¿Hay que financiar a un jeta que no se esfuerza sólo porque sea pobre? El ministro Wert dice que no. La izquierda dice que sí. Ayer mismo, el diputado navarro Juan Moscoso escribía en su cuenta de Twitter que “Wert cuestiona que quien no saque 6,5 siga en la universidad, pero si saca 5 y tiene dinero que continúe, claro #cambialaLOMCE @PSOE”. El mensaje lo retuiteaba por ejemplo Joseba Santamaría, el director del Diario de Noticias.
Pero el padre de un alumno, si tiene dinero, le puede pagar a su hijo 20 veces el mismo curso o le puede prometer un Lamborghini si saca un 5. ¿Tiene el estado que prometer un Lamborghini a todos los inútiles que no quieren estudiar para igualar la oferta de papá?
¿O la obligación del estado, como mucho, es ofrecer la oportunidad de estudiar sólo a quien quiera y pueda aprovechar la oportunidad?
Podemos realizar el esfuerzo de pagar los estudios de un chaval que quiere estudiar y está dispuesto a aprovechar la oportunidad que le damos. Pero si él no quiere y no la aprovecha, ¿tenemos la culpa los demás?
El estado puede dar a los alumnos con menos recursos la posibilidad de aprovechar una beca, pero no la posibilidad de desaprovecharla.
El dinero con el que se pagan los estudios de alguien que no quiere esforzarse estudiando no cae del cielo, sino que sale de las personas que todos los días se esfuerzan trabajando para pagarlo.
El dinero que se dedica a que un chaval estudie es dinero de menos que no se dedica a medicamentos, a carreteras o a dotar de mejores medios a la Justicia.
Si en el dinero que dedicamos a becas incluimos a los que no las aprovechan, también toca a menos dinero para becar a los que sí las aprovechan.
Becar el esfuerzo y la capacidad sí, fomentar la irresponsabilidad y la vagancia no.
Lo contrario es antipedagógico, ineficiente, insolidario con los que se esfuerzan, injusto con los que pagan y favorecedor del abuso. Es decir, progresista.
No se puede subvencionar la pereza.
Si la sociedad pone su parte pagando la beca, el que la recibe debe poner también su parte aprovechándola.
Y si no la aprovecha, que se la pague su padre o que se dedique a otra cosa.
Como anécdota histórica, reproducimos este cartel del Departamento de Orden Público de Aragón durante la Guerra Civil. De llamarlos facciosos a subvencionarlos. ¿Quién dijo que la izquierda no había evolucionado?
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8 respuestas
Esto del PSOE con la Educación ya me toca los web-os…y que sea encima el representante del Nuevo Orden Mundial en España es que me cabrea, ÉL precisamente, que junto con su hermano estudiaron en educación concertada y luego se fueron a la privada fuera de España (creo que sus notas no daban mucho donde elegir) me encabrita esas poses de millonario autosuficiente.
Pero es que el PSOE como sucursal local del NOM ha llegado a la conclusión que su partido solo puede medrar sobre un caldo de cultivo de tontos subvencionados esquilmando a impuestos a los listos y trabajadores que no pueden escapara de sus ansias recaudatorias ni del país.que les.vió.nacer.
La.LOGSE fue no un fallo sino un asesinato intencionado. La.Inteligencia ha muerto, los.vagos la.han matado…
Ahora son las becas universitarias, luego serán los «libros de texto gratis», después el tema de la reválida… El verdadero problema que tenemos aquí es que la izquierda considera el sistema educativo como un cortijo de su propiedad y que, por lo tanto, nadie (y menos la derecha) tienen derecho a meter la mano. Se creen con superioridad moral para plasmar su ideología desde la escuela y de llevar a la población hacia su cosmovisión. Por otra parte, tienen clarísimo que la mejor cantera de futuros votantes está en la aulas y harán lo posible y lo imposible por no soltar los mandos de la nave. El objetivo de la izquierda no es la calidad de la enseñanza, sino aprovechar la escuela (y la Universidad) para propagar su ideología. Así es imposible llegar a un pacto para consensuar un nuevo sistema educativo.
Estoy deacuerdo con el fondo de la cuestión de la Ley Wert. Habría muchos matices que trillar pero es de puro sentido común. Me repugna la demagogia chusquera del millonario Moscoso. Yo tuve la suerte y oportunidad de tener la carrera totalmente subencionada en la UN gracias al esfuerzo de mis padres. No la aproveché. Como fuí un «bala» y estaba en todas las salsas los suspensos se acomulaban. El coste de las asignaturas «pencadas» me las tenía que pagar yo trabajando de pizzero. Al tercer año dejé la carrera, no por no poder seguir pagando los pencos sino por que me dí cuenta que no tenía sentido ninguno lo que hacía y por verguenza de lo que les hacía a mis padres. En la Uni. pública sustitúyase padres por Estado que lo pagamos todos. No sería mala idea que el coste de las asignaturas suspendidas fueran a cargo de los alumnos puesto que todos reciben una beca del 70-80% que se lo regalamos todos.
