El Gobierno de España expulsó ayer a los 116 ilegales que el día anterior habían saltado la valla de Ceuta, utilizando para ello un protocolo apenas utilizado pactado con Marruecos en 1992. Por cierto, cuando también gobernaban los socialistas.
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La captura anterior resulta particularmente llamativa porque, al mismo tiempo que El País informa de la noticia, ofrece un flash informativo urgente relatando que España promueve un sistema en la UE para acoger a ilegales que lleguen en barco, como los del Aquarius. Como los del primer Aquarius, se entiende, no como los del segundo que fueron rechazados por Pedro Sánchez.
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La paradoja, de todo modos, resulta evidente. ¿Cuál es el mensaje? ¿En qué consiste la política de inmigración del PSOE? A lo mejor es que lo que tienen que hacer los 116 ilegales expulsados tras saltar la valla de Ceuta es darse un pequeño garbeo hasta Libia, llegar a un acuerdo con las mafias locales, pagar el consiguiente precio, subirse un barco tipo Aquarius, hacerse a la mar y entonces sí, entonces Pedro Sánchez les recibe con los brazos abiertos. O no, según tenga el día don Pedro.
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A todo esto, otra parte de la noticia que también resulta chocante es que los inmigrantes saltaran la valla de Ceuta. Osea, que sigue habiendo una valla en Ceuta. Y si hay una valla, es para que no pase todo el mundo. Vamos, lo mismo que el PP. Es más, sigue habiendo concertinas y elementos cortantes, como aquellos que tanto se criticaba. A lo mejor es que con el PP la valla con las cuchillas era la que se echaba sobre los ilegales y ahora con el PSOE son los ilegales los que abalanzan sobre la valla con las cuchillas. Porque todo el mundo sabe que los socialistas son muy buenos, que la derecha es muy xenófoba, que las vallas tienen vida propia y que en todo esto del welcome refugees y el papeles para todos no hay nada de demagogia.
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Un comentario
Que se ande con ojo Pedro Sánchez, no se nos vaya a enfadar el señor Soros y tengamos un problema.Una solución podría ser expulsarles si son un número impar y acogerles si son un número par. Si lo llegan a adivinar se podría complicar más asociando la ecuación a los días de la semana o a las fases de la luna. Pienso modestamente que sería una magnífica política migratoria.