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El Ayuntamiento de Pamplona planea poner todas las líneas de “la villabesa” patas arriba. Nada más que 17 de las 25 líneas actuales van a ser modificadas, además de introducir una línea nueva. Todo esto hay que sumarlo a los planes de prohibir el aparcamiento a los no residentes en media Pamplona y quitar carriles aquí y allá a los coches para dejárselos a las bicis y los autobuses. Toda esta revolución tiene por objeto, dicen, “amabilizar” Pamplona. O sea, que Pamplona no es una ciudad amable. Y no lo es por culpa de 17 de las 25 líneas de autobuses municipales. Pero eso se va a acabar. El lío que se puede montar con todo esto, se temen algunos, puede ser monumental, ya sea para saber dónde diablos tengo que coger el autobús ahora o dónde bajarme o con qué línea. O para coger el coche un día de lluvia y meterme en un carril de coches colapsado mientras contemplo dos carriles vacíos, para buscar luego algún sitio donde no poder aparcar. Todo ello rezumando amabilidad por todos los poros.
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Maldito coche privado
Hay seguramente muchas razones para que haya que poner vuelta al aire el tráfico en Pamplona sin que ninguna de ellas tenga nada que ver con la circulación. Es decir, por un lado está el maldito coche privado. Ese medio de locomoción particular en el que los individuos deciden libremente a dónde y por dónde van, poniendo a su gusto el aire o la calefacción. No se puede tolerar. Dónde vas a comparar eso con meter a todo el mundo en un medio público de masas, guiado por un conductor, el cual sigue la ruta trazada previamente en un mapa por un político. Hay que acostumbrar a la gente a que la guíen; les das un coche y empiezan a pensar por su cuenta. El coche privado, como todo lo privado, es malo. Lo individual es todavía peor. Hay que avanzar hacia un modelo público y comunal, empezando por el tráfico.
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Por otro lado, algo tiene que parecer que estamos haciendo. No hay nadie más a la izquierda en el mundo. No hay nadie más revolucionario. Algo tendremos que hacer para que se vean cambios. Y vosotros, ¿qué hicisteis cuando llegasteis al poder? ¿Qué hicimos? ¿Pero no te acuerdas que aquella parada estaba 10 metros más pacá que ahora?
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A medio plazo, una vez prohibido el tráfico de coches en la ciudad, habrá que ir pensando un plan para ver qué hacemos con esos absurdos parking que se inventó Barcina. Cuando queden vacíos, tal vez se pueda montar un mercadillo de comercio justo o una exposición permanente sobre el 36 y la violencia únicamente del bando nacional.
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¿Cuántas líneas alternativas serían posibles?
17 de las 25 líneas van a ser modificadas. ¿Por qué no 16 ó 19? Y a su vez, ¿no podrían ser indefinidamente reformuladas esas 17 líneas que van a ser cambiadas? Un equipo de asesores contratados por Spiderman, por supuesto asesores externos, no funcionarios, alguno de ellos exsocio o pariente de alguien del alguien del cuatripartito, todo legal y ético, ¿no podían presentar a diario un informe con ligeras, discutibles y arbitrarias variantes sobre el informe del día anterior, y el del anterior, y el del anterior? ¿Ante qué tipo de cambio estamos ahora? ¿Ante un cambio lógico, sensato, racional, moderado y consensuado? ¿O ante un cambio arbitrario entre 25.000 posibles cambios alternativos? Todo esto usted se lo puede preguntar con curiosidad, los comerciantes se lo preguntan con angustia.
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Huelga decir que todo esto debe significar que en Pamplona ya no hay pobres, no hay necesitados, ni hay gente buscando en los contenedores, no hacen falta comedores, no hay nadie durmiendo en los cajeros. Las legiones de pobres han desaparecido por ensalmo como si sólo hubieran sido un invento del cuatripartito en la oposición para llegar al gobierno. Menos ese pequeño porcentaje real de pobres que es el que sigue habiendo. Da la impresión de que efectivamente algo estamos saliendo de la crisis porque a los políticos parece que les vuelve a sobrar el dinero, y con el dinero de sobra vuelven las “ideícas”.
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O igual no.
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A lo mejor es que existe realmente una demanda social, o al menos una cierta necesidad de reordenar el tráfico y poner patas arriba la ciudad.
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La siguiente foto muestra lo que ocupan 72 personas según se desplacen en coche, en bici o en autobús. Hay un poco de truco, porque se asume que los autobuses tienen un 100% de ocupación y en cambio sólo viaja una persona por coche, pero no deja de ponerse de manifiesto una verdad de fondo, aunque por otro lado Pamplona no sea Londres o Madrid y ni sus problemas ni las posibles soluciones a los mismos resulten comparables.
