Tras 9 años de interinidad de Javier Enériz, hace un par de semanas Patxi Vera fue nombrado como nuevo Defensor del Pueblo de Navarra. ¿De quién nos tiene que defender el Defensor del Pueblo? Del gobierno. ¿Quién nombra al Defensor del Pueblo? El gobierno. Ni siquiera se ha buscado un nombre de consenso. El pentapartito lo eligió y lo votó sin contar para nada con la oposición. Patxi Vera fue jefe de gabinete de Francisco San Martin, consejero de Agricultura y Ganadería en el gobierno socialista de Urralburu, así como redactor del diario nacionalista Navarra Hoy en los años 80. La cosa todavía empeora al ver el entusiasmo con el que el poder acogió el nombramiento, subrayando además el compromiso del nuevo Defensor del Pueblo de Navarra con la Agenda 2030. O sea, que del poder y de la Agenda 2030 no podemos esperar que nos defienda demasiado Patxi Vera. Pero no se vayan todavía que esto todavía empeora.
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Enhorabuena a @patxivera por su nuevo cargo como Defensor del Pueblo de Navarra y por su discurso, en el que se ha colocado desde el principio con los más vulnerables y ha hecho suyo el lema de la Agenda 2030 de la @UN de no dejar a nadie atrás. pic.twitter.com/m5XXiWauO0
— María Chivite / ❤️ (@mavichina) March 23, 2022
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Abrumado por lo visto por el trabajo que le cuesta no defendernos del gobierno pentapartito ni de la dichosa Agenda 2030, Patxi Vera ha anunciado una ampliación en la estructura de personal de su institución, que a partir de ahora tendrá además una jefa de gabinete. Ningún problema. Nos pilla a todos en buen momento. Pagaremos encantados este nuevo sueldo público con todo el dinero que nos sobra tras pagar la factura de la luz, la cesta de la compra y el combustible. Va a ser entonces que el Defensor tampoco nos defenderá de que no nos deflacten el IRPF, o a lo mejor habría que elegir entre jefa de gabinete y deflactación. ¿No necesitará también cuatro o cinco secretarias? Usted pida que nuestras carteras están a su entera disposición.
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El nuevo Defensor tendrá un cargo más: una jefa de gabinete https://t.co/n2R3pa73Bc pic.twitter.com/JgmJtCGlPA
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) April 5, 2022
Como siempre recordamos cada vez que hablamos de esta figura decorativa que sólo puede emitir resoluciones no vinculantes para el poder, todas las funciones que supuestamente puede cumplir ya las cumplen otros organismos públicos y privados ya existentes. Para empezar la Justicia, pero también la oposición, los medios o las organizaciones de consumidores. Se trata de una figura redundante sin ningún poder real. De hecho, su función real es hacer ver con su existencia que el gobierno no abusa de su poder, que el poder es tan exquisito en el respeto a los derechos de los ciudadanos que hasta nombra un defensor del pueblo que lo vigile. En realidad es todo lo contrario: si hubiera una Justicia independiente, unos medios no comprados por el poder a través del Presupuesto y una sociedad civil potente, no haría falta un defensor del pueblo. A falta de todas esas cosas fundamentales, nombrar en su lugar un defensor del pueblo es casi una broma, una broma que se convierte en tronchante cuando ya además asumimos el nombramiento de una jefa de gabinete del Defensor del Pueblo.
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En los últimos tiempos, cuando el poder declaraba estados de alarma inconstitucionales, cerraba parlamentos, imponía cientos de miles de sanciones ilegales, daba patadas en las puertas, limitaba el derecho de circulación, encerraba a la gente en su casa salvo que tuviera perro, censuraba las ruedas de prensa, machacaba la libertad educativa, o recomendaba un día una cosa para luchar contra el COVID y al día siguiente la contraria, ¿donde estaban los defensores del pueblo? A todas las víctimas del terrorismo humilladas por los ongi etorris, ¿de qué les ha servido el Defensor del Pueblo? ¿Cuál es el último día, o cuándo será el primero, que Chivite ha dormido mal por culpa de algo que ha hecho o ha dicho su Defensor del Pueblo?
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Como colofón, sólo citar que esta institución tiene un presupuesto anual de 873.800 euros. Tal vez el Defensor del Pueblo de Navarra, en nombre de la defensa de los intereses de los navarros, debería exigir al gobierno la supresión de la figura del Defensor del Pueblo de Navarra. Hasta 2001 vivíamos sin ella y tampoco pasaba nada. Pasaba en todo caso que teníamos 873.000 euros más en el bolsillo. Lo que hay que conseguir es que funcionen los controles al poder de verdad, no que en lugar de esto el poder se invente un órgano ratificador de su bondad cuya factura además, y la de su jefa de gabinete, como siempre debamos pagar los demás. Por lo demás ha empezado el defensor con buen pie ampliando su organigrama justo en este momento, exhibiendo tamaña falta de sensibilidad ante todas las familias navarras que viven una situación de auténtica asfixia económica y fiscal.
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Un comentario
con 873.000 y razon de 25.000 euros por familia (que ya quisieran muchas familias contar con una renta de 25.000 euros) se podian mantener 35 familias, si contamos 5 personas por familia 175 personas, la verdad que seria un chollo poder defenderse del defensor del pueblo y de su jefa de gabinete