Si los navarros no pueden disfrutar de los Sanfermines, quizá a cambio puedan disfrutar se la Semana Grande de Bilbao o la de San Sebastián. Juzguen ustedes mismos si eso es una buena o una mala noticia. La realidad es que a fecha de hoy las fiestas de las capitales vascas no están suspendidas, a diferencia de los Sanfermines. Los partidos y alcaldes respectivos dicen que la cosa pinta mal, que no parece que se pudieran celebrar una fiestas con normalidad, o que sería impensable celebrarlas si la situación fuera igual que la actual. Pero todavía no están suspendidas y, aunque consideran probable que no se puedan celebrar, barajan todos los escenarios posibles. En todo caso todavía hablan de “semanas” antes de tomar una decisión definitiva.
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Los Ayuntamientos de las capitales trabajan "todos los escenarios posibles" para las fiestas grandes de 2021 https://t.co/V3ypcsPUPx
— elDiario.es Euskadi (@eldiarioeus) April 29, 2021
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Todo lo anterior resulta muy curioso porque los mismos partidos que aquí exigían la suspensión de los Sanfermines y trataban a Maya poco menos que de loco resulta que en las capitales vascas, donde ostentan las alcaldías y pueden hacerlo, resulta que no suspenden las fiestas. La prisa por suspender los Sanfermines contrasta notablemente con la parsimonia para suspender las Aste Nagusia.
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Obviamente las semanas grandes de las capitales vascas se celebran un mes después de los Sanfermines, por lo que podría pensarse que cuentan con más margen que nosotros para tomar una decisión, y efectivamente así es, pero es que aquí Chivite lleva exigiendo la suspensión de los Sanfermines, secundada por sus socios, la Federación de Peñas y sus altavoces mediáticos, desde el día 2 de febrero. A ver si tenemos en Navarra una cepa vírica que como efecto secundario dispara los niveles de hipocresía.
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Resulta un tanto difícil de entender que en los Sanfermines quede suspendida cualquier actividad tradicionalmente sanferminera mientras, al mismo tiempo, va a haber por todo el país conciertos, partidos de fútbol, elecciones, corridas de toros…. Todo eso a lo mejor puede soportarse aunque nos deja un tanto atónitos, pero resultaría muy difícilmente explicable que se aniquilen los Sanfermines y unas semanas después se celebraran siquiera de una forma parcial la Semana Grande de Bilbao o la de San Sebastián. Si dentro de dos meses todo está bastante mejor que en la actualidad pero no se puede hacer nada porque se decidió descartar ese escenario, que al menos no nos digan que no se podía prever, o peor aún que al menos nos queda ir a Bilbao o San Sebastián.
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