El mismo día que la ETA militar ponía una bomba en Sestao, la ETA para-militar era invitada y ovacionada en el congreso de Eusko Alkartasuna. Pernando Barrena tuvo la oportunidad de ser aclamado por las bases de EA en el congreso en el que se elegía a su nuevo presidente, acaparando de hecho todo el protagonismo del acto.
Durante una discusión en el día de ayer, la concejala de UPN Ana Pineda enumeró las llamativas y crecientes ausencias de Uxue Barcos en el Ayuntamiento de Pamplona: “Ha faltado a dos comisiones de Presidencia y Cuentas, no estuvo el día de la festividad del patrón de Pamplona, faltó a los dos plenos de condena de los atentados y a las concentraciones convocadas en la plaza del Ayuntamiento”. La diputada independentista, paradójicamente, parece más interesada por su relumbrante cargo en Madrid que por la oscura labor de oposición en el Ayuntamiento de Pamplona. Es de suponer que todas estas ausencias no se hubiera producido si en vez del humilde cargo de concejal hubiera obtenido el de alcaldesa. Un puesto que, hasta tal punto al parecer lo consideraba suyo, que cursó invitaciones a sus compañeros del Congreso para que asistieran a su nombramiento.