¿Qué sucedió en la Navidad de hace 2020 años?

El nacimiento de Jesús es un suceso datado con mucha precisión por los estudiosos. Aunque parezca paradójico, fue algo que sucedió el año 6 ó 7 antes de Cristo. Decimos que paradójico porque no es que Cristo naciera antes de Cristo sino que se trata de un error que se arrastra desde la adopción del calendario Dionisiano. El hecho relevante, como se verá, es sin embargo que somos capaces de establecer el momento del nacimiento de Jesús de modo muy preciso. ¿Pero qué más sabemos de lo que sucedió en aquel momento? Sabemos que aquello que sucedió conmovió tanto a la posteridad que casi todo el mundo conocido decidió dividir la historia entre lo que había sucedido antes y lo que empezó a suceder a partir de aquel momento. También sabemos lo que acerca de ello nos cuentan los Evangelios, que a veces no es tanto como pensamos pero tampoco menos. Por ejemplo, sólo los Evangelios de Mateo y Lucas describen el nacimiento de Jesús y ninguno de ellos menciona una mula ni un buey. Pero sí que describen muchos otros detalles jugosos, como quién estaba reinando o que Quirino ordenó un censo. También se mencionan el pesebre, la estrella o los pastores. Naturalmente no es que no pudiera haber una mula o un buey, o incluso que lo lógico fuera que hubiera animales, sólo que los Evangelios canónicos no los mencionan.

Lo que dice del nacimiento de Jesús el Evangelio según San Mateo:

Nacido Jesús en Belén de Judea durante el reinado de Herodes, unos magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo”. Herodes y toda Jerusalén quedaron muy alborotados al oír esto. Reunió de inmediato a los sumos sacerdotes y a los que enseñaban la Ley al pueblo y les hizo precisar dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: En Belén de Judea, pues así lo escribió el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres en absoluto la más pequeña entre los clanes de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el que apacentará a mi pueblo, Israel”. Entonces Herodes llamó en privado a los Magos y les hizo precisar la fecha en que se les había aparecido la estrella. Después los envió a Belén y les dijo: “Id e indagad dónde se encuentra ese niño, y cuando  lo encontréis comunicádmelo, porque yo también iré a rendirle homenaje”. Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron en marcha y la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos mostrando el camino, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, regresaron a su país por otro camino.

Marcos y Juan no describen el nacimiento de Jesús, pero esto es lo que aporta el Evangelio según San Lucas al Evangelio de San Mateo:

Sucedió que por aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto, ordenando que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Quirino gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito y lo envolvió en pañales, acostándolo en un pesebre porque no había alojamiento para ellos.

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí que se les presentó un ángel del Señor, la gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo, os ha nacido un salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres que alaban al Señor! Sucedió que cuando los ángeles se fueron los pastores se dijeron unos a otros: pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido. Vinieron entonces apresuradamente y hallaron a María a José y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño y todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decían.

¿Historia o fantasía?

Los textos del Evangelio no pueden interpretarse al pie de la letra ni tampoco son un libro de texto de historia, pero contienen multitud de datos históricos. Algunos de ellos, como el reinado de Herodes o el censo de Quirino son, por ejemplo, los que nos permiten datar con bastante precisión el Nacimiento. En general, los Evangelios revelan que los evangelistas conocían bien la época, los personajes y los lugares que describen. Los Evangelios incluyen gran cantidad de referencias históricas verificables, a veces para sorpresa de los mismos historiadores. Por ejemplo, los Evangelios mencionan que Poncio Pilato vivía con su mujer, sucediendo que Roma no permitió hasta muy poco antes de aquellas fechas que sus procuradores se llevaran a vivir consigo a sus familias a las provincias (1). Los Hechos de los Apóstoles también indican que el mandatario romano en Chipre era el procónsul Sergio Pablo. Según muchos analistas críticos se trataba de un error puesto que el representante romano en Chipre ostentaba el cargo de propretor, hasta que una inscripción arqueológica en Pafos reveló la existencia real del procónsul Sergio Pablo (2).

