N. C. Como ejemplo destacado de la amplísima cobertura informativa que la manifestación de ayer y la cuestión de Navarra han tenido en todos los medios del país, recogemos las impresiones del Director de El Mundo. En su habitual carta de los domingos, Pedro J. Ramírez destaca el valor simbólico que para el futuro de España tiene el que Navarra no caiga en manos de los nacionalistas. En su opinión, si se permite que Zapatero entregue la Comunidad Foral a los vascos, se abrirá una caja de los truenos de la secesión que llevará a la desaparición de la España que hoy conocemos. Tan grave se pone el señor Ramírez que compara la resistencia de Navarra a la de los griegos que evitaron la invasión de los persas en la batalla de las Termópilas. Les reproducimos un largo párrafo que condensa lo principal del artículo. “De igual manera que si los invasores llegados de Oriente forzaban aquellas Thermos Pylae -Puertas Calientes- primero irían cayendo en su poder Delfos, el Monte Parnaso, Tebas y la propia Atenas, para pasar luego al Peloponeso, donde habrían doblegado a la mismísima Esparta, así se desmoronarían también como fichas de dominó los puntales de la España constitucional si el soberanismo vasco lograra apropiarse de Navarra. En ese escenario demencial, el Estado de las Autonomías serviría de barra libre a la ley del más fuerte, oscuros sueños como los de los Països Catalans, la anexión a Galicia de determinadas comarcas limítrofes o la toma de Ceuta y Melilla por Marruecos terminarían materializándose y lo máximo que restaría de tal naufragio sería una Confederación de Pueblos Ibéricos balcanizada en sus odios y rencores”. El Director de El Mundo piensa que aunque no consigan el objetivo de revalidar el triunfo electoral, los defensores del estatus actual de Navarra al menos están contribuyendo a que la torpeza del Presidente Zapatero sea más conocida y denostada por una buena parte de los españoles.