En el mundillo financiero es frecuente encontrar gurús y analistas que tratan de escrutar la futura evolución de la bolsa o anuncios de libros y cursillos de bolsa, a menudo a cargo de esos mismos gurús y analistas, que a veces hasta tienen consultorios de televisión o radio.
Si uno se fija en el discurso de estos analistas a menudo suele ser pura fraseología, normalmente bastante perogrullística, del tipo “si Telefónica supera la resistencia de los 10 euros podría iniciar un recorrido alcista hacia los 11, pero si por el contrario rompe el soporte de los 9 euros podría experimentar un descenso que le llevara a la zona de los 8”. Pues claro, contar hacia arriba y hacia abajo sabemos todos.
Al margen de esto y de los miles de libros que se han escrito sobre invertir en bolsa y cómo hacerse rico comprando y vendiendo acciones, o productos derivados sobre cualquier cosa que cotice en los mercados, hay una pequeña cuenta de la vieja que merece la pena hacer de vez en cuando para no ser víctima fácil de determinados anuncios milagro.
La fortuna de la persona más rica del mundo ronda los 70.000 millones de euros. Por cierto, básicamente no hay especuladores bursátiles entre las personas más ricas del mundo. Ni aunque incluyamos a Warren Buffet que no es propiamente un especulador.
El caso es que una persona que realmente tuviera un método en virtud del cual supiera qué es lo que va a hacer la bolsa el día siguiente, la semana siguiente, el mes siguiente o el año siguiente, fácilmente podría todos los años duplicar su inversión. En realidad debería multiplicarla por 10 o por 100, si realmente tuviera ese método, pero seamos conservadores y consideremos que alguien tuviera un método para saber lo que va a hacer la bolsa y gracias a él duplicara su capital todos los años.
En tal caso, partiendo de 5.000 euros, esa persona llegaría en 25 años a tener la mayor fortuna del mundo.
¿Cuál es el problema?
Pues, como les decíamos, que entre las personas más ricas del mundo no hay un especulador bursátil. Y tampoco hay nadie entre los más ricos del mundo que haya podido duplicar su capital especulando año tras año durante 25 años. Es decir, entre las 10 o 20 personas más ricas del mundo no hay nadie que conozca ese método que se anuncia en charlas, cursillos y libros. ¿No les parece raro?
Es más, puesto que no hay nadie que en 25 años haya pasado de tener 5.000 euros a tener 83 mil millones especulando en bolsa, hay que pensar que no hay nadie en el planeta con más de 5.000 euros que tenga un sistema para saber lo que va a hacer la bolsa. ¿Será que lo saben sólo algunas personas que no tienen ni 5.000 euros ahorrados?
Por lo demás, tampoco parece lógico comprar un libro, apuntarse un cursillo o asistir a una charla de alguien sobre bolsa que no es un conocido multimillonario que se ha hecho rico especulando. A su vez, los multimillonarios no se dedican a dar cursillos o escribir libros de cómo ganar dinero invirtiendo en bolsa. Como mucho, hay gente que gana dinero vendiendo libros de cómo ganar dinero invirtiendo, lo que es muy distinto que ganarlo invirtiendo. Tomémonos con calma, por tanto, lo de los anuncios y las recetas milagro para ganar dinero.
Un comentario
Esos cursos gratuitos, en realidad son una forma de captar clientes que operen en bolsa para captar unas jugosas comisiones, porque los intermediarios son los mayores beneficiarios de las operaciones bursátiles.
Como «se le escapó» a uno que daba un curso de esos en un renombrado hotel de Pamplona, en los mercados de futuros y similares también se le puede aplicar el principio del 80-20. Un 80% de los clientes pierden para que un sólo 20% tenga beneficios.