No pasa un día sin que la izquierda tenga una ocurrencia disparatada. La ocurrencia del día ahora es que el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, no pueda ir a la misa del día 7. ¿Pero quién es la izquierda para decirle a Enrique Maya si puede o no puede ir a una misa? Una cosa es que el alcalde no esté obligado a ir a la misa, y otra muy distinta que se le prohíba que vaya. ¿Ni siquiera respeta ya la izquierda la libertad religiosa? Si Asirón tenía la libertad para no ir, ¿cómo no va a tenerla Maya para ir? Que por cierto, yendo a la misa era Asirón el que se dignificaba, no la misa la que era dignificaba yendo Asirón, no sea que Asiron se pensara que ir a la misa hubiera sido hacer un favor a los creyentes a los que, eso sí, durante cuatro años nunca quiso representar. La cosa es que si Maya quiere acudir a la misa del día 7, ¿cómo no va a acudir? ¿Por el COVID? Maya irá como cualquier otra persona que quiera acudir, como cualquier creyente que lleva meses acudiendo a misa con las restricciones y los protocolos establecidos, sin que por cierto haya habido ningún brote en ninguna celebración religiosa. Con buen criterio, que esperemos que no cambie, Maya ya ha dicho que «No voy a dejar de ir a misa porque me lo digan. Este año volveré a estar«. Pues claro que sí. Si ni al alcalde le deja la izquierda ir a misa, como para esperar que se respete la libertad religiosa de los demás. Izquierdismo o libertad.
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Más allá de la cuestión de la misa, Maya propone también estudiar la posibilidad de celebrar unos súper Sanfermines Chiquitos, con encierros y corridas. Obviamente se podrá estar a favor o en contra de la idea, pero no por motivos sanitarios. Es decir, para entonces ya debería de haberse alcanzado la tan cacareada inmunidad de rebaño. Mucho antes de esa fecha el Gobierno de Navarra ha anunciado que permitirá comidas populares de hasta 150 comensales, abrir las discotecas hasta las 4 de la madrugada, así como permitir encierros y vaquillas. ¿Qué esta diciendo Maya que sea descabellado? ¿Quiénes son los descabellados?
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Sí hay Sanfermines en el plano religioso
Para concluir, no está de más recordar que en el terreno espiritual SÍ se celebran los Sanfermines, siquiera parcialmente. Con sus limitaciones y sus precauciones, como todo lo demás, pero se celebran, de lo que resulta un buen recordatorio en un día como hoy el programa de celebraciones de la Capilla de San Fermín. Dentro de las citadas limitaciones y precauciones a este tipo de actos puede acudir cualquiera, no hace falta -de momento- ningún permiso escrito firmado por la izquierda.
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