Eso que denunciaban ellos de que algunos estaban aprovechando la crisis para recortar derechos sociales, ahora que están en el poder podría sospecharse que están aprovechando la crisis para recortar libertades, con el fin de implantar un nuevo régimen en el que el gobierno tenga mucho más poder que antes de la crisis y los españoles muchos menos derechos. Tampoco es que ya antes de la crisis los españoles andaran muy sobrados de derechos frente al gobierno.
x
El comunismo es como los Testigos de Jehová pero al revés. O sea, los Testigos de Jehová anuncian constantemente el fin del mundo, que nunca llega en la fecha indicada, no obstante lo cual, en vez de cambiar de religión y de premisas, lo que hacen es cambiar cambiar una y otra vez de fecha del apocalipsis. Los comunistas hacen algo parecido aunque en vez del apocalipsis anuncian la llegada del paraíso comunista sólo que, cuando llega el momento en que ellos mandan, en vez de un mundo feliz lo que llega realmente es una dictadura atroz en la que la gente, además, se muere de hambre. Al igual que los Testigos de Jehová, en vez de aceptar la falsedad de sus premisas lo que hacen los comunistas es volver a prometer otra vez el paraíso cuando vuelvan a mandar, que ése sí que será el bueno. Por alguna extraña razón tras su patético historial de fracasos, después de todo este tiempo aún sigue habiendo Testigos de Jehová y comunistas. No es que aún siga habiendo comunistas, es que están en el gobierno. Y donde empieza el comunismo, acaba la libertad.
x
Es por ello que ayer produjo gran consternación escuchar nada menos que a un general uniformado de la guardia Civil, en una rueda de prensa oficial, declarar que la institución armada se está dedicando a “minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno”.
x
La declaración del general, gravísima de por sí, sucede después de una campaña preparatoria en las redes y los medios afines al gobierno denunciando que el gobierno esta haciendo una labor magnifica y las criticas al gobierno se basan en bulos orquestados por la extrema derecha.
x
Las palabras del general llegan también después de que la Fiscalía General del Estado (dirigida por una exministra socialista) advirtiera de que va a buscar los tipos penales en que hacer encajar con penas de hasta 5 años lo que considere bulos contra el gobierno.
X
x
Que el gobierno ande buscando la manera de condenar a 5 años de cárcel a las personas que lancen bulos contra el gobierno resulta muy preocupante porque este gobierno llama bulo a toda crítica que se le haga. Es decir, a estas alturas quizá convendría que el gobierno publique una lista de las críticas que le parecen aceptables para que, por seguridad jurídica, sepamos lo que podemos decir y lo que va a estar castigado con hasta 5 años de cárcel.
X
A las amenazas de la Fiscalía, las campañas de la izquierda mediática, el ciberactivismo en las redes sociales o las palabras del general de la Guardia Civil, hay que sumar las declaraciones el pasado jueves en La Sexta del vicepresidente comunista Pablo Iglesias, abogando por sacar de la sociedad a la extrema derecha. Desde luego un vicepresidente no puede salir en la tele diciendo cuántos españoles que le critican le sobran, pero es que además el vicepresidente ha llamado extrema derecha en algún momento a todo lo que no era la izquierda. A todo el que le ha llevado la contraria, en realidad.
X
x
Una vez sentadas las bases de que no hay criticas fundadas al gobierno, sino bulos, que el 97% de los españoles apoyan al gobierno, que la mayoría de los españoles apoyan censurar toda la información que no venga del gobierno, y que quienes critican al gobierno sólo son grupos de extrema derecha a los que hay que encarcelar o hacer desaparecer de la sociedad, parece que el gobierno vive en una realidad paralela en la que España no se enfrenta a una pandemia con más de 20.000 muertos, sino a un problema de criticas al gobierno al que el gobierno le está dedicando mucha más atención que a resolver la crisis sanitaria.
X
x
En realidad, puestos a perseguir bulos e informaciones inadecuadas y contraproducentes, la pregunta que habría que hacerse es qué medidas va a tomar el gobierno contra todos estos medios, presentadores, humoristas y contertulios afines al gobierno por sus bulos sobre el coronavirus. Las falsedades, cuando son a favor del gobierno, en vez de 5 años de cárcel como castigo tienen 15 millones de euros como premio. Es más, antes de convertirnos en el país con más contagiados del mundo hemos asistido a la mayor campaña de desinformación sobre el coornavirus del mundo. 20.000 muertos después, en vez de pedir perdón o dedicarse el resto de su vida a la pesca del salmón, los que decían que el coronavirus no era nada y que hablaban de coronahisteria o de coronotontuna, han pasado de ser los mayores propagadores de bulos mortales a convertirse en los mayores inquisidores contra los bulos. Sólo que bulo es ahora criticar al gobierno. No es posible que se persiga el decir que Sánchez es un manta y no se persiga el haber dicho que el coronavirus era nada. Y por supuesto perseguir a los escasos medios libres y a los españoles que opinan en las redes sociales no tiene absolutamente nada que ver con el coronavirus. Están aprovechando la crisis sanitaria para machacar la libertad.
X