Belén y Nazaret

Aunque los Evangelios no son un libro de historia, no tiene sentido pretender que nada de lo que aparece en los Evangelios es histórico. Otra cosa, como veremos más adelante, sería la interpretación de los hechos. En este sentido, durante mucho tiempo ha habido quienes hasta han dudado de la existencia de Belén y Nazaret, las poblaciones donde habría nacido o vivido Jesús. Fuera de la Biblia no se menciona la existencia de estas localidades lo que alimentaba el discurso de quienes, con similar irracionalidad a la de quienes piensan que todo lo que pone en la Biblia es cierto al pie de la letra, consideraban que por aparecer algo en la Biblia ya era automáticamente falso. Los Evangelios se han anotado recientemente un par de tantos a costa de los mitólogos primero con el hallazgo de evidencias arqueológicas de la existencia de Nazaret (3) y luego después con la de Belén (4).

¿Jesús fue un mito o existió realmente?

Todas las consideraciones anteriores nos permiten volver al nacimiento de Jesús desde una nueva perspectiva. En aquella época no había unidades móviles de televisión, ni periódicos y por no existir ni siquiera existía Youtube. Es decir, que del 99,999 por ciento de las cosas que sucedieron en aquella época no queda constancia alguna, lo cual no quiere decir que no sucedieran y de hecho tenemos muchas pistas de cosas que sucedieron. De lo que sí tenemos constancia es de la influencia planetaria innegable que tuvo el hecho que sucedió hace ahora mismo unos 2020 años. La existencia hasta hace poco del bosón de Higgs, o la de la materia oscura, no se conocía por su observación directa sino por su influencia sobre la materia que sí podemos observar. Sólo por el impacto sobre la historia posterior, que sí podemos observar, podemos deducir razonablemente la existencia real de Jesús. No sólo tenemos la evidencia de ese impacto sino que además podemos aportar otras dos razones de peso para negar el carácter mítico de Jesús. Como decíamos al principio, el nacimiento de Jesús es un hecho que se puede datar históricamente con mucha precisión en el año 6 ó 7 antes de nuestra era (por el error de calendario mencionado). Un mito no aparece de repente un año concreto sino que es resultado de un largo y difuso proceso de materialización. Aún hay otra razón de peso y es que la aparición de un mito no sólo es un proceso y no un hecho concreto puntual, como el nacimiento de una persona, sino que la aparición del mito requiere un caldo de cultivo favorable en el que se va cociendo esa materialización. Pues bien, Israel era el lugar del mundo donde, por las características peculiares de la religión judía, menos podía darse la encarnación mítica de un dios ni la divinización de un hombre. La aparición de Jesús no sólo no pudo ser la encarnación de unas ideas previas generalmente asumidas sino que precisamente el discurso de Jesús vino a chocar con todo su entorno al punto de llevarle hasta la cruz. Cristo es la hipótesis más razonable para explicar el cristianismo incluso para quienes niegan el carácter divino de Cristo.

Un mensaje revolucionario

El debate sobre quién era, o si fue, nos aleja a veces quizá de lo más importante. Es decir, qué dijo para que conmoviera tanto a tantos que unos quisieran matarlo y otros morir por él. Tal vez porque se presentaba ante la gente y le decía: “Habéis oído que se dijo ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo no os resistáis al mal, antes bien al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra”. O bien: “Habéis oído que se dijo: amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo, pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿Acaso no hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?”. O tal vez porque les sugería: “si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme”. O incluso les aconsejaba que “Si al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano”. A lo mejor algo que dijera Dios sería tan bueno que ni sería importante saber si es El quien lo dice para compartirlo, que es lo que a muchas personas les pasa con lo que decía Jesús.

Con todas estas consideraciones les dejamos, deseándoles una muy feliz Navidad sean cuales sean sus reflexiones sobre todo esto.

