El coordinador general de Aralar en Navarra, Txentxo Jiménez, recordó ayer que Nafarroa Bai "surgió por la apuesta" de Aralar, a la vez que aseguró que Nabai "difícilmente puede seguir existiendo" con Aralar fuera de la coalición. Más aún, respondiendo a las voces de otros miembros de la coalición a ese respecto, advirtió en su estilo tajante que "esa hipótesis de que abandonemos NaBai y ellos sigan su propio recorrido no se contempla y no va a ser así".
Conviene recordar sin embargo, al hilo del órdago de Aralar y las palabras de Txentxo, que “Nafarroa Bai” es una marca, que como tal se encuentra registrada, y que de hecho está registrada a nombre de… Aralar.
Es decir que tal y como advierte Txentxo, independientemente de las consecuencias electorales, resulta difícil pensar en la supervivencia de Nafarroa Bai al margen de Aralar. Al menos con ese nombre.
Así puede resultar también más fácil entender el órdago de Aralar para hacerse definitivamente con el mando de Nabai, y la deriva de la coalición hacia una “prisión” de partidos nacionalistas cuya llave custodiaría celosamente Patxi Zabaleta.
Pese a la explícita alusión a la ruptura de Nabai incluida en la ponencia política del congreso que comienza mañana, Txentxo Jiménez intentó explicar ayer que en el IV Congreso "se va a abrir un debate al conjunto de la militancia de Aralar, que es de los cuatro territorios", y que lo que afecta específicamente a Navarra "se va desarrollar el 31 de octubre en Tudela”.
