“Ahora UPN es de centro”, eran las palabras de Sergio Sayas en la clausura del congreso de Juventudes Navarras. “El centro sociológico es nuestro en toda España, está ya contrastado, y también en Navarra”, eran también las palabras de María Dolores de Cospedal. Ambos en las páginas centrales del Diario de Navarra.
¿Por qué el centro?
En cada barómetro del CIS, hay un pequeño apartado en el que se interroga a los españoles encuestados acerca de su adscripción ideológica. Para ello se les propone situarse a sí mismos en una escala de 1 a 10, siendo 1 la extrema izquierda y 10 la extrema derecha. Observando el resultado y volcándolo en una gráfica, es fácil entender el mapa político español y navarro. Mientras que un 31% de los encuestados rehúsan o no saben contestar, la mayor parte (un 33,6%) se sitúa a sí misma en la parte central de la escala, la que corresponde al bloque 5-6. Se observa también que la suma de los bloques 1-2 y 3-4 es sustancialmente mayor que la de los bloques 7-8 y 9-10. Esto quiere decir que hay una izquierda y una extrema izquierda sustancialmente más numerosas que la derecha y la extrema izquierda. Por tanto, un partido perdería más votos escorándose hacia la derecha que escorándose hacia la izquierda. No obstante también se aprecia claramente que conforme uno se aleja del centro, sea hacia el extremo que sea, cada vez encuentra menos simpatizantes.
Dónde estoy y dónde me ven los demás.
Mediante estos datos, podemos ver fácilmente dónde se ven a sí mismos los españoles. Pero el problema tiene otra vertiente y es dónde ven a los distintos partidos. Esto, a su vez, depende en parte de cómo sabe explicar uno mismo su posición y en parte de cómo sus rivales saben desfigurarla y llevarla hacia los extremos. El que acaba en el extremo, sea por lo uno o por lo otro, pierde. La siguiente gráfica muestra los mismos datos de la anterior, pero esta vez incluye el punto exacto de la escala en el que el promedio de los españoles sitúan al PSOE y al PP. De esta forma, el PSOE cuenta con la doble ventaja de que la extrema izquierda es bastante más nutrida que la extrema derecha en España, por lo que pierde menos votos que el PP cuando va hacia o se le percibe en un extremo, y por otro lado que la sociedad percibe al PP como a un partido más extremista que el PSOE. Por eso al PP le cuesta tanto ganar unas elecciones, o al PSOE tanto perderlas. Tanto el PSOE como el PP, o UPN y el PPN, elaboran su estrategia mirando siempre este mapa.