Esta semana ha sido prolífica en datos relativos al empleo, aunque el cuadro que ofrecen las últimas cifras publicadas puede resultar engañoso según el marco de referencia que utilicemos para ponerlo en contexto. El gobierno, como es natural, ha puesto especial acento en comparar las cifras de agosto con las del mes anterior. Tras poner el país en «pause» con el confinamiento, al reiniciar la actividad las cifras lógicamente no pueden sino mejorar. El problema es cuando empezamos a comparar las cifras con antes del “pause”.
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De este modo, el gobierno anuncia que de esta salimos más fuertes publicando que en agosto tenemos en España 6.822 afiliados más a la Seguridad Social que en julio, y que es el primer mes de agosto en que sube la afiliación desde 2001.
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El problema es que en agosto de 2020 tenemos sólo 18.792.376 afiliados a la SS, frente a los 19.320.227 que había en agosto de 2019. Hemos perdido 527.851 afiliados. Gobierno de España. Unidas. Podemos.
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Al gobierno también le llena de esperanza anunciar que el paro registrado ha subido en agosto en 29.780 personas en España, pero que es el menor incremento en un mes de agosto desde 2016. El problema una vez más es que el paro registrado en agosto de 2020 es de 3.802.814 personas, frente a las 3.065.804 de agosto de 2019. Tenemos 737.010 parados registrados más que en agosto del año pasado. Todas paramos unidas.
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A todo esto habría que añadir que en España en agosto aún quedaban 812.438 trabajadores acogidos a un ERTE, por lo que en las estadísticas no computan como parados, pero tampoco están trabajando. Si los añadiéramos al número de parados, tendríamos la bestialidad de 4,6 millones de parados.
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Por lo que se refiere a Navarra, en agosto hubo 38.970 parados registrados y 5.576 trabajadores acogidos todavía a algún ERTE, frente a los 31.083 parados de agosto de 2019.
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A la vista de todos estos datos podríamos concluir que el gobierno intenta tomarnos el pelo, que la situación económica es penosa y que el mazazo del coronavirus sobre el mercado de trabajo ha sido descomunal.
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¿Cuánto entorpecerá el gobierno el despegue natural de la economía tras el parón del confinamiento?
Siendo eso cierto, sin embargo, lo cierto es que las cifras podrían servir también para pensar que los terribles datos que estamos viendo son también los peores que quizá vayamos a ver. Todo el mal que tenía que hacer el coronavirus a nivel económico seguramente ya está más o menos hecho. A partir de ahora las cosas deberían ir a mejor. El problema es que ir a mejor y a qué ritmo depende ahora en buena medida de las decisiones que tome el gobierno. O sea, que en realidad cabría ser optimista, pero entonces recordamos que unidas fuertes a Podemos más Sánchez salimos.
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