El Tribunal Constitucional estudia estos días la legalidad del “registro de objetores” al aborto que las fuerzas “progresistas” del Parlamento de Navarra pusieron en marcha hace cuatro años, con el rechazo de UPN y CDN. El PP presentó poco después un recurso ante el TC que es el que ahora el tribunal se encuentra estudiando.
¿Registro o lista negra?
El “registro” nació como una reacción de los partidos de la izquierda al hecho de que en Navarra no se practicaran abortos en la sanidad pública por falta de profesionales dispuestos a practicarlos.
Varios médicos hicieron público un escrito mostrando su predisposición a practicar abortos, lo que según la oposición demostraba que no era cierta la falta de médicos.
De este modo, se pretendió imponer a todos los médicos que estuvieran en contra del aborto que se inscribieran en un registro de objetores, de forma que se diera por hecho que todo el que no figurara en la lista era abortista.
Para los partidos que impulsaron el registro, el hecho de que a fecha de hoy sólo haya inscrito un médico demuestra que no sólo no faltan médicos para practicar abortos en la sanidad pública, sino que todos los médicos menos uno en la sanidad pública navarra son abortistas.
Pero bien pensado, lo que demuestra que sólo haya un médico inscrito es que el registro es percibido por los médicos como una auténtica lista negra. ¿Quién se apuntaría voluntariamente a una lista negra si puede evitarlo? ¿Quién puede creer que todos los médicos de Navarra son abortistas menos uno?
En realidad, si de lo que se trataba era de encontrar médicos dispuestos a practicar abortos, lo lógico hubiera sido crear un registro de médicos abortistas. En las páginas amarillas, en la sección de electricistas, uno pone a los electricistas, no la lista de todos los que no son electricistas. Es por ello en que en todo momento el registro, con toda la lógica, ha sido percibido como una lista negra.
¿Hay o no hay médicos abortistas?
Invirtiendo esa lógica, alguien podría pensar que si no es probable que todos los médicos menos uno sean abortistas, tampoco lo es que todos los médicos sean próvida menos los firmantes de una carta.
O sí.
A fin de cuentas una cosa es hablar del aborto y otra cortar efectivamente a trozos a un niño con las propias manos. La inmensa mayoría de los médicos no se dedicó a la medicina para eso cuando el embarazo no es una enfermedad ni matar a un niño es curar un paciente. Más aún, el juramento hipocrático de los médicos (fórmula que data de la antigua Grecia y de una época precristiana) ya incluye el compromiso de abstenerse de “aplicar a las mujeres pesarios abortivos”. Obviamente puede haber algunos médicos navarros dispuestos, pero de nada sirve si los cuatro que hay se encuentran en cuatro hospitales distintos.
Existe por lo demás una evidencia clara de que los médicos de la sanidad pública no quieren practicar abortos salvo de una forma completamente excepcional. Se trata del hecho de que en diversas autonomías gobernadas por el PSOE, como Aragón, Extremadura o Castilla La Mancha, tampoco se practicaban abortos en la sanidad pública. En la misma Andalucía, sólo hay un centro público que práctica abortos frente a los 18 privados. De hecho, de los 112.390 abortos practicados en 2012, 105.100 se llevaron a cabo en centros privados, una proporción que también se observa en los años anteriores. Obviamente hay que buscar por tanto una explicación distinta a la de que es por culpa del gobierno esta dificultad para encontrar médicos abortistas en la sanidad pública. Los datos muestran más bien que los médicos de la sanidad pública, en toda España, sólo practican abortos cuando el feto presenta graves malformaciones o existe peligro para la vida de la madre.
Significativamente, lo que demuestra que sólo haya una persona apuntada en el registro de objetores es que, a la pregunta de si quiere usted figurar en una lista negra, la inmensa mayoría de los médicos responde, por la vía de los hechos, que no. Máxime cuando en este momento ninguno se encuentra entre la espada y la pared a la hora de tener que registrarse o practicar un aborto.
6 respuestas
A ningún judío se le hubiera ocurrido llevar la estrella amarilla si hubiera sido «voluntario». Ni al más tonto.
Y aquí la izquierda es cainita hasta el infinito y más allá, todo el día pensando en la Guerra Civil que provocaron y perdieron, marxistas leninistas con una capica pintura de socialdemocracia, pero en cuanto rascas sale el pelaje de la dehesa, dispuestos a imponer un modelo autoritario de gobierno por el método que sea, con los aliados que sean. Sólo así se explica su defensa a ultranza, por ejemplo, de Hamas en Gaza, y su silencio más absoluto en la matanza de inocentes cristianos y yazidies, con show mediático de rebanar cuellos y cortar cabezas humanas incluido.
Qué tristeza.
Tengo mis dudas.
Cierto es que el registro me parece algo profundamente inconstitucional y que vulnera el artículo 16.2 de la Constitución (otro aldabonazo más para los lobos con piel de cordero que se lamentarán escondiendo la ikurriña debajo de la mesa por un nuevo ataque al Fuero, que no les importa lo más mínimo).
Pero también, por parte de los médicos me parece preocupante. ¿Esto quiere decir que a la inmensa mayoría de los médicos no le preocupa el aborto, ni la posibilidad de que algún día se vean presionados a cooperar en alguno? Acuérdense de lo que decía Burke. Son momentos de comprometerse. Pero…
Al menos, si no se inscriben en el registro, espero que acudan a algunas de las marchas por la vida que hay convocadas en todo el mundo (aún no en Pamplona) para el fin de semana del 20 y 21 de Septiembre. ¿O juega Osasuna?
Que no se apunten. Que hablen claro a las personas de los servicios sociales que parecen trabajar a comisión de los abortorios; que … etc.
Yo creo que es lógico que no se apunten. En primer lugar porque es colocarse innecesariamente en el disparadero y en segundo lugar porque el número de médicos que en la PRACTICA pueden verse en el brete de hacer valer esa objeción es muy limitado. Si acaso, algunos ginecólogos. El dermatólogo señor X puede pensar pestes sobre el aborto, pero su objeción a la práctica del mismo tiene el mismo efecto que la de un conductor de tranvía, dado que en su práctica normal no se verá en situaciones en que su objeción haya de operar.
Marcha por la vida. Sí, he visto que en Pamplona ya está anunciada una concentración silenciosa ABORTO NO, ante el Parlamento de Navarra para el jueves día 25 de septiembre a las 20 h. (duración una media hora:
http://www.hazteoir.org/marcha-vida-2014
http://www.hazteoir.org/evento/62359-pamplona-marchavida2014
El 21 de septiembre hay una manifestacion en Pamplona,para defender la labor de la Guardia Civil A las 1830 en los Golem.Me imagino que ese día no la convocaran por el aborto.Nos pondrían en un dilema. https://mobile.twitter.com/NievesCipres/status/506525883042373632