El diputado Iñigo Alli de UPN viene siendo objeto de polémica durante los últimos días al haber aparecido su nombre en la lista del Top 10 de diputados que más veces faltan a las sesiones del Congreso.
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La verdad es que el diputado no ha sido capaz de aportar explicaciones convincentes sobre sus ausencias, más allá de apelar a cuestiones personales o a estar realizando un máster en el IESE. Al margen de discutir estos dos puntos o establecer una comparación con el resto de trabajadores en estas circunstancias, la propia decisión de devolver siquiera parcialmente lo cobrado implica el reconocimiento de no haber actuado correctamente. Por lo menos, eso sí, ha pedido perdón y se le descontará de futuros pagos parte de lo cobrado, lo cual ya es bastante más de lo que han hecho otros.
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La verdad es que Alli ha tenido la mala suerte de faltar a una serie de sesiones en un órgano en el que se controlan las asistencias. Otro pelo le hubiera lucido si, como en otros casos, para cobrar hubiera bastado su palabra (o la firma imitada de un compañero) de que había asistido a tantas o cuantas sesiones, sin que existiera manera de verificarlo.
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Naturalmente no se trata de pedir la misma vara de medir para Alli y para los demás con el propósito de bajar el nivel a todos. Al contrario. Perfecto que se le pidan responsabilidades a Alli, ¿pero y el resto de diputados del Top 10? ¿Y todos los que no están en el Top 10 pero han faltado alguna vez? ¿Y los que faltaron el año pasado, el anterior o el anterior? Está muy bien que devuelva el dinero Alli, pero a lo mejor tenían que apuntarse al carro de las devoluciones bastantes otros. Por no mencionar lo curioso que sería ver en algunos medios que no se exigiera a los demás la misma responsabilidad política y económica que a Alli o a UPN, o que consideren inexcusables las ausencias de Alli mientras defienden presidencias telemáticas. Naturalmente este escrito en absoluto es una defensa de Alli y a nosotros nos parece adecuado que la vara de medir sea la misma para todos y la altura de la vara sea la más elevada posible. No sólo para Alli, como ahora parece, pero también para Alli. Y por supuesto no sólo en el Congreso, sino también en el Parlamento de Navarra o en cualquier otra institución.
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2 respuestas
5 años sin un chiste sobre Su (de Ella) don de bilocación. Cinco. Años.
5 días y chiste de «marcarnos un Allí» .
Pero qué risa da y tal.
#poconospasa
¡Pobrecico! Quizás pensaba aprobar (y cobrar) sin ir a clase. No quiero ni pensar la que le espera con su padre cuando el maestro envíe su relación de faltas.