La segunda vuelta y recortar un Parlamento con 50 diputados han sido dos reformas que se han despreciado esta pasada legislatura, pero que vistos los resultados a lo mejor tenían sentido. ¿Qué hubiera tenido de malo una segunda vuelta en la que el electorado navarro pudiera elegir entre Uxue Barkos y Javier Esparza para alcanzar la presidencia? ¿Acaso son más democráticos, limpios y transparentes los pactos, apaños, intercambios y trapicheos post electorales de los partidos? ¿Por qué es más democrático que elijan los partidos en vez de los ciudadanos? ¿Es que no está permitido ni siquiera abrir el debate y reflexionarlo?
Por alguna extraña razón casi no se pudo ni discutir la idea, como si fuera un tabú antidemocrático cuando, pensándolo racionalmente, es más bien lo contrario. O puede que la razón para no poder hablarlo no fuera tan extraña, si la reforma consistía precisamente en quitar poder a los partidos para devolvérselo a los ciudadanos.
Algo parecido se podría decir del recorte del número de diputados en el Parlamento.
Quien se opuso a cualquier recorte en el número de diputados del Parlamento foral (el más caro por habitante de España), utilizó dos argumentos. Primero que, reduciendo los diputados, los partidos más pequeños no darían abasto para todos los asuntos. Y segundo que cambiando el número de diputados se pretendían cambiar el resultado de las urnas, nada menos.
Respecto a lo primero, alguien podría pensar que por qué no entonces 1.000 diputados en vez de 50, para que fuera más democrático el Parlamento. O ya puestos 640.790, uno por habitante. Con 14 listas que se presentan, por lo demás, ¿qué hacemos para que no haya partidos con 1 ó 2 diputados que no den abasto? ¿Multiplicamos por 10 los diputados? Pero al hacerlo, entrarían más formaciones con un diputado que antes estaban fuera… la pescadilla que se muerde la cola o el parlamento de 640.790 diputados. Para que IU tuviera 3 diputados y aligerar el trabajo de sus actuales 2 representantes, habría que subir el número de diputados a 72, pero entonces UPN tendría 22, muchos de ellos tocándose la barriga como en la actualidad. Por lo demás, viendo todas las leyes, declaraciones, recepciones y asuntos diversos que pasan en Palestina o el Kurdistán, en los que se entretiene el Parlamento, salta a la vista que si algún problema no tienen nuestros diputados es la falta de tiempo. Y eso que el Parlamento se para en enero, julio y agosto.
Respecto a lo segundo, ¿qué pasaría si el Parlamento tuviera 49 diputados en vez de 50? Pues de entrada que se evitaría el posible empate a 25. Y que para tranquilidad de las fuerzas de progreso el resultado electoral hubiera dado la victoria a los mismos. ¿Y si sólo hubiera 43 diputados? Pues también lo mismo. A veces, los que se autodenominan más progresistas son los más conservadores y reacios a cualquier cambio.
2 respuestas
43 diputados y segunda vuelta. Así son los países a los que nos queremos parecer. Inluso los comunistas y los podemitas dicen querer parecerse a Alemania, Francia, etc. Sin embargo los países a los que veneran, los diputados se numeran de cientos en cientos, en miles. Que curioso.
Por cierto, la exjuez comunista Carmena ya propone abiertamente un Comisariado Político por barrio, «pra intermediar entre ciudadanos».
No es de extrañar lo de la bolsa a la baja y la prima de riesgo al alza.
Ciudadano dando caña, ahora te gusta la segunda vuelta, pero dudo mucho que te gustara si upn + ppn serían mayoría absoluta, llamame malpensado pero una persona de centro podría pensar, que con tu odio a todo ajeno a la derecha, vas a ser poco imparcial, y ese odio que tienes… me recuerdas a mí con 15 años, cuando decía que Upn era el mejor para navarra y el PP para España, menos mal que maduramos que sino…