Miguel Sanz no necesitaba hoy más que la mayoría simple para ser investido presidente. Tal y como se esperaba, la obtuvo. El resultado final de la votación ha sido de 24 votos a favor, 14 en contra, 11 votos en blanco y una abstención.
Frente a la puerta del Parlamento, se congregaba un grupo de unas 100 personas protestando contra la postura del PSN. No todos los congregados, sin embargo, eran socialistas. De hecho, pitaron a los parlamentarios de todos los grupos menos a Zabaleta, al que aplaudieron y festejaron a su llegada.