VOX denuncia haber sido excluido del primer debate entre candidatos para el Ayuntamiento de Pamplona, celebrado el 24 de abril en el local vecinal de la Avenida Erripagaña. Ningún otro grupo político ha querido que participase en el debate María Estévez, la candidata de VOX al Ayuntamiento de Pamplona.
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❌ Excluyen a #VOX del primer debate entre candidatos al @Pamplona_ayto
Alegan que VOX no tiene representación; del mismo modo que Podemos e I-E tampoco tienen y sí se les permite participar
🟢🇪🇸 No se atreven a debatir contra @Maria_EstevezG https://t.co/97Jqg4bw3r
— VOX Navarra (@VoxNavarra) April 26, 2023
¿Y cuál es la razón alegada para esta exclusión?
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La única forma de justificar democráticamente la ausencia de VOX es que no cuenta con representación en el Ayuntamiento de Pamplona. En tal caso sólo deberían haber participado en el debate los candidatos de partidos actualmente representados, es decir Navarra Suma, Bildu, PSN y Geroa.
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Aquí ya encontramos el primer problema, porque al haberse disuelto Navarra Suma podría cuestionarse la participación de UPN, PPN y CS en el debate. No obstante no se plantearon dudas de que estas formaciones participaran en el debate, aunque ni CS ni el PPN obtuvieron ningún concejal en 2015, cuando se presentaron en solitario.
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El problema más evidente, no obstante, es que al debate también se invitó a Contigo Navarra, la plataforma que reúne a Podemos e IU. Ninguna de estas formaciones obtuvo representación en 2019.
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Es decir, si el criterio de asistencia era tener actualmente representación en el consistorio, Contigo Navarra no debería haber estado presente en el debate. Y si el criterio es el de meramente presentar una candidatura a la alcaldía, entonces debiera haber estado presente VOX. Lo que no tiene coherencia ninguna ni puede sostenerse democráticamente es que VOX no esté ni si el criterio es el de que acudan sólo los partidos que ya tienen representación, ni si el criterio es el de que acudsan todos los partidos que presentan candidatura. Nos encontramos por tanto ante un flagrante veto a una formación. Y eso es poco elegante, poco deportivo, poco democrático y puede que hasta poco inteligente.
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El veto a VOX retrata a todos los que han impuesto este veto. Como salta a la vista es un veto que no puede justificarse lógicamente a la vista del resto de presencias y ausencias. Por lo visto, por otro lado, hay quienes no quieren debatir con VOX pero no tienen reparos en dar voz a Bildu. En una situación parecida, en El Ala Oeste de la Casa Blanca el candidato excluido mandó a la puerta del local donde se debatía a un activista disfrazado de gallina.
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Desde luego a María Estévez la han hecho ganadora del debate por tres motivos. Primero porque perder un debate es acudir al debate y ser vapuleado dialécticamente por el resto de candidatos. A María Estévez quizá no le hubiera pasado, pero de entrada le han librado de que pudiera sucederle tal cosa. Segundo porque mostrar miedo a lo que pueda decir un candidato, que es en el fondo lo que significa un veto, sólo revela la debilidad de todos los que practican el veto. Y tercero porque de ese debate ya no va a trascender nada a los medios salvo acaso precisamente el veto a VOX. ¿Pero y si los medios están comprados y no se hacen eco de esta exclusión? Por eso según el Ala Oeste en tales casos hay que mandar a alguien disfrazado de gallina a las ruedas de prensa de los candidatos sí presentes o a las puertas de los debates, para viralizar la imagen de una gallina gigante preguntando con un megáfono por qué se le veta a VOX. Y si al final el debate es el veto de VOX, gana VOX.
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