Tenemos problemas tan acuciantes que una noticia como esta nos podría pasar inadvertida, pero no debería: en Navarra, el número de emigrantes duplica ya esta año al de inmigrantes. Concretamente, durante los 3 primeros meses de 2012 han llegado a Navarra 1.176 personas, mientras que han emigrado 2.241. Hay dos buenas razones para que debamos estar preocupados.
Navarra se extingue
En un mundo en el que se desmorona todo aquello en lo que parecíamos haber confiado nos quedan las matemáticas. Lamentablemente, para una cosa que nos podemos creer y resulta que el mensaje es apocalíptico. No exageramos. España en general y Navarra en particular se van a tener que enfrentar inexorablemente a una bomba demográfica en los próximos años. El cálculo es sencillo. La tasa de fecundidad navarra es de 1,46 hijos por mujer. Sólo para mantener su población, la tasa de fecundidad navarra tendría que ser de 2,1 hijos por mujer. Una tasa de fecundidad del 1,45 significa que la masa poblacional de los hijos sólo constituirá el 72,5% de la masa poblacional que constituían los padres. A su vez, la masa poblacional de los nietos constituirá el 52,5% de la de los abuelos. En cinco generaciones, la última sólo representará el 20% de la primera. Resumiendo: en cinco generaciones prácticamente nos extinguimos.
Olvídense de las pensiones
Como ustedes saben, el sistema de pensiones se basa en un modelo de reparto. Es decir, que no hay una caja donde se guarda el dinero que todos hemos estado cotizando. Los que trabajan pagan a los que se jubilan y el modelo se sustenta, como un negocio piramidal, sobre la base de que hay suficientes personas trabajando como para mantener a los jubilados. La pirámide de población muestra bien a las claras que, por debajo de la población de 40 años, la pirámide se invierte y se estrecha. Cuando se empiece a jubilar la gente que ahora tiene 40 años, no va a haber suficiente población para mantenerla trabajando por abajo. Quienes desde posturas de progreso decían que todo esto era mentira son los que han prolongado la edad de jubilación a los 67 años. También decían que la solución era importar millones de inmigrantes. Esto lo decían, claro está, cuando la noticia no era la que abre este análisis y tampoco había más de 5 millones de parados.
3 respuestas
Como bien indica el artículo, el sistema de reparto es un sistema piramidal, y como todos estos sistemas piramidales, es una estafa; cuando a mí me van a pagar con el esfuerzo de otros, me inclina a no esforzarme yo para pagar a otros, es un sistema desincentivador.
Como desincentivadora es la legislación para las familias numerosas…claro, luego hay que importar de cualquier manera lo que no se hace en casa. De locos. O algo peor.
Lo que pasa en Navarra con los inmigrantes es exactamente lo mismo que pasa en Huesca, Albacete, Vallecas o León, que sobran muchos, porque han entrado sin ningún control durante toda una década, se les ha legalizado a escombro con poco más que un tiket de la zona azul y ahora prefieren vivir aquí de la asistencia social que regresar a sus países.
Y esas políticas demenciales tienen nombre y apellidos, empezando por Aznar (vienen a pagarnos las pensiones, ja!) y Rajoy cuando era el ministro «legalizeitor»
y siguiendo por la izquierda boba-buenista del papeles para todos (papeles, sanidad, educación, asistencia, alquiler, guardería…)
El problema es que nuestra clase política debe volver a la escuela, porque cualquier niño de 6 años sabe de números más que ellos: con 5 millones de parados, es bien fácil calcular el exceso de población inmigrante que España no puede absorber.
Eso y que la gente que les siga votando y luego despotrica en el bar.
Otra de gambas, please.
Aquí hay dos cosas: por un lado, los movimientos migratorios y, por otro, las pensiones y el paro.
En cuanto a los movimientos migratorios: considerando que la especie humana procede de poblaciones africanas que se desplazaron hacia el norte, después nos hemos movido para ocupar toda la tierra en todos los climas y ambientes, no veo muy claro cuál es el problema de que sigamos moviéndonos. en realidad, lo que distingue a los animales de las plantas es que nos movemos. Por lo tanto, no hay nada más natural que moverse. Los movimientos migratorios, además, favorecen la mezcla de costumbres, genes, culturas. Eso no uniformiza sino que hace a las sociedades más estables por contener más diversidad en su interior. En el artículo se dice que «vamos a desaparecer»: pues claro, nos vamos a morir algún día, no es gran descubrimiento. Mi cultura y mis genes se mezclarán con los de las generaciones futuras de la misma forma que soy el resultado de la mezcla de las generaciones anteriores. ¿Dónde está el problema?, ¿en que no se bailará la jota?, pues qué le vamos a hacer. Además, yo no estaré aquí cuando eso ocurra y ni siquiera puedo asegurar que a mis descendientes les guste la jota por lo que no tengo muy claro que deba imponérsela.
Otra cosa es la seguridad social y el paro. Estoy de acuerdo con Ciudadano Caña en que el sistema actual es una estafa. Esto no depende de los inmigrantes sino de los estafadores (que, al final, somos nosotros puesto que votamos a políticos que desarrollan y mantienen el sistema). Por otra parte, está nuestra tan amada cultura del «gratis total». La idea de que el dinero público no es de nadie y de que las prestaciones sociales deben ser universales por el solo hecho de estar por aquí.
Por último, el paro: puesto que no estamos dispuestos a instaurar un sistema de trabajos forzados, es de esperar que haya trabajos que los nacionales sigan sin querer hacer y prefieran esperar a mejores oportunidades. La idea de que los inmigrantes son causa del paro es insostenible (no voy a discutirlo aquí porque me salgo de escala con este post). Nuestro problema está más próximo a la despoblación que a la sobrepoblación.