(1)(2) Hipótesis sobre Jesús. Vittorio Messori

(3) http://cultura.elpais.com/cultura/2009/12/21/actualidad/1261350004_850215.html

(4)  http://www.laaventuradelahistoria.es/tag/sello-de-la-ciudad-de-belen

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6 respuestas

  1. Mi santa esposa, tradicional donde las haya, dice que la Navidad empieza con la cantinela de la lotería. No se crean que somos unos ludópatas. Solo es el recuerdo del inicio de las vacaciones, de la radio en la cocina, de los preparativos de la cena, de las participaciones intercambiadas entre parientes…
    Como no había cortes ingleses para felicitarnos las fiestas a mediados de noviembre, aquello empezaba como Dios manda.
    Así que mañana empezarán a asomar por casa algunos turrones y pondremos el Belén (que también tiene oveja con tres patas).
    He pedido pedido permiso para felicitares a ustedes las fiesta con un día de adelanto y me ha sido concedido.
    Así pues, les deseo a todos ustedes una Feliz Navidad.
    Y si viven sus padres, aprovechen estos días para decirles que les quieren mucho.
    Y sean buenos.
    Y no discutan de política con los cuñados. (es más reposado el fútbol, aunque yo tengo a todos culés y me dan mucha guerra)
    Y no sean pesimistas… El 2013 no va a ser tan malo.

  2. Vaya Zarra, usted también tiene una oveja con tres patas…supongo que no será la mía porque este año no la encuentro…para tener sòlo tres.patas ¡¡¡cómo corre!!! Jajaja
    Yo también les deseo a todos ustedes Feliz Navidad..y recuerden, los que farfullan el masónico Felices «fiestas», no se han ganado el derecho a recibir regalos por.Santa Klaus ni en Reyes.
    Posdata. San Nicolas era un obispo católico de los Países Bajos en tiempos de los Tercios …de ahí Sant Nikolaus que derivó en Santaklaus. Y se mezcla con otra tradición nórdica para denominarlo Papá Noel.

  3. Deseo que ese raudal de gracias que nos llega del corazón de Dios – Niño, nacido Belén, donde el cielo y la tierra se tocan en la Noche santa, les ayude a recorrer con fundada alegría el nuevo año.

  4. Que nos acordemos de los que faltan,ayudemos a los que necesitan compañía,cariño y comida,que el día 5 a ningún niño le falté un juguete,y que nadie falte en las murallas del Portal de Francia al mediodía a la gran llegada de sus Majestades los Reyes Magos,niños y no tan niños,merece la pena y da gusto recuperar la magia.Feliz Navidad y trabajo y salud para todo el mundo.Que así sea.

  5. Usted se queja de vicio zarra. Sus cuñados culés son minucias comparado con lo mío: un cuñado batusi y el otro lector infatigable de Lenin y Marx. Como se lo cuento.
    Así que estos días lo único que se permite en mi casa es jugar al mus, al siete y medio o a la negra, si no queremos mandar al otro barrio a mi pobre madre, tan mayor y tan viudica ella.
    Mis mejores deseos para todos los que hacen, leen y participan en NC, que el Cristo redentor, el Dios verdadero, cuya encarnación recordamos, nos colme a todos de paz, amor, felicidad, esperanza y fe.
    Y para el 2013 un deseo: que el cherif de esta cosa me censure un poquico menos.

  6. Perdonen ustedes la descortesía de no contestar a sus amables alusiones, pero entre comprar la lubina (de criadero, que la cosa no da para más) y otras obligaciones del «ferrán adriá» de la casa, no he tocado el ordenador en dos días.
    Ciudadano, espero que haya encontrado su oveja. La mía bajó del Salazar a las Bardenas hace un porrón de años. Como verá, es oveja navarra de norte a sur(como debe ser).
    Arana, lo de sus cuñados es peor, tengo que reconocerlo. De todos modos, después de la derrota de ayer del «Madrí»,… menudas sobremesas me esperan!!!
    Para acabar correspondiendo a sus bonitos deseos, yo llevo muchos años pidiendo a Dios solo dos cosas: Paz y salud. El resto es cosa nuestra.
    Lo dicho: paz y salud para todos.

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