Por otro lado, quisera pedir al ministro lo mismo que pido a los alumnos y que él exige a la sociedad. Y es que DEJEN DE CHUPAR del bote las becas llamadas subvenciones a partidos, fundaciones de partidos, sindicatos ,patronal etc, entre otras motivos por que ellos son los más suspendidos de la sociedad. Ya ves ministro, ni un triste aprobado. Es más, si es posible -que lo es- háganlo incluso antes de aplicarlo a los estudios. Ese es el tipo de medidas de ajuste que estamos esperando la sociedad. Menos estado grasiento y corrupto.
Se me olvidó decir que con el dinero ahorrado de las becas a partidos etc podríamos multimlicar las subvencines a estudiantes.
Yo tuve beca para estudiar en la Universidad privada, cuando era la única, y justo después que el Gobierno Urralburu quitará la subvención a la UNAV lo que encareció la matricula hasta su costo real (si se aplicará el costo real a la UPNA, algunos irian aviados y no hablarían tan fácil). Me dieron beca… para los libros (mi padre operario de Super Ser, y en el itinere jubilado por Solchaga -les suena eso de la reconversión industrial?-). Otros iban a Zaragoza con becas completas -incluido alojamiento-. Cuando suspendí una, me la quitaron. Al año siguiente no me la dieron, «por no alcanzar los requisitos académicos mínimos necesarios», y eso que había aprobado todas en Junio.
Su mensaje era a cada uno según su necesidad, de cada uno según su capacidad…
Moscosito… ¿y ahora?n Tú que sabrás…que poco aprecias lo que poco te ha costado.
Exactamente Txantrea, «a cada uno según su necesidad, de cada uno según su capacidad» ese es uno de los «salmos» más repetidos en la religión socialista, y de ahí, por narices, a la miseria de los pueblos.
Es curioso observar que la política de becas de Wert es la que aplicó en su día Urralburu ¡Qué cosas!.
El que menos tiene que hablar,el Moscosito,progre de mansión,progre de Castellanos e hos a mano,progre de subvenciones nuestras,estudiante del montón para abajo,que ahora mete en el partido PSN a compañeros de clase tan mediocre como el,se de lo que hablo.El que menos tiene que hablar con el papi,si,el traidor Navarro de Loyola con la Eta con Zapatero,el papi que con nuestro dinero le paga el master al mediocre.Otro día hablaremos de su abuelo del alzamiento,del que no quieren hablar los Moscosos.
Lo más justo sería endurecer las normas de permanencia en las universidades públicas.
Las becas las pagamos todos, sí, con nuestros impuestos, sí, a todos nos duelen muchísimo nuestros impuestos, sí…pero tanto o más cuando resulta que lo que un alumno no becado paga de matrícula en una universidad pública no alcanza el 20 por ciento del coste real que todos pagamos de ese alumno.
Por lo tanto: los vagos que dejen de chupar pasta del Estado. Todos los vagos. Pobres y menos pobres. Los que piden beca y los que no la pedirán nunca porque no les hace falta.
Por favor, que alguien nos de cifras de porcentaje de solicitudes de beca -no digo concesiones, digo solamente solicitudes- sobre el total de matriculados. En la UPNA no creo que sobrepase el 30 por ciento. Si nos limitamos a contabilizar las becas concedidas conforme a los requisitos de las convocatorias pre-Wert el porcentaje es bastante menor. Subiendo en medio o un punto la nota media mínima exigida para obtener beca no nos vamos a quitar a tantísimos vagos de encima, que nadie se haga ilusiones.
Por otra parte: hemos llegado a tener un número ridículo e innecesario de universidades públicas. ¿Por qué? Porque hemos heredado el complejo de generaciones de pobres padres analfabetos que querían para sus hijos lo que no pudieron tener ellos: estudios universitarios. Los que nacimos en los 70 hemos vivido aquello de que el que no iba a la universidad era una nulidad social. Proliferaron las universidades porque había una demanda real. Ahora nos sobran porque no hay mercado que pueda absorber tanto universitario y porque en los últimos años el prestigio social no lo daban los estudios ni el nivel cultural sino el dinero que se ganaba muchas veces a costa de dejarse por el camino el graduado escolar. Tanto estudiar para luego ganar menos de lo que ganaba un fontanero…quita, quita. Así fue cayendo la demanda en tantas titulaciones, tanto que podrían cerrarse facultades enteras.