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Como suele suceder en estas cuestiones, el problema aparece cuando no podemos elegir si queremos ir en coche (con las molestias y ventajas correspondientes), o si queremos ir en autobús o en bici o andando (con las molestias y ventajas asimismo correspondientes), sino que se nos impone un modelo desde el poder basado en hacer casi imposible cualquier elección menos una, naturalmente la que le gusta al poder. ¿Nos encontramos ante una reordenación razonable o es ése el punto hacia el que vamos? Ustedes, ¿cómo lo ven?
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7 respuestas
Creo que es el peor artículo «periodístico» que he leído en mi vida.
Una de las características de la tradición cristiana es el sentido común. Pero parece que queda un tanto ofuscado cuando el liberalismo y el dualismo dialéctico de la infrapolítica hodierna prevalecen.
Es de sentido común que no existe el espacio suficiente como para que todo el mundo vaya con su coche al centro.
Parece claro que las calles sin estorbo de coches tienen más vida y más actividad comercial. En caso contrario, propóngase ahora mismo que se vuelvan a abrir al trafico general Carlos III, la calle Estafeta, etc.
Parece claro que el silencio, la limpieza del aire y la comodidad de andar sin apretujarse en las aceras son cosas buenas.
Si algo tiene la libertad, es que no consiste en hacer siempre lo que a uno le brota. Si uno es cristiano, porque debe estar orientada al bien. Si uno es liberal, porque choca con la libertad del individuo de al lado.
Bueno, sr. Guevara , no me extraña su comentario dado que calidad pero calidad tela, los articulos del Granma y ya para rematar algunos del Caimán Barbudo.
O sea. Antipatros que «Si algo tiene la libertad, es que no consiste en hacer siempre lo que a uno le brota». Muy bien, pero eso quiero yo que lo escriba aplicándolo a los políticos, pero parece que, según da a entender, lo que le brote al político, por muy mediocre que este sea, estará bien hecho.
Luego dice: «Es de sentido común que no existe el espacio suficiente como para que todo el mundo vaya con su coche al centro». Pero también dice el sentido común que no todo el mundo pretende ir al centro con el coche, yo de hecho no lo hago de no ser por auténtica necesidad.
El sentido común también dice que cuando haya que utilizar el coche las vías públicas deberán estar debidamente acondicionadas para que los trayectos sean rápidos y seguros, pero no veo yo nada de eso entre las prioridades del cuatripartito.
También dice el sentido común que para promocionar el transporte público éste ha de ser cómodo y eficiente, y el de Pamplona no lo es (1,5 horas para ir un domingo de San Juan a Mendillorri).
En fin, el sentido común y la tradición cristiana, dicen tantas cosas… aunque, la verdad, no veo yo a los «Asirones» tomando decisiones pensando en la tradición cristiana.
También debe Vd. tener en cuenta que el que utiliza su coche está pagando simultáneamente un montón de impuestos (combustible, impuesto de circulación, etc.) para financiar el transporte público (el precio de un billete normal de Villavesa es 1/3 del coste real, los otros 2/3 los paga vía impuestos, el que usa el BUS y que no).
Pero, sobre todo, esté Vd. seguro de que los gobiernos de izquierdas (todos) no maltratan al automovilista en favor de «el silencio, la limpieza del aire y la comodidad de andar sin apretujarse en las acera», lo hacen porque utilizar el coche particular le da independencia al individuo y una mayor libertad y, precisamente eso es lo que no pueden soportar; no soportan que no dependamos de ellos; porque esa independencia les hace manejar menos presupuesto, y eso les quita poder sobre los demás.
Socialismo y libertad, no me cuadra; mejor que papá Estado nos lleve de la mano de la cuna a la tumba, y por el camino, crujiéndonos a impuestos. Todo sea por la «justicia social»; la mayor fábrica de injusticias.
(continuación)
Porque como bien sabrá, Antipatros, «las necesidades de la sociedad vienen antes que las necesidades del individuo». Eso fue lo que dijo un gran socialista: Adolf Hitler
No puedo opinar sin datos, estudios y sin ver el resultado final, como cualquiera.
Mi única experiencia previa monocarril la sufrí en un viaje en Francia, con una distribución de carriles cercana a la de la foto, ni que decir tiene, avenida atascada de coches, un solo autobus, ninguna bici en un sitio con frío y lluvioso.
Lo cual en Pamplona da una utilización cercana al 50% del año para una bici, ¿suficiente?.
¿Alguna noticia de estudios e informes consultables?. En caso positivo, ¿donde?, en caso negativo, igual proceder que los de antes.
Balduz fue el primero, a por el segundo.
Indudablemente algún progre, a ser posible con mucho lauburu, se va a llevar una pasta con todo esto.
Y así distraemos al personal mientras seguimos con la eusquerización forzada de la sociedad, para lobotomizarla.