La tragedia que estamos viviendo en el Levante español inevitablemente nos hace pensar en el terrible huracán de fuerza 5 y proporciones dantescas que hace escasas fechas golpeaba Florida, en los Estados Unidos de América. Aquel huracán de huracanes capaz de levantar el mar, provocar un tren de grandes tornados, dejar precipitaciones atroces o generar vientos de 250 kilómetros por hora, dejó sin embargo sólo 27 muertos a su paso por los EEUU. ¿Cómo es que aquel huracán tan bestial dejó muchos menos fallecidos que los que ha provocado una DANA en España?
A lo mejor, para empezar, es que los medios nos estuvieron bombardeando durante días con la llegada del huracán Milton, con su peligrosidad, con su magnitud, con las evacuaciones masivas, con el tipo tullido como el teniente Dan de Forrest Gump, que descabelladamente se quedaba solo en su barquito a afrontar el huracán. Y eso que nosotros estábamos viendo todo tranquilamente por la tele al otro lado del océano Atlántico. Del huracán de Florida estábamos perfectamente informados, de la DANA de Valencia no teníamos ni puñetera idea de lo que podía llegar a pasar. Biden monitorizaba el paso de la tormenta desde su despacho en la Casa Blanca, Pedro Sánchez se iba a pasear a Begoña a la India durante la Dana. No parece que Sánchez estuviera muy preocupado con lo que le llegaba de la AEMET. Ni transmitía preocupación a la población.
De los 5 días de absentismo laboral y de la carta a la ciudadanía de Pedro Sánchez nos enteramos todos. Es más, hay gente tratando de vivir sin saber nada de Pedro Sánchez y no puede. No hay manera de evadirse. Queremos decir con esto que de lo que quieren que nos enteremos, nos enteramos. Si toda la gente de la Comunidad Valenciana no estaba enterada de la que se venía encima no ha sido porque no es posible transmitir la información a la gente. Es porque no se ha sabido o querido transmitir la información a la gente.
Durante las primeras horas de la tarde del martes ya era evidente que nos encontrábamos ante una situación potencialmente catastrófica. Las televisiones públicas, las “de todos”, las que pagamos con los impuestos, las que no son propiedad de un malvado empresario, las que transmiten la información “oficial” y fiable frente a los bulos y el fango de los pseudoperiodistas, de los pseudomedios, o de las redes sociales, permanecieron ajenas a todo lo que estaba pasando durante todo el día 29. Si alguien quería informarse tenía que estar viendo programas como “Y ahora Sonsoles” o consultando la red del maldito Elon Musk. Mientras los medios oficiales y los políticos estaban a por uvas, los españoles más inquietos ya veían cómo la gente estaba refugiada en los tejados de las casas, o aislada en un coche, subida a la capota, esperando un rescate mientras seguía subiendo el agua.
El que no se enteraba de nada era el que sólo seguía las indicaciones oficiales y sólo veía en la tele a Pedro Sánchez aclamado por los parias en las calles de la India. Para informarse bien de lo que sea, la primera medida es evitar a toda costa los medios públicos y las comunicaciones oficiales. Silvia Intxaurrondo llegó a informar sobre la DANA con 28 horas de retraso sobre Sonsoles Onega. Pero claro, es que la misión de TVE o de la Intxaurrondo no es informar, es adotrinar a la ciudadanía sobre las bondades del sanchismo.
Que se hayan agravado o no los fenómenos climatológicos que de toda la vida se vienen produciendo en el Levante en absoluto significaría por otro lado que quedaran exentos de toda responsabilidad por su ineptitud los políticos. O sea, si das la alarma 12 horas tarde y cambias la programación de TVE para informar con 20 horas de retraso, sin el cambio climático a lo mejor hubieran muerto 40 y con el cambio climático mueren 80, pero como mucho te puedes quitar de encima sólo la responsabilidad de 40 muertos. Lo que tienes que hacer con el cambio climático en todo caso es estar más atento, seguir los eventos climáticos más puntualmente, dar las alarmas más pronto, no quedarte embobado mirando a Begoña pasear por la India bajo una sombrilla.
A lo mejor la Aemet, RTVE, Manzón o Moncloa no se enteraban, pero en el momento en que la Guardia Civil empezó a recibir cientos o miles de llamadas pidiendo ayuda, estaba claro que algo muy grave estaba pasando, y eso empezó a pasar muchas horas antes que oscureciera el día 29, y sin embargo hemos visto montones de fotos de coches arrastrados con las luces encendidas, porque la gente no se enteró de la gravedad de la situación hasta mucho mas tarde que oscureciera, y eso pasó porque ningún político o ninguna autoridad competente merecedora de ninguno de los dos calificativos compareció debidamente a dar la alarma o a ofrecer explicaciones a la gente.
O fallaron los mecanismos encargados de determinar que había una situación alarmante, o fallaron los mecanismos encargados de transmitir eficazmente y a tiempo a la población esa alarma. Hace falta alguien que grite fuego cuando hay un fuego, o de nada sirve todo el dinero destinado a bomberos.