¿Por qué no bajar a 400 euros el salario mínimo antes de extender el subsidio de 400 euros?

Aparentemente la idea de que exista un salario mínimo es una bendición y algo objetivamente bueno. Pero si lo pensamos dos veces puede que no lo sea tanto. Veamos.

Si un trabajador produce 10 coches, el máximo valor de su trabajo es 10 coches.

Si se establece un salario mínimo pueden suceder dos cosas:

1-Que sea menos de lo que está cobrando, en cuyo caso se queda igual

2-Que sea más de lo que está cobrando, en cuyo caso puede pasar que su salario valga más que su trabajo. En este último supuesto será imposible pagarlo y acabará en el paro o en la economía sumergida. Un informe de Adecco calcula que, por esta razón, la existencia de un salario mínimo en España supone la destrucción de 200.000 empleos.

Obviamente alguien podría pensar que, por lo menos, el salario mínimo supondrá para alguno cobrar menos del límite pagable absoluto (el valor de su producción) pero más de lo que estaba cobrando. Pero la experiencia autonómica muestra que los perjuicios superan a los beneficios y que un salario mínimo idéntico para todos los sectores y todo el país es tan irreal como destructivo, sobre todo para las regiones más pobres.

El salario mínimo es el mismo para todas las CCAA. Por el contrario, el salario de comunidades como Navarra, Madrid o la CAV es muy superior al de otras como Extremadura o Andalucía. Es decir, que hay comunidades en donde el salario mínimo es mucho más bajo que en otras respecto al salario medio de cada comunidad. Lo curioso es que las comunidades con más riqueza y con menos paro son las regiones donde el salario mínimo resulta comparativamente más bajo, quod erat demonstrandum.

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¿Anatema? No tanto. Piensen que en países como Alemania, Finlandia, Italia, Dinamarca, Austria o Suecia, la ley no establece un salario mínimo y no es que se trate precisamente de lugares donde haya salarios de esclavitud laboral.

El economista Juan Ramón Rallo se planteaba este verano por qué no consideramos digno un trabajo de 400 euros pero sí consideramos digno recibir sin trabajar nada un subsidio de 400 euros. ¿Es trabajar lo que hace indigno cobrar? ¿Por qué los alemanes tienen que aceptar minijobs para rescatar a unos elementos que se niegan a aceptarlos? ¿Somos más dignos que los alemanes o lo que nos va es vivir en la alegría del subsidio? El problema es que para que uno cobre un subsidio otro tiene que trabajar lo suyo y lo del que cobra el subsidio, y a lo mejor no hay ni trabajadores que cobren tanto ni empresas que puedan pagarlo. Lo que nos lleva a una inquietante noticia de este mismo fin de semana.

Sólo 3 españoles mantienen a los otros 7 restantes

La Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget), según informa Europa Press, ha advertido de que el 30,6% de la población española está manteniendo con el pago de sus impuestos al 69,4% restante, por lo que ha asegurado que el sistema fiscal español está “completamente desequilibrado”.

 Según Asefiget, sólo 14 millones de contribuyentes, contando únicamente con los trabajadores por cuenta propia y los que trabajan por cuenta ajena en el sector privado, mantienen las necesidades que ha de cubrir el Estado español con una población de 46 millones de habitantes.

Para la asociación, hay un “exceso” de empleados públicos, cuyas nóminas proceden de esos impuestos, dado que su pagador, el Estado, no genera ingresos, sino que «se limita a recaudar».  Por ello, desde Asefiget advierten de la necesidad de un cambio de mentalidad porque «el Estado, como tal, no puede dar amparo económico a nadie si no es a costa de los impuestos desmesurados que paga ese 30,6% de la población».

Sin empleo, no hay presión al alza de los salarios

Todo lo anterior nos lleva a la necesidad imperiosa de generar empleo en España. Por un lado porque no se pueden pagar subsidios ni prestaciones públicas si hay 3 españoles pagando y 7 cobrando. Por otro lado la recaudación no puede crecer si no crece el empleo. Adicionalmente, es imposible (o por lo menos insostenible) que los salarios crezcan si no hay una puja negativa por el trabajo, que es lo que sucede con un 26% de paro. Es imposible que un salario pueda crecer si hay 6 millones de personas dispuestas a hacer ese trabajo por un poco menos, y las hay si esos 6 millones de personas están en el paro. Obviamente nos gustaría empezar a cobrar como los alemanes, pero si se pone a trabajar a esas personas aunque sea por 400 euros, al siguiente trabajador habrá que ofrecerle 450 euros para que acepte un trabajo. Así es como se pueden hacer crecer de forma sostenible los salarios.

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3 respuestas

  1. Hombre, también para que los enfermos sin medios económicos reciban ayuda sanitaria pública pagamos impuestos. Decir, además, que el Estado no genera ingresos es una falacia puesto que induce la generación de ingresos a través de las transferencias corrientes y de capital (sobre todo las últimas). Los impuestos suelen ser desmesurados para el que los paga; en cambio para los defraudadores, gente con dinero en Suiza y acogidos a la amnistía fiscal los tipos de gravamen suelen ser bastante asequibles.
    El «exceso» de empleados existe, pero sigo esperando a que el Sr. Rajoy nos presente su proyecto de racionalización de la Administración pública, porque lleva un año mareando la perdiz y hasta ahora ha reducido cuatro empresas públicas, no ha evitado duplicidades y parece que va para largo.
    Y eso que tiene mayoría absoluta e indolencia infinita.

  2. Insisto; si queremos vivir como en Alemania , Dinamarca o Austria, tendremos que trabajar y organizarnos como ellos. Ellos trabajan como alemanes para cobrar como alemanes, nunca al revés… La casa se comienza por los cimientos, así que sólo implantando medidas auténticamente liberales tendremos una economía saneada y con paro reducido. Y basta ya de monsergas estatistas…el que tenga miedo que duerma con la luz encendida y que llame a su mamita, pero que deje de molestar y pedir subvenciones y pensiones sin cuento.

  3. 1.- Que los subsidios desincentivan el trabajo está ya tan estudiado que obvia su explicación. Nadie va a trabajar por 400 euros si los percibe sin hacer nada, y además le queda tiempo, que no le quedaría si trabajase para afanarse en la economía sumergida otros 400. Total, acepto un empleo de 400 euros y gano menos que si me quedo con el subsidio y encima pago impuestos. Sería de tontos.

    2.- Que el salario mínimo impide ciertos empleos, también está estudiado. Si como empresario tengo que pagar 600 por un trabajo que vale 500 no ofertaré ese empleo.

    3.- Que el Estado genera ingresos es cierto, pero hay que tener mucho cuidado con esos ingresos. El Estado gasta lo que saca de los contribuyentes, para conseguir parte de ese dinero que el Estado gasta (gran parte se va al extranjero a pagar intereses de deuda y otras cosas menos explicables como las lesbianas de países africanos o guerras en las que no se nos ha perdido nada) hay quien produce riqueza que el Estado en parte le quitará vía impuestos. Y sigue la rueda, convirtiéndose el Estado es el señor que vive del criado, al que en teoría paga. Algo ya conocido en España (véase el caballero del Lazarillo o la familia a la que sirve «Benina» en Misericordia de Galdós) Y eso solo es miseria, porque devuelve solo parte «de lo que quita» y aunque con esa parte «otros» no el Estado generen riqueza, de esa riqueza también se lleva y si resulta que al final, como está pasando, el Estado es el máximo pagador, resulta también el máximo cobrador y como no todo lo transfiere a la economía nacional, sino que la mayor parte lo consume inútilmente, la miseria está asegurada.

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