¿Qué sería tener éxito el 3J?

x

La convocatoria del 3J ya es un éxito. Aunque se suspendiera la convocatoria, ya sería un triunfo. Lo sería por todas las personas, formaciones y entidades que se han movilizado. Por el impacto mediático. Por lo que se ha hablado de ella. Por todo lo que se la he criticado. Por todos estos conceptos ya es un éxito rotundo. ¿Pero qué sería un éxito en términos de asistencia?

x

Todos sabemos que es difícil movilizar a la gente. Todos tenemos cosas que hacer. Todos somos más escépticos de lo que reconocemos. En la práctica, poner 2.000 personas en la calle es difícil. Quien cree otra cosa es que nunca lo ha intentado. El cuatripartito, en la manifestación de hace unas semanas, sólo consiguió sacar a la calle a poco más de 500 personas. En términos de asistencia sería un éxito convocar a más personas que a las 500 que reunió el cuatriparito.

x

Una manifestación tiene dos vertientes a través de las que puede alcanzar el éxito. Una vertiente del éxito, incluso al margen de la gente que acuda a la manifestación, es su repercusión. Cuando alguien convoca una manifestación quiere señalar un problema, poner un asunto sobre la mesa, expresar un malestar, dirigir el foco hacia una determinada cuestión. Durante semanas, todos los medios informativos del cuatripartito han estado hablando sin parar de la manifestación. La manifestación ha secuestrado totalmente su tiempo y su esfuerzo. La oposición de la maquinaria mediática del nuevo régimen se ha basado además en descalificar y vituperar sin tregua a los convocantes, lo que prestigiaba a los siempre correctos convocantes y desprestigiaba a sus detractores. Sin duda eso puede ser duro para las personas de carne y hueso detrás de la convocatoria, pero en términos mediáticos es un éxito total.

x

La otra vertiente de la convocatoria de una manifestación es el número de personas que consigue movilizar. En este sentido podría decirse que se han dado todos los pasos correctos. Se ha hablado con la gente, se han trabajado y conseguido las adhesiones, se ha tomado el tiempo necesario, se ha buscado la transversalidad. Para que una manifestación funcione, una serie de personas tienen que dejarse la piel y se la han dejado. Todos los pasos que tenían que darse para que la manifestación sea un éxito se han dado. Se ha trabajado mucho y se ha trabajado bien. Ahora sólo falta que acuda la gente, que los navarros respondan. Eso depende de los navarros. La decisión de los navarros de acudir no se puede sustituir por el trabajo y el esfuerzo de los convocantes. Los convocantes tienen que trabajar y esforzarse para que se den las condiciones del éxito de la manifestación, pero luego es la gente la que tiene que responder.

x

Somos conscientes de que con toda probabilidad no se conseguirá una manifestación de la magnitud de la del 2007, convocada y apoyada por el Gobierno de Navarra con todos sus mecanismos. En esta ocasión el Gobierno de Navarra con todos sus mecanismos se ha opuesto a la manifestación. Se ha descalificado a los convocantes, a los que se han adherido, a los que han expresado alguna simpatía, a los que piensan ir, a los que no se han opuesto. Aunque después se hayan recibido múltiples adhesiones, la manifestación se ha convocado sobre la iniciativa de 3 personas y 3 organizaciones civiles a las que se ha intentado señalar y descalificar por todos los medios.

x

Según la encuesta del Noticias el pasado fin de semana, sólo un 2% de los navarros están preocupados por la defensa de la bandera y la identidad de Navarra. Si un tercio de todos los navarros preocupados de toda Navarra acudieran a la manifestación de Pamplona, que sería mucho acudir, estaríamos hablando de unas 4.500 personas. De creer al Noticias, eso ya sería un éxito. No superar los 500 asistentes no está claro que fuera un éxito, pero ya sería más éxito que la última manifestación del cuatriparito. De todos modos, no se pregunte usted si va a ser un éxito de asistencia la manifestación. Si usted y todos los que se hacen esa pregunta, en vez de hacerse solamente la pregunta acuden a la manifestación, la manifestación será un éxito. El éxito se consigue construyéndolo.

x

Se ha producido alguna polémica en torno a unas declaraciones de los convocantes subrayando que el motivo de la manifestación es la defensa de la bandera de Navarra. Naturalmente habrá personas que acudan a esa manifestación con muchos más motivos de agravio y reclamación, o con más amores y banderas con las que se identifiquen, pero lo cierto es que el motivo concreto de esta manifestación es la defensa de la bandera de Navarra. Aunque todo el mundo es libre, sería de sentido común preguntarse antes de ir si uno va a ofrecer una imagen que parezca un infiltrado del Noticias. En realidad no resulta difícil prever ya hoy la portada del domingo del Noticias, hablando de que hubo mucha menos gente que en 2007, que todos eran ultras y casi todos vinieron de fuera. Si hay una imagen que usted piense que a Joseba Santamaría le va a alegrar el día, o un grito que le gustaría escuchar, mejor no hacerle ese regalo; si acaso, que se lo tenga que inventar.

x

Queda por decir que, pase lo que pase, la manifestación ya es un punto de inflexión. La manifestación por sí misma no va a cambiar las cosas, el 4J la amenaza a la bandera seguirá estando ahí, lo que habrá cambiado es que al gobierno del cambio se le habrá roto la estampa de lo contenta que está la ciudadanía con todo lo que hace. Frente a todos los pasos dados por el cuatripartito para deconstruir la representatividad de la bandera de Navarra, habrá habido una reacción. El cuatripartito habrá recibido el mensaje de que sus actos tienen consecuencias. Que hay una Navarra fuera de su burbuja aunque la quieran ignorar. Que ellos no son “la gente”, o por lo menos toda la gente, ni siquiera la mayoría de la gente, y que hay mucha gente de muy distintas ideas dispuesta a salir en defensa de la bandera de Navarra cuando se le quiere partir una pierna para ponerle como muleta la bandera de otra comunidad.

x