> N. C. El periódico El Mundo publicó ayer que se ha producido un desplazamiento de 3,5 millones de metros cúbicos en una ladera de la margen izquierda del embalse de Yesa, debido a las obras de recrecimiento del embalse. El movimiento pone en peligro el embalse. Dice el periodisa Gustavo Catalán Deus que “a Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantiene oculto que el pasado mes de agosto se produjo un importante deslizamiento de de tierra en una ladera de la margen izquierda del embalse de Yesa. La magnitud del deslizamiento mantiene desde entonces casi paralizadas las obras”. Lo más peligroso es que por causa de las obras de ampliación y la construcción de un vertedero “se puede provocar una ola gigante”. El reportaje señala que una empresa de ingeniería ha elaborado un diagnóstico en el que se urge a tomar medidas si se quiere impedir el avance de la ladera. “Sin embargo, aunque las obras del recrecimiento de Yesa se han ralentizado, no se tiene constancia de que se hayan acometido los trabajos urgentes propuestos en el documento, que no son otros que retirar los 450.000 metros cúbicos de escombros procedentes de las obras, acumulados en un vertedero -probable causa del deslizamiento- para dejar que los tres millones de metros cúbicos de la ladera inestable se precipiten hacia el fondo del embalse, situado en el río Aragón, a caballo entre Navarra y Zaragoza”. De acuerdo con las fuentes consultadas por el periodista, el hecho de que el embalse esté lleno constituye una imprudencia frente a una posible caída de la ladera. Podría “provocar una ola que rebasara el muro de hormigón y causar una gran crecida del río”.