La reforma de la Constitución para incluir en ella la obligatoriedad (finalmente muy descafeinada) del equilibrio presupuestario ha encontrado el apoyo del PSOE, el PP y UPN (91% del hemiciclo), frente a la oposición muy minoritaria (4,5%) o abstención del resto de grupos. La oposición a la reforma por parte de los nacionalistas se ha fundamentado en una supuesta pérdida de capacidad de decisión por parte de sus respectivas autonomías.
La autonomía se pierde endeudándonos
La deuda crea una dependencia respecto al acreedor. Si algo ha demostrado la presente crisis es que la autonomía se pierde gastando más de lo que se ingresa y endeudándonos. Existe una forma muy sencilla de no tener que vivir al dictado de Angela Merkel y los malvados mercados, y es no depender de su dinero, ni siquiera para rescatarnos de la quiebra. Una quiebra por cierto, a la que nos ha llevado el actual gobierno con unas políticas de las que han sido cómplices durante años todos los que ayer votaban en contra del equilibrio presupuestario, desentendiéndose de sus consecuencias.
Dejar endeudada a la posteridad es antidemocrático
Aún existe otro punto de vista desde el que endeudarse por encima de las posibilidades de cerrar unas cuentas equilibradas no sólo merma la capacidad de decisión de las autonomías (o del estado), sino que incluso podría calificarse como de una práctica poco democrática. Un gobierno puede desaparecer tras unas elecciones de un día para otro. Las deudas que deja ese gobierno no. Un gobierno que se sobreendeuda hipoteca al próximo gobierno democrático, limita su capacidad de actuación y con ello, en definitiva, a los ciudadanos que mayoritariamente votan para que actúe en un determinado sentido.
La quiebra es para todos
Apenas merece la pena señalar, por lo demás, que la quiebra del estado español afectaría a todos los españoles y a todas las comunidades que lo componen, nacionalistas o no nacionalistas. La experiencia nos está demostrando también, para quien quiera extraer alguna lección de la crisis, que lo que garantiza el estado del bienestar no es el endeudamiento, el déficit y el gasto, sino precisamente la gestión eficaz, la moderación y la contención en el gasto. Alemania, cuyo estado del bienestar no está mal, incluye el equilibrio presupuestario en su Constitución desde hace un par de años. En el caso alemán, la reforma también se hizo sin plebiscito.
8 respuestas
La reforma lo que ha traido es la demostración de que si tuviéramos otro PSOE (UPyD por ejemplo), que no le diera constantemente por aliarse con quienes desean la destrucción de España, la vida política daría un vuelco enorme.
Y se acabaría el constante y cansino chantaje nazionalista. Y eso les da un miedo enorme, de ahí la pataleta y el berrinche. ¿ Se imaginan una Constitución sacada por el 90% de los votos y sin pegotes de exigencias nazionalistas ? ESO SERÍA UN PARAISO EN LA TIERRA
El Gobierno de Navarra está siendo este verano un ejemplo de palmario de que las Comunidades Autónomas no sirven para nada. El gobierno de Barcina ni está, ni se le espera, que es peor.
¿Por qué no lo subastamos junto con los Phaetones?. No vea la pasta que nos íbamos a ahorrar. Ganar no, porque por esa alineación no nos iban a pagar nada, pero ahorrar…
¡Magnífico artículo!
Estoy de acuerdo al 100% con el artículo. Sólo quiero añadir que el endeudamiento es, además, insolidario respecto a las generaciones futuras: nos estamos gastando SU dinero. Sólo les dejamos deudas y ninguna capacidad de gasto. No me extraña que se enfaden. Esto es egoismo por nuestra parte puro y duro.
Lo lamentable es que lo que, por sentido común, debe ser principio rector de la buena gestión de los intereses públicos tenga que aparecer expresamente mencionado en la Constitución para que sea respetado y aplicado. Así nos va.
La Constitución española ha demostrado no valer para nada. Es papel mojado desde hace dos décadas, por lo menos. Una constitución que necesite enmendarse contínuamente es la confesión del fracaso de su concepción.
Sería mucho más eficaz, sin necesidad de brindis al sol, lo que se propone aquí:
http://representacionrealya.es/?p=122
Y es obvio que lo que hay que «recortar» son las autonomías. Hay quienes lo llevamos diciendo 30 años y al final se nos da la razón, porque es de cajón.
Este debate es más viejo que la Constitución. ¿Recorta la capacidad de las Autonomías los derechos humanos? ¿y todo lo que ya está regulado sobre los principios económicos?
Todas las CCAA, excepto Navarra, surgen de la Constitución, por tanto, no les recorta Las directrices de política económica general de España son competencia exclusiva del Estado.
Y por último, las CCAA, todas, son parte del Estado. Ya basta de «inventarse» un Estado como si fuese un tercero ageno. Es como si un vecino dijeran que la Comunidad le merma capacidad de decisión. A ver cuándo nos ponemos las pilas y hacemos ver a las CCAA que son también parte del Estado, o sea, de sus responsabilidades y no sólo de mamar gratis.