterior, una vez más nos encontramos con el problema de que la sociedad civil haya delegado tantas y tantas cosas en los políticos. ¿Qué pasa entonces cuando se ha delegado la organización de una cabalgata en el ayuntamiento y llega al poder en este ayuntamiento una fuerza como Podemos? La moraleja, por no decir otra vez que lo bueno que podría sacar la Navidad de algo malo, sería concluir que la sociedad civil, y desde luego el conjunto de los creyentes, recuperaran aquella idea de que si quieres un buen trabajo hazlo tú mismo.
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Dicho todo lo cual, que algunos aporvechen su llegada a las instituciones para reventar las tradiciones de los demás y ofender al personal no deja de ser algo sucio. Seguro que cuando se refiere a sus cosas a ellos también les gusta el respeto.
Un comentario
Completamente de acuerdo con el artículo.
Y una vez dicho esto de todo corazón, quiero también comentar que lo de «yo hago o no hago» está muy bien, lo que no se puede tolerar es «si yo no lo hago, reviento el que tu lo hagas».
Y como ejemplo, el prohibir que los fumadores tengamos espacios para nosotros, separados, en bares, restaurantes, aeropuertos etc. que no molesta ni perjudica a nadie.