Carlos Salvador ya ha anticipado que, una vez aprobada la abstención por los órganos internos de UPN, actuará con disciplina y acatará la decisión adoptada por su partido. Precisamente respecto a esta decisión, cabe recordar que Carlos Salvador, junto a Santiago Cervera, decidieron abstenerse en la votación del Consejo Político. Ambos diputados, por tanto, se situaban así dentro de ese 10% que no alzó la mano al unísono cuando la levantaba Miguel Sanz. Santiago Cervera, por su parte, ha expresado su firme determinación de votar en conciencia. Una postura que difícilmente cabe interpretar en otro sentido que en el de que su voto será coincidente con el Partido Popular y contrario a los Presupuestos.
¿Y los tres senadores?
La votación del Consejo Político de UPN, máximo órgano del partido entre congresos, ha puesto en evidencia una curiosa circunstancia. Han sido precisamente quienes deben emitir su voto en las cámaras de la nación los mayores opositores al órdago de Sanz. Donde Cervera y Salvador se abstuvieron, aunque sólo fuera por no rechazar en bloque los seis puntos de la propuesta y no sólo el punto tocante a la abstención, José Ignacio Palacios y José Cruz Pérez Lapazarán votaron en contra. De los cinco votos en contra que cosechó la propuesta de Sanz en el Consejo, por tanto, dos de ellos corresponden a dos senadores, y el tercero al eurodiputado Javier Pomés. De los dos diputados, tres senadores y un eurodiputado de UPN, sólo María Caballero secundó la postura de Sanz.
Un voto que puede resultar determinante.
Contrariamente a lo que viene repitiéndose, lo cierto es que el voto de UPN puede resultar determinante para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Nadie ha revelado todavía, excepto UPN, el sentido de su voto. El hecho es que la mayoría absoluta exige la suma de 176 diputados. El PSOE, que cuenta con 169, aún sigue negociando con el PNV, a fin de sumar otros 6 diputados a la causa de los Presupuestos. A los 175 diputados del PSOE y el PNV aún les faltaría un voto para obtener la mayoría. Es por ello que la abstención de Carlos Salvador resultaría determinante. Con 175 votos a favor y una abstención, los votos en contra ya no podrían sumar más de 174, lo que supondría automáticamente la aprobación de los Presupuestos. Y a ese momento, y a ese voto acaso determinante, es al que ha demorado el PP su decisión respecto a la continuidad del pacto con UPN.